Hay rumores sobre…
... una bestia enorme y terrible atemoriza a cualquier infeliz que se acerque a la Isla Momobami.
[Común] [C-Pasado] Los primeros brotes del destino
Juuken
Juuken
-Un placer Juuken, mi nombre es Terence, y este bello paraje se llama Rostock

La respuesta de aquél tipo de extrañas vestimentas no se demoró, se presentó a sí mismo como Terence, y también me dijo el nombre de ese lugar, que era Rostock. Ese debía ser el nombre de la isla, nunca lo había escuchado, trataría de recordarlo, aunque posiblemente se me olvidase de aquí a unos días, tal vez mañana.

De pronto algo extraño y muy rápido sucedió, escuché un sonido bastante fuerte y me giré rápidamente, llamado por ese ruido que hizo que todos mis sentidos se alertaran, pronto podría reaccionar de cualquier forma. Lo que ví hizo que llevara la mano directamente a la empuñadura de mi espada, debía ponerme a la defensiva pues, no entendía por qué, pero ese hombre tan grande estaba apuntando con una enorme arma a Terence. Por lo menos todavía podía recordar que así se llamaba.

Me preparé para desenvainar rápidamente mientras observaba a Lance, si todavía no había desenfundado era por la falta de amenaza hacia él o hacia mí. En parte quería medirme contra esa bestia, aunque sentía que aunque lograse bloquear su ataque podría tener tanta fuerza que me lanzaría detrás como si mi cuerpo tan solo fuese un proyectil lanzado por ese enorme espadón.

Lo único que pude observar en Lance era su gesto de desconcierto, como si él tampoco comprendiese lo que ocurría, sin embargo parecía que estaba hablando directamente con él, tal vez esperando esos vasos de agua. ¿Qué le habría dicho que había provocado ese gesto iracundo en esa bestia gigante?

Las aguas se apaciguaron aparentemente cuando ese hombre retiró el arma y la clavó en el suelo. En parte agradecí no tener que desenfundar, pero ahora me sentía con ganas de una pelea, entonces volvió a hablar de esa forma extraña que tanto me costaba llegar a comprender.

-Dah... Esto no darr un duro. -Parecía alargar mucho algunas palabras, igual tenía un problema en el habla, recuerdo que en el barco había ocasiones que te topabas con algunos hombres que incluso hablaban peor que él, hasta vomitaban y perdían el conocimiento, pero eso según tenía entendido ocurría mucho con los viajes en barco.- ¡DE NUEVO INVITA LA CASA!

Ese tipo que parecía tan iracundo ahora estaba haciendo algo amable con todo el mundo. ¿Nos incluiría eso a nosotros que ya habíamos comido? No sabía cómo reaccionar en ese momento, me quedé serio, perplejo por la situación que acababa de darse lugar, miré alternadamente a Lance y a Terence sin saber qué decir ni a quién. Con Lance nuestras miradas se cruzaron, al parecer él estaba igual que yo, me consolaba el hecho de no ser el único que no comprendiese qué estaba ocurriendo.

El grandullón dijo algo más, pero entre que bajó el volumen y comenzó a armarse jaleo no llegué a entender ni una palabra más, y de por sí ya me costaba. Al volver mi mirada hacia Terence comprendí que la situación se había relajado, él era quien había sido amenazado y ahora parecía más calmado con un gesto más relajado y despreocupado aparentemente. Él también parecía haber estado alerta sujetando su arma, y al soltarla chocó ligeramente con la de Lance, quien estaba presentándose al cocinero. Dijo que era de Elbaf, otro nombre que no me decía nada ni había escuchado en mi vida. Todos esos nombres podrían ser reales o inventarlos para engañarme y me los creería. Empezaba a sentirme extrañamente pequeño delante de tanta gente que sabía tanto. Pero me dió curiosidad.

Terence pareció amenazar en cierto modo a Lance, diciendo que había países donde el choque de espadas era un desafío, volví a ponerme alerta. ¿Quién diablos son esta gente? No se si están a punto de comenzar una pelea o si intentan hacer amigos, es todo demasiado extraño y me cuesta llegar a comprender la situación. Tras esa aparente amenaza se presentó con una sonrisa, y tendiéndole la mano, no obstante no alejaba la mano de su espada.

En un principio me había dado la sensación de ser buena gente, buena persona, pero no sabía qué pensar ya. Igual estaba de broma todo el rato, a Lance a veces también le gusta actuar de esa forma, a veces suelta alguna broma, pero no suelo entenderlas del todo. Parecía que la situación estaba relajada entre ellos dos. El otro hombre con el pelo negro parecía absorto en sí mismo comiéndose su pescado, y el cocinero de Elbaf cargaba su mochila y se marchaba, parecía hasta que iba a ignorar a Lance.

Quería preguntarle acerca de ese pueblo que había dicho Lance, pero se estaba marchando, parecía que no quería nada con nosotros. Cogí un último pescado que había en la mesa, al momento otras tres manos aparecieron intentando quitármelo, por suerte fui más rápido y lo escondí, me gané tres miradas de pocos amigos a la vez que de pena, pero estaban dejando varios palos de esos que tenían los pescados para cogerlos, ya habían comido bastante.

Me acerqué y le ofrecí ese pescado a Terence, todos habíamos comido pero él había llegado cuando se liaba todo y no había tenido ocasión de coger ninguno, tal vez tuviera hambre. Se lo tendí con una sonrisa.

-¿Quieres Terence? Está muy bueno, ese cocinero es muy bueno en lo suyo. Una pena que ya se vaya. -Realmente tan solo lo decía por las ganas que me había quedado de cruzar espadas con él, aunque tal vez fuera mala idea, la imagen de mi cuerpo siendo lanzado como una piedra me estremeció un poco. Igual era mejor así, aunque sí que era cierto que me gustaría tener cerca a tan buen cocinero, si todo lo cocinaba tan bien, la buena comida siempre estaría asegurada.
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RE: [C-Pasado] Los primeros brotes del destino - por Juuken - 08-08-2024, 08:01 PM

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