Alex D. Ryuu
Alex
04-01-2025, 07:35 AM
Dia 30, Verano del año 716
-¡Cuidado!-
-¡No me dejes!-
-¡Aniki!-
Alex despertó sobre la arena, los recuerdos invadían su mente mientras se despertaba. Intento ponerse de pie pero resbalo con un objeto alargado metálico, y cuando abrió los ojos descubrió que apenas y podía ver, tenia la visión completamente negra, por lo que entro en un pánico momentáneo. Cuando se calmo intento pensar, y supuso que seria por el tiempo que estuvo en el mar, y que iría recuperando la vista, por lo que mantuvo la calma y trato de tantear.
Tomo el objeto de metal, tenia un mango y estaba ligeramente curvo, por lo que supuso debía ser una katana, trato de buscar en el suelo para ver si encontraba una funda pero no encontro nada, por lo que se ato la katana a la cadera con un trozo de tela que arranco de su playera. Una vez que logro permanecer de pie, empezó a tantear lo que podía, pero no logro deducir mucho, solo que estaba en una playa y que había mucha fauna a su alrededor.
Mientras caminaba accidentalmente piso un objeto curvo de madera, lo recogió y lo tanteo, parecía alguna especie de instrumento de 7 cuerdas, podía sentir que tenia algunas flores en un costado y no era muy grande, por lo que empezó a tocar las cuerdas con torpeza, tratando de obtener algún sonido mas allá del que provenía del mar a su izquierda. Rápidamente noto que producían un sonido muy bonito, y sus padres le habían enseñado a tocar el arpa, por lo que los relaciono y logro obtener algunas melodias decentes. En ese momento escucho un sonido muy en el fondo de su mente, un sonido similar al que el había tocado, y rápidamente continuo tocando la melodía. No sabia que estaba pasando, pero sonaba igual que... cuando el y su hermana tocaban juntos en su hogar. Una lagrima silenciosa bajo por su mejilla pero no lo noto, sabia quien era, y sabia que ella estaba viva en algún lugar del mundo, tocando con el, como siempre habían hecho, pero tan abruptamente como llego, la melodía se detuvo, y por tanto también se detuvo el.
Tomo el instrumento con la mano izquierda y empezó a caminar sin saber hacia donde dirigirse. Choco con un árbol y le cayeron objetos duros sobre la cabeza, y una vez que se puso de pie rápidamente tomo los objetos. Al haber caído de un árbol rápidamente supuso que serian frutas, por lo que las partió por la mitad con su katana y comenzó a comer el interior con rapidez, pues a pesar de que no lo había notado antes estaba hambriento, y con avidez comió, no sabia cuanto tiempo llevaría sin comer pero por lo menos sí un par de días, por lo que ni siquiera se detuvo a considerar si podrían llegar a ser venenosas, que afortunadamente no fue el caso. En ese momento escucho una voz en su cabeza, una voz un poco grave pero que aun mantenía ese tono infantil que le correspondía.
-Podría ser venenosa- Dijo la voz con un tono educado, y rápidamente soltó la fruta -E-estoy alucinando- Fue lo primero que Alex pensó -No, no lo estas- Respondió la voz desconocida -¿Donde estas?- Pregunto el niño con cautela en voz alta -No hay necesidad de hablar en voz alta, estoy en tu mente- Respondió la voz con tranquilidad -¿E-en mi mente?- Tartamudeo Alex, confundido -Si, así es- Respondió la voz con tranquilidad -¿Qu-que eres?- Pregunto el niño, y la voz se quedo callada un momento antes de responder -No lo se, supongo que soy una especie de... segunda personalidad. Acabo de despertar, no tengo recuerdos propios pero parece que tengo una habitación propia, imagino que eso significa que tu y yo somos independientes el uno del otro- Explico la voz, en ese momento una tercer voz hablo -Ugh ya callense y come la maldita fruta- Dijo, esta voz era mucho mas irrespetuosa e informal, pero la sorpresa hizo que Alex gritara de sorpresa -L-la tercera- Dijo, sorprendido -No te confundas, soy el segundo, yo estaba despierto antes que el otro, pero no tenia interés en interactuar con ustedes- Respondió la tercera, o mejor dicho segunda voz. Acto seguido Alex siguió comiendo la fruta mientras las dos voces en su cabeza peleaban, pero Alex no les presto atención. En cuanto termino de comer se hecho a dormir en la arena, sin pensar en protegerse, pero la voz mas tranquila le recordó que debía vivir, y la voz mas irrespetuosa lo hizo subirse a los arboles y dormir ahi
-¡Cuidado!-
-¡No me dejes!-
-¡Aniki!-
Alex despertó sobre la arena, los recuerdos invadían su mente mientras se despertaba. Intento ponerse de pie pero resbalo con un objeto alargado metálico, y cuando abrió los ojos descubrió que apenas y podía ver, tenia la visión completamente negra, por lo que entro en un pánico momentáneo. Cuando se calmo intento pensar, y supuso que seria por el tiempo que estuvo en el mar, y que iría recuperando la vista, por lo que mantuvo la calma y trato de tantear.
