Sirius Herald
Eleos
03-01-2025, 06:02 PM
El viaje desde Shallow me vino de maravilla para poder poner en orden mis pensamientos, ¿Qué estaba pasando en la isla, ¿como era posible que las diferentes razas se odiaran de esa forma entre ellos? al fin y al cabo, todo éramos fruto del mismo creador, creaciones puras que fueron dejadas a vivir una vida tranquila ayudándonos los unos a otros... el hecho de que alguien fuera capaz de meterse con otra persona por el único motivo de ser diferentes hacía que algo en mi interior rugiera con fuerza a pesar de mis motivos pacíficos. Iba bien preparado, o por lo menos eso creía yo, llevaba mi uniforme de invierno y por encima mi característica chaqueta blanquiazul, a la espalda, en su funda bien guardado llevaba un arma que había estado guardando desde hace tiempo pero que no creía que tuviera sentido que usara hasta una misión tan importante como esta, una vara alargada de color rojo que tenía varios agujeros, no la solía usar por el poder que tenía, pero tenía que poder defenderme en el caso de que fuera necesario, hacía tiempo que no utilizaba el clima tact 2,0, desde la batalla de entrenamiento que tuve con Donatella, pero bueno. en mi cintura llevaba mi rifle y por ultimo, también en la espalda, tenía la funda de mi violín. mis alas se encontraban plegadas, las de la parte superior subían por el hombro y acababan en la parte superior del torso, las de abajo seguían el mismo destino pero desde la cintura, mis alas del cuello se cerraban como si fueran una gargantilla sofisticada. Al llegar a puerto, podía observar como ya había marines esperándome, les saludé con la cabeza con una ligera sonrisa y no pude evitar observar como algunos de los marineros allí reunidos haciendo su trabajo me miraban, ¿eran miradas de juicio? no estaba completamente seguro, pero tampoco podía culparlos. yo solo me dedique a mirarlos de forma sincera y calmada, relajado, no quería agitar a nadie con mi presencia.
Hay... algo en el aire que olía a misterio... y también a hollín. Lo noté en el instante en el que crucé los portones de la base, junto a esa sinfonía de metales que generaban una bienvenida a medias: no me rechazaba pero tampoco me abrazaba del todo. Es una sensación semejante a la de caer por la madriguera del conejo, pero... en lugar de conejos con chaleco, encontraba marines tensos, pasillos fríos y un capitán que me observaba a través de unos osos cansados, como si tratara de descifrar una adivinanza, parecía que lo de los rumores era cierto, la situación era desesperada.
El despechado de mi superior era algo austero, la verdad, estaba cargado de papeles desperdigados, informes, todo memorias de incontables desvelos que era seguro que el pobre alma desgraciada había tenido, normalmente suelo empezar con el silencio, pero el señor empezó a hablarme nada mas verme, por lo que sonriendo me senté en el asiento que me había concedido, una vez sentado, hablé: -Así es, mientras hacíamos el recorrido hasta aquí... no he podido ignorar los rostros turbios que se tratan de ocultar entre las personas. la situación parece grave, cuénteme todo lo que sabe.-
Me mantenía estoico por fuera, pero no podía sentir un latido sordo en el pecho, me dolía ver como una comunidad, sea cual fuera, acabe señalada como los culpables de todos los malos de una isla entera, mientras el capitán hablaba, por dentro ya empezaba a pensar en planes que podría tratar de hacer, además, si conseguía arreglar todo, ganaría reconocimiento, si ganaba reconocimiento, iría ascendiendo, pero, a pesar de eso, lo importante era salvar a los inocentes, ya fueran Minks, Jujin o simples humanos temerosos, la vida de todos tiene un valor incalculable.
El capitán iba exponiendo toda la información que sabia (o que le habían hecho saber), no podía evitar pensar en las palabras del Artífice, quien en su infinita sabiduría nos señaló que allí donde hay ignorancia, brota el odio, y donde surge el odio, surge la oportunidad de encender una vela de esperanza... ah.. lo que daría por ser capaz de despertar la mente de mas personas... En ese momento, agarraría una libreta que sacaría de la manga y me pondría a escribir lo que decía el señor capitán.
-Entiendo, capitán. Digo en un susurro mientras mis manos se juntaban como tendían a hacer cuando estaba a punto de hacer declaraciones, dándome seguridad. -La tensión que recorre las calles de Lvneel es palpable, y si uno rasca un poco la superficie es muy posible que alguien acabe sacando pus... por eso cada herida infectada necesita airearse antes de sanar, ¿Exactamente que es lo que quiere de mi? ¿Quiere que trate de desmantelar las mafias ocultas?, si salen a la luz posibles mafias Mink, eso haría que los humanos se pusieran mas a la defensiva, pero es probable que incluso ellas sean las que están haciendo rumores compinchados con otras personas para ganar beneficio, el miedo es un recurso interesante... pero muchas veces puede explotar, dando resultados curiosos... ¿Cuál es la probabilidad de que se inicie una guerra civil en cualquier momento?.
Me levantaría del asiento, empezando a dar algunas vueltas sin ningún ritmo especifico mientras cierro los ojos como si buscara una respuesta dentro de mi cabeza, trataba de presionar al capitán con delicadeza esperando desvelar mas información que estuviera ocultando por buenas razones, obviamente le reitero mi lealtad, no iba a dejarle que encontrara un atisbo de traición en un lugar en el que no los había. al fin y al cabo... trabajar en política es difícil, no te podías fiar de todos, en caso de una guerra, ¿De que bando se posicionaría el capitán? ¿Los humanos o los Minks?. en un momento me quedaría quieto, sonriéndole de forma inquietante.
