¿Sabías que…?
... el Reino de Oykot ha estrenado su nueva central hidroeléctrica.
[Aventura] [T6] Relatos ocultos entre la ventisca
Raiga Gin Ebra
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El aire de la sala parece congelarse mientras los Buccaneers observan cada uno de tus movimientos. Cualquier otra persona con poca práctica se pondría la mar de nerviosa, sin embargo, tú estás seguro de lo que estás haciendo. Pese a que sus miradas son inquisitivas y analizan desde cómo sujetas los utensilios hasta la precisión de tus cortes, tu trabajo es firme y roza la perfección. Y es que lo cierto es que no hay espacio para errores ni dudas; cualquier paso en falso podría cambiar la balanza entre la confianza o el rechazo. Incluso si el paciente es insalvable, los buccaneers, al no tener los mismos conocimientos médicos que tú, podrían entender que no has hecho lo suficiente. Pero afortunadamente, no es el caso. Los tipos parecen ir cambiando los ojos con los que te miran cuando ven cómo te desenvuelves y que realmente pareces implicado en salvar esa vida.

Cuando solicitas materiales o pides confirmación para saber qué contienen ciertos frascos, asienten rápidamente y te responden al instante, mostrando su disposición a colaborar. Incluso ante la tensión palpable, no interfieren en tu trabajo, limitándose a observar y estar listos para actuar si lo requieres. Ni te apuntan con armas, ni las tienen desenvainadas, ni te vuelven a amenazar. Parecen saber que necesitan que estés tranquilo y concentrado. A fin de cuentas, si te quisieran matar no tendrían mucho problema, entre su poder y que son un numeroso grupo, no les debería costar mucho.

Mientras estabilizas al herido más grave, el ambiente se vuelve aún más intenso. La puerta se abre de golpe, dejando entrar una ráfaga de aire helado junto con dos Buccaneers más, cada uno cargando a dos heridos adicionales. Si tienes un instante para mirar, no te sonará la cara de esos dos tipos, y menos aún la de los heridos. Los recién llegados no pronuncian palabras, pero sus expresiones hablan de urgencia. Depositan cuidadosamente a los nuevos pacientes en las camillas improvisadas, dejando claro que el número de heridos ahora asciende a ocho, aparte del que estás atendiendo. Solo hay seis camillas, por lo que algunos menos heridos ceden sus camillas a los nuevos y se tumban en el suelo. Es un panorama desolador, y para el cual nadie parece estar preparado.

La tensión en la sala crece de manera palpable. Los dos Buccaneers que intentaban atender superficialmente a los heridos comienzan a perder el control. Sus movimientos se tornan erráticos, y sus manos tiemblan al manipular los vendajes. Puedes observar cómo están nerviosos e incluso emplean algún ungüento que no corresponde, producto de la prisa con la que quieren trabajar. Las miradas que intercambian están cargadas de frustración, ansiedad, y sobre todo falta de práctica. Incluso sin palabras, es evidente que la situación los está sobrepasando. Más pequeños errores empiezan a acumularse: un vendaje mal ajustado, una herida mal limpiada, instrumentos caídos al suelo y puestos en la bandeja de trabajo sin volver a desinfectar... Su nerviosismo amenaza con agravar la situación. Quizá haya que tomar cartas en el asunto. ¿Te ves preparado? Quizá puedas supervisarles, o hacer que ejerzan de auxiliares para ti. O cualquier otra cosa que se te ocurra, por probar que no sea. Todo por salvar vidas, ¿no?

Mientras terminas de estabilizar al joven con la herida grave en el muslo, captas una conversación que intenta mantenerse en susurros, aunque el tono efusivo de los interlocutores hace que sus palabras lleguen a tus oídos claramente. Se trata de los dos tipos de antes, el que parece ser el jefe, y otro.

—Te lo vuelvo a decir… Hazme caso. Necesitamos a Saga, van a morir si no hacemos algo ya. 
—Pero… No. No podemos ir. No si Eirik no lo autoriza. El médico forastero los salvará. 
—Me da igual cargar con la culpa, pero déjame ir a por Saga, por favor.

El nombre "Saga" vuelve a aparecer, y esta vez acompañado de una desesperación evidente. Aunque no conoces la identidad de esa persona, está claro que su presencia podría ser crucial. A pesar de los argumentos, el debate parece estancado en un punto muerto. Mientras uno quiere avisar a esa tal Saga, el otro dice que no. Ya es la segunda vez que ocurre, y por la insistencia del tipo seguramente no sea la última.

Mientras tanto, los dos Buccaneers que tratan de manejar al resto de los heridos siguen claramente superados. Sus esfuerzos son encomiables, pero la falta de conocimientos y la presión del momento se están volviendo en su contra. Uno de ellos, al intentar ajustar un vendaje, tira accidentalmente una botella de antiséptico al suelo, rompiéndola en pedazos. Rápidamente uno de los tipos que te estaba vigilando sale corriendo a recoger lo que puede del frasco caído y lo introduce en otro más pequeño. El otro deja caer una aguja ya esterilizada, lo que lo obliga a buscar otra entre el desorden, clavándose una en el camino y dejando unas gotas de sangre en el suelo.

Entre tanto, uno de los Buccaneers más jóvenes se acerca con una bandeja improvisada llena de herramientas y materiales organizados, mirándote a los ojos.

—Aún no sabemos su nombre, forastero. El mío es Bror. Un tipo de Skoldheim —dice esto último bastante más bajo que lo demás y mirando de reojo hacia atrás, donde está el jefe y el tipo que habla con él— me dio un libro de medicina que he estado leyendo. Creo que necesitarás todo esto para seguir operando.

Si observas la bandeja, podrás ver todo tipo de instrumental bien colocado y desinfectado. Seguro que sabes usarlos todos, aunque puede que alguno sea la primera vez que lo ves, al menos a juzgar por la forma tan rudimentaria.

Ahora parece que te toca poner algo de orden. Tienes muchas opciones, pero quizá lo principal es salvar a los heridos. Para ello, quizá tengas que pensar algún operativo. Por otro lado, está el nombre de "Saga", que seguro que aún permanece en tu mente. La figura parece ser una clave para este grupo, alguien cuya intervención podría cambiar el rumbo de la situación. O quizá no, si tienes en cuenta la reticencia del que parece ser el jefe. Aunque no puedes abandonar tu posición actual, sabes que tarde o temprano tendrás que averiguar quién es y por qué su presencia parece ser tan crucial. El momento exacto en el que quieras hacerlo, te corresponde a ti.

Por cierto, hay un problema más. ¿Recuerdas la carne quemada? Pues ahora está rodeada de cuatro lobos blancos. Oís los aullidos y algún que otro Buccaneer se asoma a la ventana para verlo mejor. Los lobos son preciosos y dirías que el tamaño es bastante más grande que el de un lobo común. ¿Es que aquí es todo más grande? La cosa es que los que miran por la ventana sonríen, no parecen preocupados ni se les ve intención de salir a ahuyentarlos.

En fin, son muchas cosas, pero confío en ti. Nadie dijo que una T6 fuera a ser fácil.

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RE: [T6] Relatos ocultos entre la ventisca - por Raiga Gin Ebra - 10-01-2025, 02:43 PM

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