Tomo el objeto de metal, tenia un mango y estaba ligeramente curvo, por lo que supuso debía ser una katana, trato de buscar en el suelo para ver si encontraba una funda pero no encontro nada, por lo que se ato la katana a la cadera con un trozo de tela que arranco de su playera. Una vez que logro permanecer de pie, empezó a tantear lo que podía, pero no logro deducir mucho, solo que estaba en una playa y que había mucha fauna a su alrededor.
Mientras caminaba accidentalmente piso un objeto curvo de madera, lo recogió y lo tanteo, parecía alguna especie de instrumento de 7 cuerdas, podía sentir que tenia algunas flores en un costado y no era muy grande, por lo que empezó a tocar las cuerdas con torpeza, tratando de obtener algún sonido mas allá del que provenía del mar a su izquierda. Rápidamente noto que producían un sonido muy bonito, y sus padres le habían enseñado a tocar el arpa, por lo que los relaciono y logro obtener algunas melodias decentes. En ese momento escucho un sonido muy en el fondo de su mente, un sonido similar al que el había tocado, y rápidamente continuo tocando la melodía. No sabia que estaba pasando, pero sonaba igual que... cuando el y su hermana tocaban juntos en su hogar. Una lagrima silenciosa bajo por su mejilla pero no lo noto, sabia quien era, y sabia que ella estaba viva en algún lugar del mundo, tocando con el, como siempre habían hecho, pero tan abruptamente como llego, la melodía se detuvo, y por tanto también se detuvo el.
Tomo el instrumento con la mano izquierda y empezó a caminar sin saber hacia donde dirigirse. Choco con un árbol y le cayeron objetos duros sobre la cabeza, y una vez que se puso de pie rápidamente tomo los objetos. Al haber caído de un árbol rápidamente supuso que serian frutas, por lo que las partió por la mitad con su katana y comenzó a comer el interior con rapidez, pues a pesar de que no lo había notado antes estaba hambriento, y con avidez comió, no sabia cuanto tiempo llevaría sin comer pero por lo menos sí un par de días, por lo que ni siquiera se detuvo a considerar si podrían llegar a ser venenosas, que afortunadamente no fue el caso. En ese momento escucho una voz en su cabeza, una voz un poco grave pero que aun mantenía ese tono infantil que le correspondía.
-Podría ser venenosa- Dijo la voz con un tono educado, y rápidamente soltó la fruta -E-estoy alucinando- Fue lo primero que Alex pensó -No, no lo estas- Respondió la voz desconocida -¿Donde estas?- Pregunto el niño con cautela en voz alta -No hay necesidad de hablar en voz alta, estoy en tu mente- Respondió la voz con tranquilidad -¿E-en mi mente?- Tartamudeo Alex, confundido -Si, así es- Respondió la voz con tranquilidad -¿Qu-que eres?- Pregunto el niño, y la voz se quedo callada un momento antes de responder -No lo se, supongo que soy una especie de... segunda personalidad. Acabo de despertar, no tengo recuerdos propios pero parece que tengo una habitación propia, imagino que eso significa que tu y yo somos independientes el uno del otro- Explico la voz, en ese momento una tercer voz hablo -Ugh ya callense y come la maldita fruta- Dijo, esta voz era mucho mas irrespetuosa e informal, pero la sorpresa hizo que Alex gritara de sorpresa -L-la tercera- Dijo, sorprendido -No te confundas, soy el segundo, yo estaba despierto antes que el otro, pero no tenia interés en interactuar con ustedes- Respondió la tercera, o mejor dicho segunda voz. Acto seguido Alex siguió comiendo la fruta mientras las dos voces en su cabeza peleaban, pero Alex no les presto atención. En cuanto termino de comer se hecho a dormir en la arena, sin pensar en protegerse, pero la voz mas tranquila le recordó que debía vivir, y la voz mas irrespetuosa lo hizo subirse a los arboles y dormir ahi