-¿Como trabajan los Minks y Jujin? ¿Son eficientes? ¿Ayudaron en la expansión de la ciudad? ¿Hacen trabajos que otras personas no querrían hacer por el esfuerzo que podrían conllevar? ya sabe, maquinaría pesada en las fabricas, trabajo en los campos para los nobles o incluso propio. Me parece una información bastante importante. Yo personalmente prefiero trabajo en calle... me gustaría investigar los rumores al mismo tiempo que la mafia -En el siguiente momento, soltaría un leve suspiro y un susurro para mi mismo- Un paso en falso y la ciudad puede arder... un paso firme y es posible que la reconciliación sea posible... Artífice, ayúdame a encontrar la ruta correcta.
Posaría mi mano en mi barbilla, para después volver a mirarlo. -Obviamente necesitaré vía libre, y en el caso de que algo pueda ocurrir o obtengas mas información, me gustaría poder comunicarme con usted por Den Den mushi.
Hay... algo en el aire que olía a misterio... y también a hollín. Lo noté en el instante en el que crucé los portones de la base, junto a esa sinfonía de metales que generaban una bienvenida a medias: no me rechazaba pero tampoco me abrazaba del todo. Es una sensación semejante a la de caer por la madriguera del conejo, pero... en lugar de conejos con chaleco, encontraba marines tensos, pasillos fríos y un capitán que me observaba a través de unos osos cansados, como si tratara de descifrar una adivinanza, parecía que lo de los rumores era cierto, la situación era desesperada.
El despechado de mi superior era algo austero, la verdad, estaba cargado de papeles desperdigados, informes, todo memorias de incontables desvelos que era seguro que el pobre alma desgraciada había tenido, normalmente suelo empezar con el silencio, pero el señor empezó a hablarme nada mas verme, por lo que sonriendo me senté en el asiento que me había concedido, una vez sentado, hablé: -Así es, mientras hacíamos el recorrido hasta aquí... no he podido ignorar los rostros turbios que se tratan de ocultar entre las personas. la situación parece grave, cuénteme todo lo que sabe.-
Me mantenía estoico por fuera, pero no podía sentir un latido sordo en el pecho, me dolía ver como una comunidad, sea cual fuera, acabe señalada como los culpables de todos los malos de una isla entera, mientras el capitán hablaba, por dentro ya empezaba a pensar en planes que podría tratar de hacer, además, si conseguía arreglar todo, ganaría reconocimiento, si ganaba reconocimiento, iría ascendiendo, pero, a pesar de eso, lo importante era salvar a los inocentes, ya fueran Minks, Jujin o simples humanos temerosos, la vida de todos tiene un valor incalculable.
El capitán iba exponiendo toda la información que sabia (o que le habían hecho saber), no podía evitar pensar en las palabras del Artífice, quien en su infinita sabiduría nos señaló que allí donde hay ignorancia, brota el odio, y donde surge el odio, surge la oportunidad de encender una vela de esperanza... ah.. lo que daría por ser capaz de despertar la mente de mas personas... En ese momento, agarraría una libreta que sacaría de la manga y me pondría a escribir lo que decía el señor capitán.
-Entiendo, capitán. Digo en un susurro mientras mis manos se juntaban como tendían a hacer cuando estaba a punto de hacer declaraciones, dándome seguridad. -La tensión que recorre las calles de Lvneel es palpable, y si uno rasca un poco la superficie es muy posible que alguien acabe sacando pus... por eso cada herida infectada necesita airearse antes de sanar, ¿Exactamente que es lo que quiere de mi? ¿Quiere que trate de desmantelar las mafias ocultas?, si salen a la luz posibles mafias Mink, eso haría que los humanos se pusieran mas a la defensiva, pero es probable que incluso ellas sean las que están haciendo rumores compinchados con otras personas para ganar beneficio, el miedo es un recurso interesante... pero muchas veces puede explotar, dando resultados curiosos... ¿Cuál es la probabilidad de que se inicie una guerra civil en cualquier momento?.
Me levantaría del asiento, empezando a dar algunas vueltas sin ningún ritmo especifico mientras cierro los ojos como si buscara una respuesta dentro de mi cabeza, trataba de presionar al capitán con delicadeza esperando desvelar mas información que estuviera ocultando por buenas razones, obviamente le reitero mi lealtad, no iba a dejarle que encontrara un atisbo de traición en un lugar en el que no los había. al fin y al cabo... trabajar en política es difícil, no te podías fiar de todos, en caso de una guerra, ¿De que bando se posicionaría el capitán? ¿Los humanos o los Minks?. en un momento me quedaría quieto, sonriéndole de forma inquietante.
-¿Como trabajan los Minks y Jujin? ¿Son eficientes? ¿Ayudaron en la expansión de la ciudad? ¿Hacen trabajos que otras personas no querrían hacer por el esfuerzo que podrían conllevar? ya sabe, maquinaría pesada en las fabricas, trabajo en los campos para los nobles o incluso propio. Me parece una información bastante importante. Yo personalmente prefiero trabajo en calle... me gustaría investigar los rumores al mismo tiempo que la mafia -En el siguiente momento, soltaría un leve suspiro y un susurro para mi mismo- Un paso en falso y la ciudad puede arder... un paso firme y es posible que la reconciliación sea posible... Artífice, ayúdame a encontrar la ruta correcta.
Posaría mi mano en mi barbilla, para después volver a mirarlo. -Obviamente necesitaré vía libre, y en el caso de que algo pueda ocurrir o obtengas mas información, me gustaría poder comunicarme con usted por Den Den mushi.