
Gautama D. Lovecraft
El Ascendido
29-12-2024, 07:39 PM
Finalmente, el trato quedó zanjado con los piratas de mierda que en cuanto los pille los entro al trullo apuestos y honrados tipos que entregaron a la sabandija de Muzen. Los días para este último habían acabado y pasaría el resto de los mismos entre los barrotes de la base o incluso de alguna de peor reputación. Aunque eran múltiples las amenazas que el East Blue aún guardaba, al menos saber que una de ellas ya no atormentaría a quienes se cruzasen en su camino era un leve alivio entre tanto salvajismo delictivo.
El encuentro acabó con un inesperado brindis como motivo de celebración de ambas partes, guardando incluso entre las mismas un vínculo que parecía tener buena sinergia de manera aparente, ¿lograrían los mismos marines convencer a esos jóvenes de recalar en las filas de la marina?, parecían bastante liberados y querer no estar bajo órdenes de ningún superior, pero sin duda alguna, si habían podido capturar a un criminal de tales dimensiones, su aporte a la marine sería muy bienvenido, pues las fuerzas del orden siempre disponían de recursos suficientes como para intentar mitigar todo mal, no obstante toda ayuda era bien recibida.
Las despedidas no tardarían mucho en llegar y los jóvenes saldrían del G-23 con su jugosa recompensa, y los ilustrados marines de la puerta se despedirían para volver a su labor, su turno aún no había acabado. La base ahora debía de levantar una cauta vigilancia ante un posible asalto por parte de posibles aliados de Muzen, pues entraba dentro del protocolo de La Marine, que este tipo de malhechores contaban con múltiples contactos que podrían venir a rescatarlo. Por ello, su internamiento y aislamiento debería de ser de una rigurosa vigilancia hasta acomodarlo como es debido en el lugar que le corresponda.
El sistema de wanteds parecía dar estos resultados y La Marina, se beneficiaba de este tipo de acciones por parte de cazarrecompensas como Byron y sus compañeros, su contribución a la causa en la lucha contra la piratería limpiaba mares, costas e islas de todos los indeseables que campan a sus anchas a lo largo y ancho de este basto mundo, por ello, era de agradecer todos sus esfuerzos. ¿Volverían a verlos en una siguiente ocasión?, solo el destino lo sabría.
El encuentro acabó con un inesperado brindis como motivo de celebración de ambas partes, guardando incluso entre las mismas un vínculo que parecía tener buena sinergia de manera aparente, ¿lograrían los mismos marines convencer a esos jóvenes de recalar en las filas de la marina?, parecían bastante liberados y querer no estar bajo órdenes de ningún superior, pero sin duda alguna, si habían podido capturar a un criminal de tales dimensiones, su aporte a la marine sería muy bienvenido, pues las fuerzas del orden siempre disponían de recursos suficientes como para intentar mitigar todo mal, no obstante toda ayuda era bien recibida.
Las despedidas no tardarían mucho en llegar y los jóvenes saldrían del G-23 con su jugosa recompensa, y los ilustrados marines de la puerta se despedirían para volver a su labor, su turno aún no había acabado. La base ahora debía de levantar una cauta vigilancia ante un posible asalto por parte de posibles aliados de Muzen, pues entraba dentro del protocolo de La Marine, que este tipo de malhechores contaban con múltiples contactos que podrían venir a rescatarlo. Por ello, su internamiento y aislamiento debería de ser de una rigurosa vigilancia hasta acomodarlo como es debido en el lugar que le corresponda.
El sistema de wanteds parecía dar estos resultados y La Marina, se beneficiaba de este tipo de acciones por parte de cazarrecompensas como Byron y sus compañeros, su contribución a la causa en la lucha contra la piratería limpiaba mares, costas e islas de todos los indeseables que campan a sus anchas a lo largo y ancho de este basto mundo, por ello, era de agradecer todos sus esfuerzos. ¿Volverían a verlos en una siguiente ocasión?, solo el destino lo sabría.