Arthur Soriz
Gramps
09-01-2025, 05:04 AM
Desde la colina donde se encuentran el campamento se ve casi cotidiano, pero cada movimiento... cada palabra que han escuchado, les hace sentir que la calma es solo superficial. Mientras observan el líder comienza a movilizar a su gente. Algunos de sus hombres y mujeres cargan bolsas que parecen ser pesadas, otras personas se encargan de levantar las cajas y cargarlas en los carros que pronto son empujados por un pequeño equipo organizado de manera eficiente. A simple vista no parece que haya nada fuera de lo común pero algo en el aire sigue siendo definitivamente confuso.
El líder da la orden, y su tono llena el aire con un tipo de entusiasmo que pone incluso más dudas sobre lo que está por venir.
— ¡Es hora de divertirnos, chicos! —dice, y la respuesta generalizada de su gente se mezcla con risas y palabras de afirmación. El ambiente está cargado de una energía que tiene una extraña resonancia, como si estuvieran todos demasiado emocionados por lo que está por suceder.
Aunque sus voces están llenas de ánimos y energía, nada de eso les da la impresión de que estén preparándose para un ataque. Nadie parece apurado y mucho menos se sienten hostiles pero las apariencias a veces engañan y eso ustedes dos lo saben bien. Los movimientos del grupo parecen coordinados pero no urgentes. Las caras de los hombres y mujeres que avanzan en dirección a Rostock no muestran más que sonrisas y algunos charlando entre ellos; tranquilidad. Es como si se sintieran completamente seguros, confiados en que nada los detendrá.
El líder es una figura imponente y a medida que se pone en marcha todos lo siguen con una disposición casi relajada, cargando sus pertenencias con un paso sin prisa pero sin pausa. Y así avanzan hacia el pueblo sin que ninguno de ellos se detenga a mirar hacia atrás. ¿Qué los empuja a moverse hacia Rostock? ¿Qué planean hacer allí? Sus intenciones aún son un misterio pero no parece haber hostilidad en el ambiente… al menos, no a simple vista.
Este es el momento de decidir, ¿dejarán que lleguen hasta el pueblo sin intervención o es mejor actuar antes de que se mezclen con la población de Rostock? Si esperan el tiempo podría jugar a su favor, pero también puede ser su enemigo. La opción de interrogarlos mientras aún están alejados del pueblo podría darles más respuestas, pero también podría desencadenar una confrontación que tal vez no estén preparados para manejar.
Sin embargo al ver cómo dejan atrás su campamento, parece que este se quedará completamente vacío. Esa podría ser una oportunidad que no se puede dejar pasar. Sin la presencia de los ocupantes el campamento puede revelar secretos escondidos, darles alguna pista adicional sobre lo que realmente están tramando. Puede que sea el momento adecuado para revisar el campamento a fondo. Ponerse a inspeccionar las cajas y los objetos que han dejado atrás para así tal vez descubrir algo que explique mejor sus intenciones.
Las opciones están sobre la mesa, y recuerden que aún tienen al grupo de Marines de refuerzo al cual pueden informar sobre lo que está ocurriendo. La decisión es de ustedes.
El líder da la orden, y su tono llena el aire con un tipo de entusiasmo que pone incluso más dudas sobre lo que está por venir.
— ¡Es hora de divertirnos, chicos! —dice, y la respuesta generalizada de su gente se mezcla con risas y palabras de afirmación. El ambiente está cargado de una energía que tiene una extraña resonancia, como si estuvieran todos demasiado emocionados por lo que está por suceder.
Aunque sus voces están llenas de ánimos y energía, nada de eso les da la impresión de que estén preparándose para un ataque. Nadie parece apurado y mucho menos se sienten hostiles pero las apariencias a veces engañan y eso ustedes dos lo saben bien. Los movimientos del grupo parecen coordinados pero no urgentes. Las caras de los hombres y mujeres que avanzan en dirección a Rostock no muestran más que sonrisas y algunos charlando entre ellos; tranquilidad. Es como si se sintieran completamente seguros, confiados en que nada los detendrá.
El líder es una figura imponente y a medida que se pone en marcha todos lo siguen con una disposición casi relajada, cargando sus pertenencias con un paso sin prisa pero sin pausa. Y así avanzan hacia el pueblo sin que ninguno de ellos se detenga a mirar hacia atrás. ¿Qué los empuja a moverse hacia Rostock? ¿Qué planean hacer allí? Sus intenciones aún son un misterio pero no parece haber hostilidad en el ambiente… al menos, no a simple vista.
Este es el momento de decidir, ¿dejarán que lleguen hasta el pueblo sin intervención o es mejor actuar antes de que se mezclen con la población de Rostock? Si esperan el tiempo podría jugar a su favor, pero también puede ser su enemigo. La opción de interrogarlos mientras aún están alejados del pueblo podría darles más respuestas, pero también podría desencadenar una confrontación que tal vez no estén preparados para manejar.
Sin embargo al ver cómo dejan atrás su campamento, parece que este se quedará completamente vacío. Esa podría ser una oportunidad que no se puede dejar pasar. Sin la presencia de los ocupantes el campamento puede revelar secretos escondidos, darles alguna pista adicional sobre lo que realmente están tramando. Puede que sea el momento adecuado para revisar el campamento a fondo. Ponerse a inspeccionar las cajas y los objetos que han dejado atrás para así tal vez descubrir algo que explique mejor sus intenciones.
Las opciones están sobre la mesa, y recuerden que aún tienen al grupo de Marines de refuerzo al cual pueden informar sobre lo que está ocurriendo. La decisión es de ustedes.