En la bodega de un barco que surcaba los cielos, llevado por un enorme pulpo globo, No Name dormía profundamente. Para cualquiera, el sonido del viento rugiendo, las cuerdas tensándose y los gritos de la tripulación habrían sido señales alarmantes. Pero para No Name, todo eso era un concierto lejano que apenas perturbaba su descanso.
Acurrucada en un rincón entre cajas y barriles, envuelta en un trozo de tela que había encontrado, la pequeña Komink estaba completamente ajena al caos que reinaba en la cubierta superior. Soñaba con cosas tranquilas, campos de flores, cielos despejados y una vida sin barcos voladores ni pulpos globo.
Arriba, el barco se tambaleaba peligrosamente mientras el pulpo hacía lo posible por mantener el equilibrio en medio de fuertes corrientes de aire. Las velas flameaban descontroladas, y los tripulantes corrían de un lado a otro intentando seguir las órdenes del capitán, quien gritaba desesperado para evitar que la embarcación volcara. Pero nada de eso llegaba a No Name.
Un barril cercano se deslizó, golpeando la madera con un ruido seco, pero No Name solo murmuró algo en sueños y se dio media vuelta, ajustando la tela que la cubría. El barco dio un brusco giro tras una corriente ascendente, y una caja cayó de una repisa, aterrizando justo al lado de ella.
Esta vez, el impacto fue suficiente para hacerla abrir un ojo. Parpadeó lentamente, con expresión soñolienta, mientras miraba a su alrededor. La bodega se inclinaba levemente, y algunos objetos rodaban de un lado a otro - Otra vez con esto… - murmuró con su irritante voz, todavía medio dormida, mientras se estiraba como si nada estuviera pasando.
Arriba, el caos continuaba. Las voces de la tripulación se alzaron en un coro de desesperación, y una ráfaga de viento hizo que la embarcación girara sobre sí misma.
No Name frunció el ceño, incómoda por el movimiento - ¿Es mucho pedir un poco de silencio? - dijo en voz baja, aunque sabía que nadie podía escucharla. El barco volvió a estabilizarse, aunque no por mucho tiempo. Otro movimiento brusco la hizo rodar unos centímetros junto con su improvisada cama. Sin embargo, en lugar de alarmarse, simplemente se acomodó de nuevo, como si todo aquello fuera parte de una rutina normal.
Mientras tanto, gotas de agua comenzaban a filtrarse por las tablas del techo. No Name notó una de esas gotas caer cerca de su rostro, pero en lugar de levantarse, se limitó a cubrirse mejor con su tela - Que lo arreglen ellos… - susurró, cerrando los ojos nuevamente.
Y así, mientras el barco volaba tambaleándose por los cielos, llevado por el cansado pulpo globo, No Name continuó durmiendo plácidamente, como si el caos fuera solo otro detalle insignificante en su pequeño mundo de sueños. Si, tiene Narcolepsia.
Acurrucada en un rincón entre cajas y barriles, envuelta en un trozo de tela que había encontrado, la pequeña Komink estaba completamente ajena al caos que reinaba en la cubierta superior. Soñaba con cosas tranquilas, campos de flores, cielos despejados y una vida sin barcos voladores ni pulpos globo.
Arriba, el barco se tambaleaba peligrosamente mientras el pulpo hacía lo posible por mantener el equilibrio en medio de fuertes corrientes de aire. Las velas flameaban descontroladas, y los tripulantes corrían de un lado a otro intentando seguir las órdenes del capitán, quien gritaba desesperado para evitar que la embarcación volcara. Pero nada de eso llegaba a No Name.
Un barril cercano se deslizó, golpeando la madera con un ruido seco, pero No Name solo murmuró algo en sueños y se dio media vuelta, ajustando la tela que la cubría. El barco dio un brusco giro tras una corriente ascendente, y una caja cayó de una repisa, aterrizando justo al lado de ella.
Esta vez, el impacto fue suficiente para hacerla abrir un ojo. Parpadeó lentamente, con expresión soñolienta, mientras miraba a su alrededor. La bodega se inclinaba levemente, y algunos objetos rodaban de un lado a otro - Otra vez con esto… - murmuró con su irritante voz, todavía medio dormida, mientras se estiraba como si nada estuviera pasando.
Arriba, el caos continuaba. Las voces de la tripulación se alzaron en un coro de desesperación, y una ráfaga de viento hizo que la embarcación girara sobre sí misma.
No Name frunció el ceño, incómoda por el movimiento - ¿Es mucho pedir un poco de silencio? - dijo en voz baja, aunque sabía que nadie podía escucharla. El barco volvió a estabilizarse, aunque no por mucho tiempo. Otro movimiento brusco la hizo rodar unos centímetros junto con su improvisada cama. Sin embargo, en lugar de alarmarse, simplemente se acomodó de nuevo, como si todo aquello fuera parte de una rutina normal.
Mientras tanto, gotas de agua comenzaban a filtrarse por las tablas del techo. No Name notó una de esas gotas caer cerca de su rostro, pero en lugar de levantarse, se limitó a cubrirse mejor con su tela - Que lo arreglen ellos… - susurró, cerrando los ojos nuevamente.
Y así, mientras el barco volaba tambaleándose por los cielos, llevado por el cansado pulpo globo, No Name continuó durmiendo plácidamente, como si el caos fuera solo otro detalle insignificante en su pequeño mundo de sueños. Si, tiene Narcolepsia.
![[Imagen: zSI9qnv.png]](https://i.imgur.com/zSI9qnv.png)