
Umibozu
El Naufragio
28-12-2024, 02:20 AM
-¿Esa no es La Alborada?
-Sí-lurk.
-¡Qué se van! ¡Están todos encima del barco!
Solté la calada apuradamente, creando una pequeña nube de humo a mis pies. Sin perder tiempo me levanté y di un salto para agarrarme a la borda del barco que ya ascendía en el aire sostenido por uno de aquellos pulpos. Segundos más tarde ya estaba a bordo del navío con todos los demás.
Allí estaba Rag, con su aire imponente, como siempre. Ahora…
-¡Por las ancas de mi tia! ¡Pero qué pasada! ¿Se lo has puesto tú?
Llevaba un brazo mecánico. Timsy tenía un par de estrellas como ojos, emocionado como estaba por el implante. Desde hacía algún tiempo había empezado a mostrar interés por los inventos de Airgid, a la que no veíamos desde hacía tiempo y que también estaba allí. La joven guerrera había partido tiempo atrás en busca del padre de sus retoños, que para mi sorpresa ¡eran tres!, que tras nuestro naufragio había desparecido. Desde entonces no la habíamos visto. Parecía mentira como un viaje que había nacido de la alegría había terminado en tragedia temporal. Por suerte todos nos acabábamos de reencontrar. Allí también estaban Asradi y Ubben, con quienes había estado todo este tiempo. Y Sasurai, a quien había conocido tiempo atrás en DemonTooth, poco antes de naufragar. Pensándolo ahora en retrospectiva el viaje había ido magníficamente hasta que él subió al barco. En nuestro primer viaje naufragamos… Quizás tendría que habérmelo comido en aquel instante por traer mala suerte. Para su fortuna, no era supersticioso.
-¡Wala! ¡Qué alto estamos! – dijo Timsy asomándose por la borda cuando podíamos acariciar ya las nubes – Aquí arriba empieza a hacer frio. Será mejor que vaya a por algo.
Mientras tanto yo fui a hablar con Rag y Airgid. Quería saber cómo estaban y qué había sido de ellos todo este tiempo. A pesar de ser un ser tirando a sobrio y sereno, podía notarse calidez y alegría en mis palabras por el reencuentro. Ellos habían sido mi familia durante un tiempo. Una familia particular y con un origen un tanto peculiar, cierto, con unas relaciones algo atípicas, correcto, pero así los consideraba.
-¿Cómo se llaman-lurk? – pregunté a los padres de los críos. Traté de mostrarme afable e inofensivo, aunque bien sabía que mi aspecto distaba mucho de ser ambas cosas.
-Aquí está.
Pronto agradecí lo que había traído mi hermanito pequeño, pues la tormenta que se estaba formando al cruzar la Red Line no auguraba nada bueno.
-Pinta feo-lurk…
-Sí-lurk.
-¡Qué se van! ¡Están todos encima del barco!
Solté la calada apuradamente, creando una pequeña nube de humo a mis pies. Sin perder tiempo me levanté y di un salto para agarrarme a la borda del barco que ya ascendía en el aire sostenido por uno de aquellos pulpos. Segundos más tarde ya estaba a bordo del navío con todos los demás.
Allí estaba Rag, con su aire imponente, como siempre. Ahora…
-¡Por las ancas de mi tia! ¡Pero qué pasada! ¿Se lo has puesto tú?
Llevaba un brazo mecánico. Timsy tenía un par de estrellas como ojos, emocionado como estaba por el implante. Desde hacía algún tiempo había empezado a mostrar interés por los inventos de Airgid, a la que no veíamos desde hacía tiempo y que también estaba allí. La joven guerrera había partido tiempo atrás en busca del padre de sus retoños, que para mi sorpresa ¡eran tres!, que tras nuestro naufragio había desparecido. Desde entonces no la habíamos visto. Parecía mentira como un viaje que había nacido de la alegría había terminado en tragedia temporal. Por suerte todos nos acabábamos de reencontrar. Allí también estaban Asradi y Ubben, con quienes había estado todo este tiempo. Y Sasurai, a quien había conocido tiempo atrás en DemonTooth, poco antes de naufragar. Pensándolo ahora en retrospectiva el viaje había ido magníficamente hasta que él subió al barco. En nuestro primer viaje naufragamos… Quizás tendría que habérmelo comido en aquel instante por traer mala suerte. Para su fortuna, no era supersticioso.
-¡Wala! ¡Qué alto estamos! – dijo Timsy asomándose por la borda cuando podíamos acariciar ya las nubes – Aquí arriba empieza a hacer frio. Será mejor que vaya a por algo.
Mientras tanto yo fui a hablar con Rag y Airgid. Quería saber cómo estaban y qué había sido de ellos todo este tiempo. A pesar de ser un ser tirando a sobrio y sereno, podía notarse calidez y alegría en mis palabras por el reencuentro. Ellos habían sido mi familia durante un tiempo. Una familia particular y con un origen un tanto peculiar, cierto, con unas relaciones algo atípicas, correcto, pero así los consideraba.
-¿Cómo se llaman-lurk? – pregunté a los padres de los críos. Traté de mostrarme afable e inofensivo, aunque bien sabía que mi aspecto distaba mucho de ser ambas cosas.
-Aquí está.
Pronto agradecí lo que había traído mi hermanito pequeño, pues la tormenta que se estaba formando al cruzar la Red Line no auguraba nada bueno.
-Pinta feo-lurk…