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Jack D. Agnis
Golden Eyes
02-01-2025, 06:03 PM
—¿¡A ESO LE LLAMAS TORMENTA!? ¡SOPLA, HIJO DE PERRA, SOPLA! —grité entre risas, moviéndome de un lado a otro mientras ataba cualquier cosa que se soltara o apartaba a los civiles que se interponían en mi camino. Sus vidas me importaban un carajo. No era un héroe, y mucho menos su niñera. En este mundo, cada uno vela por sí mismo.
El frío calaba hasta los huesos, pero no era algo que no pudiera soportar. Mi nariz estaba roja, y las orejas me ardían por el viento helado, pero ¿a quién le importa eso cuando todo está tan movido allá arriba? Las cosas empeoraron cuando los malditos tentáculos del pulpo que nos llevaba empezaron a desprenderse uno a uno.
—¡TCH! ¡SE UN MALDITO HOMBRE, PULPO DE MIERDA! Y AGUANTA —vociferé, observando cómo una de esas enormes extremidades escamosas desaparecía en el abismo bajo nuestros pies.
¿Qué podía hacer en esta situación, aparte de confiar en que todo saldría bien? Absolutamente nada. Pero eso no significaba que no intentaría torcer un poco mi destino hacia algo menos fatalista.
Por suerte, el caos empezó a ceder cuando unos tímidos rayos de sol lograron atravesar las nubes, iluminando débilmente la plataforma. A pesar de que la muerte seguía acechando, no pude dejar de sonreír. Panda y Alex, que estaban cerca, también lo notaron.
—Estoy casi entero… Diría que un 75 sobre 100 —bromeé, alzando mi muñón con una sonrisa, antes de girarme hacia Panda, quien también respondía a las preguntas de Alex.
—¿En serio crees que tienes alma? ¡Pff! Nadie tiene esa mierda religiosa —solté, divertido, mientras sentía cómo el pulpo empezaba a descender lentamente hacia el mar.
La vista era increíble. Desde lo alto, el North Blue no parecía muy diferente al East Blue, pero sabía que muchas aventuras nos esperaban en este nuevo mar. Entonces, algo me llamó la atención.
—¿Qué? ¿De verdad está el Baratie aquí? ¿Estamos seguros de que llegamos al North Blue? Tal vez la tormenta hizo que el pulpo se equivocara y regresáramos al East Blue… ¿No lo creen? —pregunté, algo confundido, mientras una pequeña duda comenzaba a asomarse en mi mente. Solo esperaba no haber sido estafado.
Una vez que tocamos el mar, volvimos al barco y pusimos rumbo al Baratie, donde Alex, generoso como siempre, ofreció invitar los tragos.
—Pff, ¿solo la primera ronda? No seas tacaño, paga toda la comida por el día entero. Bueno, piénsalo. Por cierto, Panda, voy a revisar si tu barco no recibió daños. Avisen cuando lleguemos al baratie —anuncié, antes de desaparecer hacia las secciones más bajas del barco, dejando a ambos atrás mientras la emoción de esta nueva etapa seguía corriendo por mis venas.
El frío calaba hasta los huesos, pero no era algo que no pudiera soportar. Mi nariz estaba roja, y las orejas me ardían por el viento helado, pero ¿a quién le importa eso cuando todo está tan movido allá arriba? Las cosas empeoraron cuando los malditos tentáculos del pulpo que nos llevaba empezaron a desprenderse uno a uno.
—¡TCH! ¡SE UN MALDITO HOMBRE, PULPO DE MIERDA! Y AGUANTA —vociferé, observando cómo una de esas enormes extremidades escamosas desaparecía en el abismo bajo nuestros pies.
¿Qué podía hacer en esta situación, aparte de confiar en que todo saldría bien? Absolutamente nada. Pero eso no significaba que no intentaría torcer un poco mi destino hacia algo menos fatalista.
Por suerte, el caos empezó a ceder cuando unos tímidos rayos de sol lograron atravesar las nubes, iluminando débilmente la plataforma. A pesar de que la muerte seguía acechando, no pude dejar de sonreír. Panda y Alex, que estaban cerca, también lo notaron.
—Estoy casi entero… Diría que un 75 sobre 100 —bromeé, alzando mi muñón con una sonrisa, antes de girarme hacia Panda, quien también respondía a las preguntas de Alex.
—¿En serio crees que tienes alma? ¡Pff! Nadie tiene esa mierda religiosa —solté, divertido, mientras sentía cómo el pulpo empezaba a descender lentamente hacia el mar.
La vista era increíble. Desde lo alto, el North Blue no parecía muy diferente al East Blue, pero sabía que muchas aventuras nos esperaban en este nuevo mar. Entonces, algo me llamó la atención.
—¿Qué? ¿De verdad está el Baratie aquí? ¿Estamos seguros de que llegamos al North Blue? Tal vez la tormenta hizo que el pulpo se equivocara y regresáramos al East Blue… ¿No lo creen? —pregunté, algo confundido, mientras una pequeña duda comenzaba a asomarse en mi mente. Solo esperaba no haber sido estafado.
Una vez que tocamos el mar, volvimos al barco y pusimos rumbo al Baratie, donde Alex, generoso como siempre, ofreció invitar los tragos.
—Pff, ¿solo la primera ronda? No seas tacaño, paga toda la comida por el día entero. Bueno, piénsalo. Por cierto, Panda, voy a revisar si tu barco no recibió daños. Avisen cuando lleguemos al baratie —anuncié, antes de desaparecer hacia las secciones más bajas del barco, dejando a ambos atrás mientras la emoción de esta nueva etapa seguía corriendo por mis venas.