¿Sabías que…?
... existe una tribu Lunarian en una isla del East Blue.
[Aventura] Mi alma [T1]
Airgid Vanaidiam
Metalhead
A pesar de que Airgid escuchó el comentario de Tirelan en la lejanía, no se giró, completamente fija en el puerto. La mujer tenía razón, aquellos bebés, aún siendo todavía tremendamente pequeños en cuanto a edad se refería, ya tenían una personalidad marcada y diferente cada uno de ellos. Y no solo se notaba que eran sus hijos, sino que también se notaba que eran los de Ragnheidr. Los tres tenían esa apabullante energía que les caracterizaba a ambos, e incluso el carácter combatiente de un guerrero, fiero y salvaje, aunque cada uno de ellos lo demostrase de una forma diferente y única. Y el tamaño que tenían dos de ellos, estaba claro de dónde lo habían heredado. Pensar en sus hijos siempre le hacía esbozar una sonrisilla, pero esa vez trató de contenerla, más preocupada por la aparición o no de Ragnheidr.

Hasta que finalmente, le vio.

¿Cómo hacerlo? Era tan alto, tan enorme, que resultaría imposible no reconocerle al momento. Airgid notó cómo todo su cuerpo dio un temblor al verle aparecer. Cómo por un instante, su corazón se paralizó. El tiempo y la soledad habían hecho mella en la rubia, pero pronto se dio cuenta, de que Ragnheidr debía haber sufrido un destino muy parecido al suyo. Sus ropas estaban raídas y desgastadas; sus músculos, a pesar de seguir siendo sorprendentes, estaban más delgados que la última vez que le vio; se había dejado barba y el pelo más largo de lo que le había visto nunca, y, lo más impactante de todo; la ausencia de su brazo izquierdo. Airgid no sabía cómo reaccionar.

Así que fue él el que tomó la iniciativa, terminando de acercarse a ella, alargó su mano hasta acariciarle la mejilla y pronunció su nombre con posesividad. Y con cariño, con amor. Sus palabras la conmovieron de tal manera que aquella compostura que luchaba por conservar se desplomó por completo, quedando totalmente desarmada. Había esperado por ese reencuentro durante tanto tiempo, tantas noches sin poder conciliar el sueño, imaginándose los peores escenarios posibles. Y ahora por fin estaba allí, con él. Con los ojos llorosos y brillantes, posó su mano encima de la del buccaneer, y al ver su sonrisa, ella también esbozó una, incluso más amplia que la suya. — Mi Ragnheidr... — No podía contenerse más, iba a estallar.

Y sabiendo que Ragn la sostendía, la mujer dio un salto, lo suficientemente alto como para alcanzarle, abrazarle, envolverse en su cuerpo, fundirse con él. Tenía preguntas, muchas incógnitas que resolver, pero en ese momento, le valía con el calor que el vikingo irradiaba de su piel. Llevó sus dos manos hasta la nuca del rubio, rodeando su cuello, acariciando sus largos cabellos. — Tenemos tanto que contarnos... tu brazo... tu... tu pronunciación... — Le miró directamente a los ojos, perdiéndose en aquel mar azul, perdiendo el rumbo de sus palabras. Se moría de ganas por saber qué era lo que le había pasado durante todo ese tiempo. — Te he extrañado tanto, min kriger. — Pero enseguida supo que aquel momento no era para eso. Que se merecían un momento de simplemente disfrutar el uno del otro. Sin preguntas, sin miedo. Rodeada en su abrazo, sintió, por primera vez en muchos meses, una felicidad que le desbordaba por completo, alejando así cualquier rastro de soledad, de incertidumbre, de miedo. Fue en ese instante cuando se lanzó a besarle, por fin, después de tanto tiempo.

Fue a continuación, después de desahogar parte de las ganas que sentían el uno por el otro, cuando Airgid rompió el beso, solo para plantarle otro sobre el cuello y susurrarle cerca del oído. — No he venido sola. — Le anticipó, ligeramente nerviosa, acariciándole con una mano la nuca y la otra el pecho. — ¿Quieres conocer a nuestros hijos? — Preguntó finalmente. Expectante. Los dos pequeños buccaneers y la aún más pequeña humana descansaban sobre la manta a suficiente distancia de ellos, custodiados por Tirelan. ¿Qué pensaría Ragnheidr al verlos? Airgid aún no les había puesto nombre, pues quería esperar a que Ragn estuviera presente, incluso que lo decidiera él si así quería. Y se moría por ver cómo les recibiría, sobre todo aquel buccanner rubio que era casi como una copia exacta suya.



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VYD
#4


Mensajes en este tema
Mi alma [T1] - por Ragnheidr Grosdttir - 18-12-2024, 06:37 PM
RE: Mi alma [T1] - por Airgid Vanaidiam - 19-12-2024, 02:05 AM
RE: Mi alma [T1] - por Ragnheidr Grosdttir - 19-12-2024, 08:52 AM
RE: Mi alma [T1] - por Airgid Vanaidiam - 20-12-2024, 04:49 AM
RE: Mi alma [T1] - por Ragnheidr Grosdttir - 21-12-2024, 09:38 AM
RE: Mi alma [T1] - por Airgid Vanaidiam - 23-12-2024, 09:31 PM
RE: Mi alma [T1] - por Ragnheidr Grosdttir - 23-12-2024, 10:02 PM
RE: Mi alma [T1] - por Airgid Vanaidiam - 26-12-2024, 04:39 AM
RE: Mi alma [T1] - por Ragnheidr Grosdttir - 26-12-2024, 06:58 AM
RE: Mi alma [T1] - por Moderador Doflamingo - 27-12-2024, 06:51 PM

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