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Henry
Tigre Rojo de la Marina
30-12-2024, 11:19 PM
Luego de pensar que uno estiraría la pata más de una vez finalmente llegó aquél hermoso y reconfortante rayo de sol, abrazándonos con su calor. Habíamos llegado al North Blue sanos y salvos a pesar de haber pasado por una caída libre digna de un cuento de terror. El sonido de las gaviotas y el de las olas escurriendose en la arena era como música para los oídos de cualquier tripulante en aquél momento.
Muchos de los que nos acompañaban en el viaje estaban algo desorientados, varios de ellos eran marines del G-23 así que era más fácil para el suboficial Henry organizarlos para así ayudar al resto de la embarcación, el deber de un marine no descansa ni en sus momentos más bajos. — Soldados, si necesitan vomitar ya saben donde está el mar, el resto, ayuden a los demás pasajeros con sus cosas. Si hay heridos hagan favor de reportarlo, hemos llegado a Isla Swallow. —
Una sonrisa se le dibujaba en la cara del joven Henry después de anunciar la llegada a dicha isla. Isla Swallow, la joya de la marina en dicho mar, una isla que se muestra como el bastión de la justicia y el orden en tan peligroso mar. Otro interesante dato sobre aquella isla era la existencia de un gran gremio de cazadores que suele colaborar con los marines. Desde que Henry supo de aquello este moría de curiosidad por conocer a algún cazador e ir juntos a por algún malechor.
Aunque no todo había ido de maravilla en aquél viaje, esos gigantes pulpos rosas qué nos llevaron por los aires como las majestuosas criaturas que eran se habían visto con sus apéndices desgarrados, lo que provocó la caída de aquél navío. Se podía ver a Arthur tomar su gorra marine y bajarla hasta su pecho en señal de respeto hacia aquellas criaturas. Henry también rendía su honor hacia tan nobles criaturas con un saludo marcial, agradeciendo su esfuerzo y servicio.
Arthur se giraba hacia nosotros anunciando nuestra llegada a la Isla Swallow con tremenda emoción, cosa que Henry compartía al cien por ciento. Luego de hablar con los otros dos miembros de la brigada, el viejo Arthur se giró hacia Henry, el cual ayudaba a un par de marines con unas cajas. Arthur le aseguraba al joven marine qué aquello era lo que necesitaban, una aventura con nuevos desafíos, dejándole saber que irían a una taberna en la que él invitaría.
— ¡Jajaja solo no tomes de más, no quiero estar arrastrándote por toda la isla jajaja! — Henry respondía con una mezcla de broma y preocupación, pero se alegraba de que todos estuvieran de ánimos en su llegada al nuevo mar. Arthur nos paró por un momento para avisarnos de que tendríamos que reportarnos ante un superior en la base del G-17 a lo que Henry asintió. — ¡Soldados, prepárense para descargar las cajas, iremos directo al G-17! — esta última parte hizo emocionar al gran parte de los marines del lugar, los cuales agilizaron el paso.
Los demás miembros de la brigada y otros pasajeros salían de la embarcación agradecidos de haber salido con vida y de poder respirar aire fresco nuevamente. Aquél era el inicio de una nueva vida de aventuras y de un mar qué proteger de los que quieren hacerle daño.
Muchos de los que nos acompañaban en el viaje estaban algo desorientados, varios de ellos eran marines del G-23 así que era más fácil para el suboficial Henry organizarlos para así ayudar al resto de la embarcación, el deber de un marine no descansa ni en sus momentos más bajos. — Soldados, si necesitan vomitar ya saben donde está el mar, el resto, ayuden a los demás pasajeros con sus cosas. Si hay heridos hagan favor de reportarlo, hemos llegado a Isla Swallow. —
Una sonrisa se le dibujaba en la cara del joven Henry después de anunciar la llegada a dicha isla. Isla Swallow, la joya de la marina en dicho mar, una isla que se muestra como el bastión de la justicia y el orden en tan peligroso mar. Otro interesante dato sobre aquella isla era la existencia de un gran gremio de cazadores que suele colaborar con los marines. Desde que Henry supo de aquello este moría de curiosidad por conocer a algún cazador e ir juntos a por algún malechor.
Aunque no todo había ido de maravilla en aquél viaje, esos gigantes pulpos rosas qué nos llevaron por los aires como las majestuosas criaturas que eran se habían visto con sus apéndices desgarrados, lo que provocó la caída de aquél navío. Se podía ver a Arthur tomar su gorra marine y bajarla hasta su pecho en señal de respeto hacia aquellas criaturas. Henry también rendía su honor hacia tan nobles criaturas con un saludo marcial, agradeciendo su esfuerzo y servicio.
Arthur se giraba hacia nosotros anunciando nuestra llegada a la Isla Swallow con tremenda emoción, cosa que Henry compartía al cien por ciento. Luego de hablar con los otros dos miembros de la brigada, el viejo Arthur se giró hacia Henry, el cual ayudaba a un par de marines con unas cajas. Arthur le aseguraba al joven marine qué aquello era lo que necesitaban, una aventura con nuevos desafíos, dejándole saber que irían a una taberna en la que él invitaría.
— ¡Jajaja solo no tomes de más, no quiero estar arrastrándote por toda la isla jajaja! — Henry respondía con una mezcla de broma y preocupación, pero se alegraba de que todos estuvieran de ánimos en su llegada al nuevo mar. Arthur nos paró por un momento para avisarnos de que tendríamos que reportarnos ante un superior en la base del G-17 a lo que Henry asintió. — ¡Soldados, prepárense para descargar las cajas, iremos directo al G-17! — esta última parte hizo emocionar al gran parte de los marines del lugar, los cuales agilizaron el paso.
Los demás miembros de la brigada y otros pasajeros salían de la embarcación agradecidos de haber salido con vida y de poder respirar aire fresco nuevamente. Aquél era el inicio de una nueva vida de aventuras y de un mar qué proteger de los que quieren hacerle daño.