
Sowon
Luna Sangrienta
07-01-2025, 09:02 PM
El golpe había resultado, la sangre de la bestia impregnaba su cuerpo como un dulce néctar que finalmente estaba consiguiendo, su espada ansiaba cortar y finalmente sentía que su voluntad le había permitido cumplir aquel capricho. Sin embargo, la batalla parecía estar prestada para un último golpe, la bestia no se había rendido y tal parecía que era el momento de darlo todo en vistas de que sus aliados no se atrevían a ayudar quizás por el miedo de que aquel bicho guardase algo de fuerzas pese a su demacrado estado. Sin embargo, parece no querer atacar, de momento se agazapa como puede y busca el momento para actuar, la Oni puede sentir como esa mirada le está llamando a un último choque, uno que demuestre verdaderamente las capacidades que hasta ese punto no había demostrado. Solo había una opción, terminarlo todo con un ataque frontal y que le demuestre a la bestia lo agradecida que estaba por el combate, esperaba poder arrancarle la cabeza sin necesidad de un segundo corte, aunque dudaba de darle siquiera una chance en caso de que cayese al suelo viva. Sus hemorragías parecían graves, incluso si lograba escapar, el tiempo de vida de la criatura estaba dictado desde el momento en que había perdido dos de sus extremidades. Ninguna criatura podría seguir viviendo sin ir a un veterinario y que le pusieran una pata de palo o al menos le suturasen aquella herida con algún hierro caliente para evitar que se desangrase de solo intentar caminar. Lamentablemente para ambos, aquel sería su primer y último combate, la rubia tomó su espada en una postura de desenfunde, el acero negro brillando ante la inmensidad del firmamento como si fuese a fundirse con la misma noche y la luna iluminando la solemne postura de esa mujer embadurnada en la sangre de la atroz bestia y la propia resultado de la explosión anterior.
— ¿Sabes chico? La verdad que me has hecho emocionar demasiado, es una pena que en el mundo no haya lugar para dos como nosotros, desde que chocamos la primera vez sabíamos que solo uno de los dos volvería con su gente. De cierta manera, estamos solos en este mar, las pocas personas que conozco son muy recientes como para llamarlas amigos. Sin embargo, te concederé una muerte digna de lo que me has mostrado, espero que algún día podamos volver a encontrarnos a lo mejor en eso que los humanos llaman infierno... ¡Este será el golpe más fuerte que voy a brindarte! Espero que no tengas miedo y vigila que no se te caiga esa pierna que tienes... —
Una sonrisa encumbró su rostro mientras su movimiento de pies, tal como lo había hecho ese espadachín hacía poco comenzó a marear a la bestia, su movimiento fue un desplazamiento casi parpadeante tan solo un parpadeo bastó para que ambos estuvieran frente a frente. La Oni había levantado su gigantesco acero, que ahora caía contra la criatura buscando acabar con todo de una vez. Era evidente que aquel despliegue de fuerza, destreza y poder le demandaba un enorme esfuerzo pero los rayos rojos resplandecían mientras la espada estaba envuelta en un aura rojiza que parecía acariciar la luna sobre ellos. A lo mejor, por cosas como esas a Sowon le apodaban como la "Luna Sangrienta", bastaba un segundo para que decidiera darlo todo en busca de una victoria total a lo mejor buscando que la bestia no tuviera tiempo en ejecutar lo que sea que hubiera querido hacer al haber cerrado distancias con tal velocidad y con una fuerza que generó un chirriante sonido al impactar como el peso de un barco que se incrustaba contra un Iceberg pero en esta ocasión el Iceberg era quien se abría paso por la piel de la bestia.
— ¡No creas que te dejaré seguir dañando a estas personas! ¡Siente la Ira del Oni! —
Rugió en una declaración de guerra mientras el impacto se volvía un corte sin precedentes que dejaba mella en el terreno y dado la fuerza, peso y tamaño de Sowon buscaba ser una gravedad artificial que mantuviera al enorme cocodrilo pegado al suelo. Un derribo pero uno mucho más devastador y significativo que aquel que se había presentado al inicio del combate. La hoja imbuida en negro descendió dos veces más, una buscando la cabeza nuevamente y la otra con intenciones de enterrarse en el pecho de lo que antaño fue un monstruo aterrador, siendo este golpe en el que Sowon utilizaría ambas manos sobre su empuñadura para evitar caer al suelo. Su respiración era agitada, a lo mejor se había pasado, pero no tendría otra oportunidad que esa, observó a su alrededor buscando a los hombres.
— Tengan cuidado, espero que no se levante, pero ya no aseguro nada... lo bueno es que tras esto, no creo que logre hacerle más daño a ninguno incluso si está vivo... —
Suspiró casi al borde del colapso, pero todavía conservaba un puñado de fuerzas, lo suficiente para que si de algún modo todo eso no bastaba pudiera seguir golpeando. Era increíble, que incluso tras un despliegue semejante de brutalidad, con todo lo que Sowon podría haber presumido de su fuerza la mujer seguía preocupada por la seguridad de los otros, siendo un bastión y un escudo que se levantaba nuevamente y buscaba retomar su postura. Era como si la Oni estuviera esperando al fantasma de aquel animal, si deseaba seguir luchando sin un brazo, sin una pierna y quizás sin cabeza no se detendría hasta cortar hasta la última parte.
— ¿Sabes chico? La verdad que me has hecho emocionar demasiado, es una pena que en el mundo no haya lugar para dos como nosotros, desde que chocamos la primera vez sabíamos que solo uno de los dos volvería con su gente. De cierta manera, estamos solos en este mar, las pocas personas que conozco son muy recientes como para llamarlas amigos. Sin embargo, te concederé una muerte digna de lo que me has mostrado, espero que algún día podamos volver a encontrarnos a lo mejor en eso que los humanos llaman infierno... ¡Este será el golpe más fuerte que voy a brindarte! Espero que no tengas miedo y vigila que no se te caiga esa pierna que tienes... —
BUSO601
BUSOSHOKU
Haki intermedio
Tier 6
No Aprendida
10

