
Sirius Herald
Eleos
24-12-2024, 01:25 AM
(Última modificación: 24-12-2024, 01:26 AM por Sirius Herald.)
Bueno, pues resultaba que desde que se enteraron, la mayoría de personas quería irse derechitas al North blue, la verdad es que no era algo que consiguiera entender del todo, era un lugar.... frio, húmedo, que no me malinterpreten, a mí el frio no me molesta en lo absoluto, pero cuidar las alas en ese tipo de ambiente era bastante inconveniente, pero bueno, ya estábamos en invierno, una buena época del año, perfecta para ganarse el cariño de las personas mas familiares, aquellas que echan de menos a sus familias, no era una estación que a mi me generara nada especial, no tenía ningún tipo de recuerdo de siquiera si tenía una familia.
Por suerte aún no había salido el sol cuando me dispuse a preparar el equipo. Desperté antes de que Henry irrumpiera en mi puerta (cosa que hace más a menudo de la que me gustaría admitir) y para mi sorpresa, me encontré con un folleto mal doblado asomando de debajo de mi cama. ¿Cómo rayos llegaron ahí?, no recordaba haberme traído publicidad en ningún momento, que raro, simplemente supuse que alguno de mis compañeros de escuadrón lo había dejado por accidente cuando nos reunimos a repasar informes anoche sobre algunas investigaciones mientras yo les hablaba del artifice. Era el mismo panfleto del que todos hablaban… “Pulpos voladores”, “Viajes prácticamente regalados”, “North Blue”… mira, voy a ser sincero, al verlo me reí a carcajada limpia. ¿En serio? ¿Pulpos gigantes que sirven de globos aerostáticos? Jamás pensé que vería algo así, ni en mis sueños más extraños. Las creaciones del artifice eran de los mas inesperadas a decir verdad. Pero igualmente no me quedó tiempo para indagar más. Tenía que organizarme para el entrenamiento matutino antes de irme, era bastante metódico con mi rutina: correría alrededor de la base G-23, pero poco tiempo. Igualmente, No podía saltarme mis ejercicios de respiración, que me ayudaban a mantener la cabeza fría cuando las situaciones se ponen tensas.
Fue en medio de esos ejercicios cuando sentí los pasillos de la base estremecerse: Henry corría de un lado a otro gritando nuestros nombres. “Sirius, estaré esperando en el muelle, no se tarden”, me gritó desde quién sabe dónde, porque no lo vi físicamente. Esa es una de las muchas cosas que me gustan de Henry… (a parte de su aspecto) su efusividad me contagiaba un poco de energía, aunque no siempre se lo demuestre, pues debía mantenerme sereno todo el rato, esa era mi fachada personal.
Terminé la práctica y me dirigí a la habitación para recoger las pocas cosas que llevaría. Tuve que pensarlo bien… en el North Blue hace más frío que en Kilombo, y no quería quedarme congelado por confiarme. Cuando puse un pie fuera de la base, la brisa invernal me recibió con un soplo helado en el rostro. Hay días en que el frío se siente vivificante, pero ese día noté algo más… ¿excitación en el aire? No era solo mía, sino de toda la gente que se aglomeraba camino al muelle de Rostock. Era una mezcla de asombro y nerviosismo que te erizaba la piel. Mientras caminaba, me iba topando con familias enteras, mercaderes, niños llorando, perros corriendo entre las piernas de la gente… prácticamente media isla quería ver con sus propios ojos a los supuestos pulpos gigantes. Aunque a decir verdad…. Viendo todo el alboroto, decidí que la mejor opción que tenía era llegar volando, quería saltarme cualquier tipo de cola que pudiera. Al llegar al muelle, entendí el porqué de tanto alboroto. Una fila interminable de curiosos y viajeros formaba un túnel humano que desembocaba en un espectáculo insólito: ¡un pulpo tan grande que su cabeza parecía eclipsar parte del cielo!, que cosa más rara.
