No Name
Miku
24-12-2024, 07:06 AM
— Rabbit... Hole? ¿De dond... ah, supongo que el comandante debió confundirse - dijo la pequeña coneja, rascándose la cabeza y bostezando, mientras se revisaba la mano, olfateándola con cierto desinterés - No, no soy ni Rabbit ni Hole, y no tengo un pseudónimo como tal, así que dejo que me llamen Rabbit porque es más cómodo... - terminó, antes de comenzar a hurgarse la nariz, buscando alguna dureza que pudiera sacar. Tras un momento de concentración, se limpió la mano con un gesto despectivo y, con una sonrisa burlona, la levantó, mostrando el moco recién extraído, haciendo burla de las palabras de aquel hombre que los estaba comandando - Tu energía... - dijo, con un tono que dejaba claro que la falta de esa energía era una tortura para todos, como si fuera una broma interna que nadie más entendía.
Con un suspiro profundo, se dejó caer sobre el escritorio, postrándose allí como si fuera un almohadón de peluche, intentando desconectar su cerebro de cualquier pensamiento. "Nada... en absoluto... no pensar en nada...", se repetía a sí misma, cerrando los ojos con fuerza. Pero, como siempre, el universo tenía otros planes para ella. Poco a poco, el volumen de una de sus personalidades comenzó a subir en su cabeza, hasta que no pudo ignorarlo más. La maldita canción, ese maldito villancico...
¡Aaah! ¡Qué desgracia, qué vergüenza! ¡Nooo! ¡Mi nombre cambió! ¡Aaaah! ¡Cada vez que ella canta! ¡Maldita sea! - pensaba la Rabbit que no era Rabbit, luchando por mantener el control mientras la melodía se apoderaba de su mente - Bueno, ni modo, la canción es pegajosa... - se resignó al final, dejándose llevar por la absurda alegría que traía consigo la tonada.
Mientras su mente divagaba entre caos y resignación, su cuerpo, como siempre, actuó por instinto. Sin pensarlo, tomó el Den Den Mushi, lo posó sobre su espalda como si fuera un báculo gigante, y lo llevó con una destreza casi cómica. Agilmente, se posó sobre el hombro de Galhard, como si fuera la cosa más natural del mundo, y se acomodó allí, buscando un bolsillo donde pudiera meterse y dormir una siesta tranquila.
Estimado joven marine, me pareces más simpático que la escoria esa... ¿puedo viajar contigo? - preguntó, con una sonrisa traviesa mientras se acomodaba aún más en el hombro de Galhard, buscando la mejor postura para dormir. La cabeza se le caía un poco hacia un lado, pero nada parecía importarle.
Con un suspiro profundo, se dejó caer sobre el escritorio, postrándose allí como si fuera un almohadón de peluche, intentando desconectar su cerebro de cualquier pensamiento. "Nada... en absoluto... no pensar en nada...", se repetía a sí misma, cerrando los ojos con fuerza. Pero, como siempre, el universo tenía otros planes para ella. Poco a poco, el volumen de una de sus personalidades comenzó a subir en su cabeza, hasta que no pudo ignorarlo más. La maldita canción, ese maldito villancico...
¡Aaah! ¡Qué desgracia, qué vergüenza! ¡Nooo! ¡Mi nombre cambió! ¡Aaaah! ¡Cada vez que ella canta! ¡Maldita sea! - pensaba la Rabbit que no era Rabbit, luchando por mantener el control mientras la melodía se apoderaba de su mente - Bueno, ni modo, la canción es pegajosa... - se resignó al final, dejándose llevar por la absurda alegría que traía consigo la tonada.
Mientras su mente divagaba entre caos y resignación, su cuerpo, como siempre, actuó por instinto. Sin pensarlo, tomó el Den Den Mushi, lo posó sobre su espalda como si fuera un báculo gigante, y lo llevó con una destreza casi cómica. Agilmente, se posó sobre el hombro de Galhard, como si fuera la cosa más natural del mundo, y se acomodó allí, buscando un bolsillo donde pudiera meterse y dormir una siesta tranquila.
Estimado joven marine, me pareces más simpático que la escoria esa... ¿puedo viajar contigo? - preguntó, con una sonrisa traviesa mientras se acomodaba aún más en el hombro de Galhard, buscando la mejor postura para dormir. La cabeza se le caía un poco hacia un lado, pero nada parecía importarle.