Sirius Herald
Eleos
11-01-2025, 04:11 AM
En el momento en el que los matones se van y escucho tanto sus auras como sus pasos alejándose, lograría relajar mis músculos y mis ojos volverían a su usual tono turquesa. Las nubes se irían deshaciendo poco a poco mientras las gotas iban cayendo por mi cuerpo, pasando por mi cara como si fueran lagrimas y recorriendo mi impermeable plumaje hasta acabar en el suelo. Mis alas, se plegarían volviendo a su posición de reposo habitual, yo.. lo había conseguido, conseguido con éxito además, al no haber infligido daño a nadie no tendrían pruebas para acusarme a nadie de la marina, y al mismo tiempo en caso de que lo hicieran, yo tenía pruebas de un intento de asesinato, por lo que no había manera de dejarme mal, yo lo había hecho una cosa: Mi trabajo. ¡Además! en mi cara vuelve a tornarse una sonrisa por una simple razón: Aun podía conseguir la información que el capitán me había pedido, así que técnicamente no le había desobedecido.
Me acerco al Mink de forma briosa, parecía agradecerme, pero en verdad no tenía nada que agradecer, no lo hice por eso, es mi trabajo. -¿Que por qué te he ayudado?, no tengo ninguna razón, no debes de darme las gracias, mi trabajo es proteger a todos los ciudadanos de los mares, ya sean mink, jujin, humanos, tontatta.. o una raza hecha de plantas que se descubra algún día. jajaja- Intenté que el mink bajara sus defensas con algo de comedia, normalmente esas cosas ayudaban, al mismo tiempo, sacaría el botiquín que llevaba conmigo, abriéndolo y seleccionando algunos productos. -Además, soy medico, hice una promesa hace mucho tiempo de que salvaría a todas las personas que mi cuerpo enclenque me permitía, perdí la memoria hacer tiempo, pero nunca perderé mis juramentos internos- Lo primero que haría sería sacar algo de Etanol, mojándolo en una especie de gasas de tela (por que las de algodón son malas, podría meterse en la herida), empezando a desinfectar sus heridas. -Te va a escocer... por favor no te muevas- tras tratarle en las heridas con el Etanol, sacaría algunas gasas y vendas duras, aplicándoselas en las posibles extremidades donde pudiera tener algún hueso roto, eso no le iba a servir demasiado ahora, pero le aguantaría hasta que fuera a ver a algún doctor, en ese momento juntaría mis manos en un ligero rezo. -Por favor Artífice, cuida a este hijo tuyo hasta que sus heridas puedan ser tratadas en un medico mas detenidamente.- Me arrodillaría en frente del Mink, para que se pudiera apoyar en mi, no era bastante alto pero si era necesario me agacharía. -Lo siento pero.. por el diente no puedo hacer nada, no conozco a ningún dentista en el North blue jaja... perdón, lo cierto es que estoy igual de nervioso que tu. Miraría en mis bolsillos, pero tristemente no tenía nada para ofrecerle de bebida.-Vamos, yo te llevo a tu bar favorito.. invito yo, si te cuesta caminar puedo llevarte volando, no me cuesta nada-
Me acerco al Mink de forma briosa, parecía agradecerme, pero en verdad no tenía nada que agradecer, no lo hice por eso, es mi trabajo. -¿Que por qué te he ayudado?, no tengo ninguna razón, no debes de darme las gracias, mi trabajo es proteger a todos los ciudadanos de los mares, ya sean mink, jujin, humanos, tontatta.. o una raza hecha de plantas que se descubra algún día. jajaja- Intenté que el mink bajara sus defensas con algo de comedia, normalmente esas cosas ayudaban, al mismo tiempo, sacaría el botiquín que llevaba conmigo, abriéndolo y seleccionando algunos productos. -Además, soy medico, hice una promesa hace mucho tiempo de que salvaría a todas las personas que mi cuerpo enclenque me permitía, perdí la memoria hacer tiempo, pero nunca perderé mis juramentos internos- Lo primero que haría sería sacar algo de Etanol, mojándolo en una especie de gasas de tela (por que las de algodón son malas, podría meterse en la herida), empezando a desinfectar sus heridas. -Te va a escocer... por favor no te muevas- tras tratarle en las heridas con el Etanol, sacaría algunas gasas y vendas duras, aplicándoselas en las posibles extremidades donde pudiera tener algún hueso roto, eso no le iba a servir demasiado ahora, pero le aguantaría hasta que fuera a ver a algún doctor, en ese momento juntaría mis manos en un ligero rezo. -Por favor Artífice, cuida a este hijo tuyo hasta que sus heridas puedan ser tratadas en un medico mas detenidamente.- Me arrodillaría en frente del Mink, para que se pudiera apoyar en mi, no era bastante alto pero si era necesario me agacharía. -Lo siento pero.. por el diente no puedo hacer nada, no conozco a ningún dentista en el North blue jaja... perdón, lo cierto es que estoy igual de nervioso que tu. Miraría en mis bolsillos, pero tristemente no tenía nada para ofrecerle de bebida.-Vamos, yo te llevo a tu bar favorito.. invito yo, si te cuesta caminar puedo llevarte volando, no me cuesta nada-