Busqué a mis compañeros sobrevolando un poco el ambiente y al poco rato localicé a Henry y Arthur; este último se veía más serio de lo normal, aunque alcancé a distinguir un atisbo de asombro en sus ojos cuando miró al pulpo. Henry estaba tan entusiasmado que no paraba de saludar a todo el mundo y de echar miradas al coloso aéreo, descendí como ave rapaz de manera ágil, aterrizando de forma sublima a su lado sin impactar contra nadie, plegando mis alas por debajo de mi cintura como solía hacer. -Hola compañeros, ¿Lindo día, verdad? todo gracias al artifice... ¿como estáis? espero que estéis bien preparados. Juntaría mis manos de forma religiosa, sonriendo feliz.
Por suerte aún no había salido el sol cuando me dispuse a preparar el equipo. Desperté antes de que Henry irrumpiera en mi puerta (cosa que hace más a menudo de la que me gustaría admitir) y para mi sorpresa, me encontré con un folleto mal doblado asomando de debajo de mi cama. ¿Cómo rayos llegaron ahí?, no recordaba haberme traído publicidad en ningún momento, que raro, simplemente supuse que alguno de mis compañeros de escuadrón lo había dejado por accidente cuando nos reunimos a repasar informes anoche sobre algunas investigaciones mientras yo les hablaba del artifice. Era el mismo panfleto del que todos hablaban… “Pulpos voladores”, “Viajes prácticamente regalados”, “North Blue”… mira, voy a ser sincero, al verlo me reí a carcajada limpia. ¿En serio? ¿Pulpos gigantes que sirven de globos aerostáticos? Jamás pensé que vería algo así, ni en mis sueños más extraños. Las creaciones del artifice eran de los mas inesperadas a decir verdad. Pero igualmente no me quedó tiempo para indagar más. Tenía que organizarme para el entrenamiento matutino antes de irme, era bastante metódico con mi rutina: correría alrededor de la base G-23, pero poco tiempo. Igualmente, No podía saltarme mis ejercicios de respiración, que me ayudaban a mantener la cabeza fría cuando las situaciones se ponen tensas.
Fue en medio de esos ejercicios cuando sentí los pasillos de la base estremecerse: Henry corría de un lado a otro gritando nuestros nombres. “Sirius, estaré esperando en el muelle, no se tarden”, me gritó desde quién sabe dónde, porque no lo vi físicamente. Esa es una de las muchas cosas que me gustan de Henry… (a parte de su aspecto) su efusividad me contagiaba un poco de energía, aunque no siempre se lo demuestre, pues debía mantenerme sereno todo el rato, esa era mi fachada personal.
Terminé la práctica y me dirigí a la habitación para recoger las pocas cosas que llevaría. Tuve que pensarlo bien… en el North Blue hace más frío que en Kilombo, y no quería quedarme congelado por confiarme. Cuando puse un pie fuera de la base, la brisa invernal me recibió con un soplo helado en el rostro. Hay días en que el frío se siente vivificante, pero ese día noté algo más… ¿excitación en el aire? No era solo mía, sino de toda la gente que se aglomeraba camino al muelle de Rostock. Era una mezcla de asombro y nerviosismo que te erizaba la piel. Mientras caminaba, me iba topando con familias enteras, mercaderes, niños llorando, perros corriendo entre las piernas de la gente… prácticamente media isla quería ver con sus propios ojos a los supuestos pulpos gigantes. Aunque a decir verdad…. Viendo todo el alboroto, decidí que la mejor opción que tenía era llegar volando, quería saltarme cualquier tipo de cola que pudiera. Al llegar al muelle, entendí el porqué de tanto alboroto. Una fila interminable de curiosos y viajeros formaba un túnel humano que desembocaba en un espectáculo insólito: ¡un pulpo tan grande que su cabeza parecía eclipsar parte del cielo!, que cosa más rara.
Busqué a mis compañeros sobrevolando un poco el ambiente y al poco rato localicé a Henry y Arthur; este último se veía más serio de lo normal, aunque alcancé a distinguir un atisbo de asombro en sus ojos cuando miró al pulpo. Henry estaba tan entusiasmado que no paraba de saludar a todo el mundo y de echar miradas al coloso aéreo, descendí como ave rapaz de manera ágil, aterrizando de forma sublima a su lado sin impactar contra nadie, plegando mis alas por debajo de mi cintura como solía hacer. -Hola compañeros, ¿Lindo día, verdad? todo gracias al artifice... ¿como estáis? espero que estéis bien preparados. Juntaría mis manos de forma religiosa, sonriendo feliz.