Panda
JANAI
20-12-2024, 07:57 PM
Tras la despedida algo fría de los veganos, Panda inicio su plan de indagación solitaria. Tras rellenar su plato y sentarse en las proximidades de aquel grupo sospechoso, Panda paro sus orejas para escuchar lo más posible mientras tragaba indigentes cantidades de Bambu.
El oso, con algo de dificultad pudo captar algunas palabras como "almacenamiento", "turnos" y "entrega", por lo que podía conjeturar gracias a sus habilidades de mercader es que aquellos muchachos estaban tratando con algún tipo de mercancía, una que debían almacenar y entregar en intervalos frecuentes o "turnos".
Es de saber común que en las cárceles suelen contrabandearse diversas sustancias, desde cigarrillos, hasta drogas y alcohol a veces incluso con complicidad de los mismos guardias, no obstante eso no explicaría el olor metálico que se sentía en el ambiente, Panda sospechaba que aquella mercancía debía tener un valor especial.
En efecto el olor metálico parecía estar tanto en el cocinero, como en el grupo, pero donde más, lo que más intrigaba a Panda es donde ocultaban aquella mercancía que debían "mover". Obviamente Panda sabia que no podía preguntárselos directamente, si los confrontaba lo más probable es que termine en una riña que podría terminar mal, no obstante existía la posibilidad de extorsionarlos si conseguía una "muestra" de aquello.
Ya con la panza llena y las dudas claras, el oso se levanto de su silla y comenzó a caminar, saliendo del comedor. Aun era "nuevo" en aquella prisión, solo había visitado un poco los dormitorios, el comedor y la entrada principal y el "cuarto de guardias". Tampoco sabia aun que tanta libertad de movimiento se le daba a los Reos, más allá de las horas de recreo en el patio.
Pero aquella prisión era bastante amplia, si el instinto del Panda era correcto, debería haber algún lugar donde almacenen cosas, alguna despensa o algo similar. Era poco probable que lo guarden en una prisión, seria demasiado riesgoso, aunque tampoco era descartable. Ahora el objetivo del oso era encontrar aquel lugar donde estaba el "almacenamiento".
Una forma de conseguir su objetivo era simplemente seguir a alguno de esos muchachos o al mismo cocinero y ver a donde iban, pero a sabiendas que había un "olor particular" Panda podía darse el lujo de buscar el mismo la fuente de aquella peste metálica y así lo hizo. Igualmente si no lograba encontrarlo, simplemente esperaría a que el grupo se pusiera en movimiento, tarde o temprano seguramente actuarían.
El oso, con algo de dificultad pudo captar algunas palabras como "almacenamiento", "turnos" y "entrega", por lo que podía conjeturar gracias a sus habilidades de mercader es que aquellos muchachos estaban tratando con algún tipo de mercancía, una que debían almacenar y entregar en intervalos frecuentes o "turnos".
Es de saber común que en las cárceles suelen contrabandearse diversas sustancias, desde cigarrillos, hasta drogas y alcohol a veces incluso con complicidad de los mismos guardias, no obstante eso no explicaría el olor metálico que se sentía en el ambiente, Panda sospechaba que aquella mercancía debía tener un valor especial.
En efecto el olor metálico parecía estar tanto en el cocinero, como en el grupo, pero donde más, lo que más intrigaba a Panda es donde ocultaban aquella mercancía que debían "mover". Obviamente Panda sabia que no podía preguntárselos directamente, si los confrontaba lo más probable es que termine en una riña que podría terminar mal, no obstante existía la posibilidad de extorsionarlos si conseguía una "muestra" de aquello.
Ya con la panza llena y las dudas claras, el oso se levanto de su silla y comenzó a caminar, saliendo del comedor. Aun era "nuevo" en aquella prisión, solo había visitado un poco los dormitorios, el comedor y la entrada principal y el "cuarto de guardias". Tampoco sabia aun que tanta libertad de movimiento se le daba a los Reos, más allá de las horas de recreo en el patio.
Pero aquella prisión era bastante amplia, si el instinto del Panda era correcto, debería haber algún lugar donde almacenen cosas, alguna despensa o algo similar. Era poco probable que lo guarden en una prisión, seria demasiado riesgoso, aunque tampoco era descartable. Ahora el objetivo del oso era encontrar aquel lugar donde estaba el "almacenamiento".
Una forma de conseguir su objetivo era simplemente seguir a alguno de esos muchachos o al mismo cocinero y ver a donde iban, pero a sabiendas que había un "olor particular" Panda podía darse el lujo de buscar el mismo la fuente de aquella peste metálica y así lo hizo. Igualmente si no lograba encontrarlo, simplemente esperaría a que el grupo se pusiera en movimiento, tarde o temprano seguramente actuarían.