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Mayura Pavone
El Pavo Real del Oceano
26-12-2024, 08:50 AM
El aire frío del invierno se sentía como una bofetada al despertar esa mañana en Loguetown, pero Mayura apenas lo notaba pues sus pensamientos estaban ocupados en las aventuras vividas durante el verano y el otoño. Aquellos días intensos habían sido una vorágine de emociones y desafíos. El verano había sido un acto brillante en su obra personal, lleno de encuentros, risas, peligros y momentos que dejaron cicatrices tanto literal como figurativamente. Cada escena lo había empujado a mostrarse más fuerte, más astuto y, por supuesto, más teatral. El otoño, en cambio, había sido como un intermedio; menos brillante, pero igualmente importante para preparar el terreno de lo que estaba por venir.
Ahora, con el inicio del invierno, el telón se levantaba una vez más, y Mayura sentía en sus huesos que este sería uno de los actos más importantes de su vida. Las palabras de la carta de Derian, su nakama y amigo, aún resonaban en su mente. Necesitaba la ayuda de la mano del destino para recuperar lo que le pertenecía. Y, como siempre, el Pavo Real del Océano no podía negarse a ser parte de un drama real, así como de ayudar a sus compañeros.
Con su elegante abrigo de terciopelo negro, adornado con bordados dorados en forma de plumas estilizadas, Mayura caminó con gracia hacia el puerto donde la Vela de Plata, el barco de Derian, lo esperaba junto a los demás miembros de la tripulación. La vista de aquella majestuosa embarcación lo hizo sonreír; siempre había algo teatralmente trágico y hermoso en la figura de Derian, un aspecto tan sombrío como sensual que revivía incontable veces la curiosidad y el entusiasmo de Mayura.
Antes de embarcar, Mayura dejó que sus pensamientos se deslizaran hacia el Mar del Norte, el destino que pronto compartirían. " Una tierra fría, un trono perdido, y un hermano traidor. ¡Qué delicia! Una obra tan intensa que hasta mi madre se levantaría para aplaudir. " Pero había algo más que hacía que su sangre se calentara a pesar del frío; el gran regalo que había encargado. No podía esperar a ver la expresión de sus compañeros cuando les mostrara el Ala del Destino, un balandro majestuoso que representaría su vínculo y las futuras aventuras que los aguardaban.
" Antes de llegar a la isla, haremos una breve parada para recogerlo. " Pensó con una sonrisa traviesa mientras subía a bordo de la Vela de Plata mirando de reojo a sus camaradas. La reunión en cubierta estaba cargada de expectativa. Alpha, Derian y Katharina ya estaban allí, cada uno con su propio aire de misterio y propósito. Mayura hizo una teatral reverencia al unirse a ellos. — Queridos míos, el frío invernal solo hace que nuestro encuentro sea más cálido, ¿no creen? Derian, ¿listo para reclamar tu trono perdido? — Mencionó dejando que su voz resonara con esa mezcla de confianza y dramatismo que siempre lo caracterizaba, mientras su mirada se posó en su misterioso compañero con una mezcla de apoyo sincero y emoción por la aventura que los esperaba.
Mientras se acomodaba junto al grupo, Mayura permitió que su mente viajara hacia el futuro cercano. El Mar del Norte los esperaba con desafíos que solo la Mano del Destino podía enfrentar. Pero antes de que todo comenzara, él tenía una sorpresa que revelar. " Aún no es el momento." Pensó, conteniendo su emoción. Pronto, muy pronto, les mostraría el regalo que había preparado para ellos. Y así, cuando ya todo estaba listo, el Pavo Real del Océano y sus nakamas se adentraron en el próximo capítulo de su historia. Un capítulo lleno de intrigas, retos y, por supuesto, la promesa de ser recordados como las plumas más brillantes del océano. Una historia que estaba a punto de empezar con el gigantesco pulpo que se sujetó al barco e infló, haciéndoles flotar por el aire hacia su nuevo destino.
Ahora, con el inicio del invierno, el telón se levantaba una vez más, y Mayura sentía en sus huesos que este sería uno de los actos más importantes de su vida. Las palabras de la carta de Derian, su nakama y amigo, aún resonaban en su mente. Necesitaba la ayuda de la mano del destino para recuperar lo que le pertenecía. Y, como siempre, el Pavo Real del Océano no podía negarse a ser parte de un drama real, así como de ayudar a sus compañeros.
Con su elegante abrigo de terciopelo negro, adornado con bordados dorados en forma de plumas estilizadas, Mayura caminó con gracia hacia el puerto donde la Vela de Plata, el barco de Derian, lo esperaba junto a los demás miembros de la tripulación. La vista de aquella majestuosa embarcación lo hizo sonreír; siempre había algo teatralmente trágico y hermoso en la figura de Derian, un aspecto tan sombrío como sensual que revivía incontable veces la curiosidad y el entusiasmo de Mayura.
Antes de embarcar, Mayura dejó que sus pensamientos se deslizaran hacia el Mar del Norte, el destino que pronto compartirían. " Una tierra fría, un trono perdido, y un hermano traidor. ¡Qué delicia! Una obra tan intensa que hasta mi madre se levantaría para aplaudir. " Pero había algo más que hacía que su sangre se calentara a pesar del frío; el gran regalo que había encargado. No podía esperar a ver la expresión de sus compañeros cuando les mostrara el Ala del Destino, un balandro majestuoso que representaría su vínculo y las futuras aventuras que los aguardaban.
" Antes de llegar a la isla, haremos una breve parada para recogerlo. " Pensó con una sonrisa traviesa mientras subía a bordo de la Vela de Plata mirando de reojo a sus camaradas. La reunión en cubierta estaba cargada de expectativa. Alpha, Derian y Katharina ya estaban allí, cada uno con su propio aire de misterio y propósito. Mayura hizo una teatral reverencia al unirse a ellos. — Queridos míos, el frío invernal solo hace que nuestro encuentro sea más cálido, ¿no creen? Derian, ¿listo para reclamar tu trono perdido? — Mencionó dejando que su voz resonara con esa mezcla de confianza y dramatismo que siempre lo caracterizaba, mientras su mirada se posó en su misterioso compañero con una mezcla de apoyo sincero y emoción por la aventura que los esperaba.
Mientras se acomodaba junto al grupo, Mayura permitió que su mente viajara hacia el futuro cercano. El Mar del Norte los esperaba con desafíos que solo la Mano del Destino podía enfrentar. Pero antes de que todo comenzara, él tenía una sorpresa que revelar. " Aún no es el momento." Pensó, conteniendo su emoción. Pronto, muy pronto, les mostraría el regalo que había preparado para ellos. Y así, cuando ya todo estaba listo, el Pavo Real del Océano y sus nakamas se adentraron en el próximo capítulo de su historia. Un capítulo lleno de intrigas, retos y, por supuesto, la promesa de ser recordados como las plumas más brillantes del océano. Una historia que estaba a punto de empezar con el gigantesco pulpo que se sujetó al barco e infló, haciéndoles flotar por el aire hacia su nuevo destino.