¿Sabías que…?
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[Aventura] [T6] Relatos ocultos entre la ventisca
Raiga Gin Ebra
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El viento helado te golpea y rasga tus mejillas mientras te acercas a la columna de humo que, como un faro oscuro, te guía hacia una parte de la isla que parece apartada de todo. Un tanto alejada de las zonas que primeramente pensaste visitar y que, por tanto, te hace tomar otro rumbo. Desde arriba, Skjoldheim mantiene su majestuosidad, pero poco a poco, el paisaje va cambiando a medida que desciendes el vuelo. Los densos bosques de coníferas comienzan a dispersarse, dejando espacio a claros cubiertos de nieve y pequeñas colinas salpicadas de rocas que infunden respeto con su mera presencia. La ausencia de caminos claros te sugiere que esta área no forma parte de las rutas principales ni de los asentamientos más accesibles. Quizá por aquí vive alguien alejado de la civilización. O puede que sea un poblado de gente. El caso es que no tienen pinta de formar parte, al menos directamente, de Skjoldheim.

Cuando finalmente te aproximas al origen del humo, desciendes lo suficiente como para detallar un pequeño conjunto de casas dispersas, construidas con madera gruesa y techos inclinados, que son ligeramente mayores del resto que has visto desde las alturas, y están diseñadas para resistir el clima extremo que estás empezando a sufrir. Hay un aire de abandono que no encaja del todo: las estructuras están intactas, pero el lugar carece de la vibrante actividad que esperarías de un asentamiento. No hay niños corriendo, ni adultos ocupados con tareas diarias. Solo silencio, roto ocasionalmente por el crepitar de la hoguera que se alza en el centro del espacio abierto entre las casas y que es el origen de ese humo negro que has visto desde las alturas.

Y es que ese humo negro proviene de un jabalí enorme, colocado descuidadamente sobre la hoguera. O más bien, lo que queda de él: su cuerpo está completamente carbonizado, reduciéndose a cenizas y huesos ennegrecidos que le crearán una profunda tristeza a cualquier amante de la comida. El olor acre de carne quemada te golpea con fuerza, haciendo que el aire frío parezca aún más pesado. El espectáculo parece extraño, como si alguien hubiese olvidado por completo lo que cocinaba, pero lo que realmente llama tu atención son las enormes huellas que rodean la hoguera. Marcan el suelo nevado con claridad, demasiado grandes para ser humanas, aunque mantienen cierta forma humanoide. ¿Serán gigantes o semi-gigantes?

Las casas cercanas parecen tener la respuesta a este rompecabezas. Como mencioné antes, son más grandes que una común. Si la curiosidad te llama y te acercas a una, los crujidos de la nieve bajo tus botas romperán el silencio. Puedes abrir la puerta sin miedo, no está cerrada con llave, o puedes observar desde la ventana si lo prefieres. Ahí dentro, el escenario es inquietante. Los muebles están en su lugar, la chimenea todavía conserva algo de calor, y una mesa contiene restos de una comida a medio terminar. Pero no hay señales de los habitantes, ni rastro de actividad reciente. La misma escena se repite en las demás casas, si es que decides inspeccionarlas: todo parece estar detenido en un instante, como si quienes vivían aquí hubiesen desaparecido de repente. ¿Magia? No creo que creas en esas cosas, ¿no?

Ya en el exterior, quizá llame tu atención algo que antes no habías notado: manchas de sangre dispersas cerca de las huellas. Son bastante sutiles teniendo en cuenta la magnitud de las huellas. La nieve las ha congelado, pero su presencia es inequívoca. Aunque no hay cuerpos ni signos claros de lucha, la idea de que algo violento ocurrió aquí se puede asentar en tu mente. Y es que todas las pistas llevan al mismo lugar.

Me imagino que el espíritu inquieto te llamará, así que si sigues las huellas, verás que hay un rastro que se adentra en un bosque cercano. Si decides adentrarte, notarás que la atmósfera se transforma por completo. El aire parece más frío, el silencio se hace opresivo, y el susurro de las ramas se mezcla con ruidos lejanos. La fauna local no se oculta: escuchas crujidos de ramas, gruñidos y aleteos. Por un momento, te parece vislumbrar una figura ágil y blanca como un rayo moverse entre los árboles, pero desaparece antes de que puedas identificarla. El bosque helado no es un lugar amigable, y de eso puedes dar fe sin haber pasado más de un par de minutos. Las sombras largas proyectadas por los árboles retorcidos hacen que sea difícil saber qué es seguro y qué no. Y el no saber dónde estás exactamente ni qué enfrentas, no ayuda.

El rastro de las huellas continúa hacia el interior, guiándote hacia un destino desconocido. Las manchas de sangre se hacen más frecuentes, pequeñas gotas congeladas que se convierten en una línea más definida. La sensación de que estás siendo observado no te abandona, aunque cada vez que te giras, solo encuentras más árboles y nieve.

Sea lo que sea que haya sucedido en aquel asentamiento, parece que las respuestas están más adelante, ocultas entre la maleza y los ruidos inquietantes del bosque.
#3


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RE: [T6] Relatos ocultos entre la ventisca - por Raiga Gin Ebra - 03-01-2025, 05:39 PM

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