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Iris
La bala blanca
26-12-2024, 02:09 PM
— Que sí merluzo, que mis fuentes son fiables. ¿Qué te apuestas? —Iris respondió a Angelo, mientras observaba a lo lejos como la figura del Baratie se iba haciendo cada vez más grande— Si tengo razón me compras una cajetilla de tabaco.
Durante el otoño se habían separado del grupo de "socios" que habían conocido en el Baratie para resolver los asuntos pendientes que tenían cada uno por su cuenta. Habían decidido reunirse allí porque era el punto en el que se habían conocido y probablemente fuera el punto de más fácil acceso. Total habían muchos barcos mercantes que se acercaban hacía el restaurante a comerciar y esos eran los más fáciles de colarse como polizones. Aunque después de su último viaje habían decidido que las amenazas eran mejor plan que quedarse escondidos. Eso les permitía moverse por el barco libremente, comer lo que quisieran y, lo más importante de todo, le dejaba total libertad a Iris para fumarse todos los cigarros que quería.
— Gracias, guapo— Iris le dio un golpe en el brazo al capitán del barco cuando llegaron a puerto— Y saluda a Timmy de mi parte eh, me alegro tanto de que ese el cabroncete siga vivo.
Había descubierto que era el primo del chaval y desde entonces el trato que habían recibido los marineros había pasado de ser amenazante a amigable. Si es que en el fondo eran unos buenazos.
Iris bajó del barco y observó la multitud de personas que se acumulaban en aquel lugar. Una sonrisa se le formó e los labios al ver los pulpos y miró a Angelo de reojo.
—Te lo dije.
Fue entonces cuando su compañero divisó a lo lejos a aquel mocoso ladronzuelo que tantos problemas les había causado cuando se conocieron. Acercándose a él la chica le acercó la mano a modo de saludo.
—¡Hombre, enano! Cuanto tiempo. ¿Va a venir alguien más o se han rajado todos?
Durante el otoño se habían separado del grupo de "socios" que habían conocido en el Baratie para resolver los asuntos pendientes que tenían cada uno por su cuenta. Habían decidido reunirse allí porque era el punto en el que se habían conocido y probablemente fuera el punto de más fácil acceso. Total habían muchos barcos mercantes que se acercaban hacía el restaurante a comerciar y esos eran los más fáciles de colarse como polizones. Aunque después de su último viaje habían decidido que las amenazas eran mejor plan que quedarse escondidos. Eso les permitía moverse por el barco libremente, comer lo que quisieran y, lo más importante de todo, le dejaba total libertad a Iris para fumarse todos los cigarros que quería.
— Gracias, guapo— Iris le dio un golpe en el brazo al capitán del barco cuando llegaron a puerto— Y saluda a Timmy de mi parte eh, me alegro tanto de que ese el cabroncete siga vivo.
Había descubierto que era el primo del chaval y desde entonces el trato que habían recibido los marineros había pasado de ser amenazante a amigable. Si es que en el fondo eran unos buenazos.
Iris bajó del barco y observó la multitud de personas que se acumulaban en aquel lugar. Una sonrisa se le formó e los labios al ver los pulpos y miró a Angelo de reojo.
—Te lo dije.
Fue entonces cuando su compañero divisó a lo lejos a aquel mocoso ladronzuelo que tantos problemas les había causado cuando se conocieron. Acercándose a él la chica le acercó la mano a modo de saludo.
—¡Hombre, enano! Cuanto tiempo. ¿Va a venir alguien más o se han rajado todos?