2

Permite al usuario recubrir medio cuerpo y múltiples armas con haki, tornándose estos de un color oscuro y brillante como el metal, siendo capaz de golpear los cuerpos de todo tipo de Akumas. Obteniendo un bono de +30 en los daños que aplique el Haki y +15 [Resistencia] ante daños y efectos. (En caso de querer recubrir solo pequeñas zonas del cuerpo, inferiores a la mitad del recubrimiento máximo el coste bajara a la mitad)
+30 en los daños físicos desde área afectada y +15 [Resistencia] ante daños y efectos en el área recubierta.
SAM301
SAMURAI
Utilidad Activa
Tier 3
No Aprendida
36

1

Tomando la empuñadura de su arma sin desenfundar o realizando la misma pose aunque este desenfundada, el usuario tomará la postura para iniciar un duelo de espadachines. Concentrará sus fuerzas en un primer movimiento ofensivo, ya sea un básico o una técnica, junto al veloz desenfunde del arma obteniendo un incremento de [Destreza] y de daño a una ofensiva que se ejecute junto a esta postura.
+5 [Destreza] y +25 de [Daño]
ASE401
ASESINO
Utilidad Activa
Tier 4
No Aprendida
52

2

Aprovechando su increíble destreza con las armas, el usuario hará unos juegos rápidos de manos haciendo danzar con velocidad su arma al mismo tiempo que busca realizar una ofensiva, ya sea un básico o una técnica. Contando dicha ofensiva con un aumento en su daño y siendo más difícil para el oponente reaccionar a esta, sufriendo una reducción en sus [Reflejos].
-10 [Reflejos] y +20 de [Daño]
131U601
ÚNICA
Ofensiva Activa
Tier 6
No Aprendida
75

3

Sowon carga contra su objetivo, haciendo que su espada adquiera una tonalidad carmesí mientras realiza un [Dash] en contra de su oponente de 15 metros, buscando descargar un poderoso corte descendente de gran brutalidad que busca causar un [Derribo] a su oponente.
Golpe básico + [FUEx3,5] de [Daño cortante]
Una sonrisa encumbró su rostro mientras su movimiento de pies, tal como lo había hecho ese espadachín hacía poco comenzó a marear a la bestia, su movimiento fue un desplazamiento casi parpadeante tan solo un parpadeo bastó para que ambos estuvieran frente a frente. La Oni había levantado su gigantesco acero, que ahora caía contra la criatura buscando acabar con todo de una vez. Era evidente que aquel despliegue de fuerza, destreza y poder le demandaba un enorme esfuerzo pero los rayos rojos resplandecían mientras la espada estaba envuelta en un aura rojiza que parecía acariciar la luna sobre ellos. A lo mejor, por cosas como esas a Sowon le apodaban como la "Luna Sangrienta", bastaba un segundo para que decidiera darlo todo en busca de una victoria total a lo mejor buscando que la bestia no tuviera tiempo en ejecutar lo que sea que hubiera querido hacer al haber cerrado distancias con tal velocidad y con una fuerza que generó un chirriante sonido al impactar como el peso de un barco que se incrustaba contra un Iceberg pero en esta ocasión el Iceberg era quien se abría paso por la piel de la bestia.
— ¡No creas que te dejaré seguir dañando a estas personas! ¡Siente la Ira del Oni! —
Rugió en una declaración de guerra mientras el impacto se volvía un corte sin precedentes que dejaba mella en el terreno y dado la fuerza, peso y tamaño de Sowon buscaba ser una gravedad artificial que mantuviera al enorme cocodrilo pegado al suelo. Un derribo pero uno mucho más devastador y significativo que aquel que se había presentado al inicio del combate. La hoja imbuida en negro descendió dos veces más, una buscando la cabeza nuevamente y la otra con intenciones de enterrarse en el pecho de lo que antaño fue un monstruo aterrador, siendo este golpe en el que Sowon utilizaría ambas manos sobre su empuñadura para evitar caer al suelo. Su respiración era agitada, a lo mejor se había pasado, pero no tendría otra oportunidad que esa, observó a su alrededor buscando a los hombres.
— Tengan cuidado, espero que no se levante, pero ya no aseguro nada... lo bueno es que tras esto, no creo que logre hacerle más daño a ninguno incluso si está vivo... —
Suspiró casi al borde del colapso, pero todavía conservaba un puñado de fuerzas, lo suficiente para que si de algún modo todo eso no bastaba pudiera seguir golpeando. Era increíble, que incluso tras un despliegue semejante de brutalidad, con todo lo que Sowon podría haber presumido de su fuerza la mujer seguía preocupada por la seguridad de los otros, siendo un bastión y un escudo que se levantaba nuevamente y buscaba retomar su postura. Era como si la Oni estuviera esperando al fantasma de aquel animal, si deseaba seguir luchando sin un brazo, sin una pierna y quizás sin cabeza no se detendría hasta cortar hasta la última parte.