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Gavyn Peregrino
Rose Branwell
12-01-2025, 10:44 PM
Atrapar al hombre que había hecho de parte de mi infancia una pesadilla fue tan, tan sencillo, se sentía… Extraño ¿Empoderaba? Quizás así es como se sentían los guardias al atrapar personas para su “trabajo”, algo se revolvió en la boca de mi estómago, negué con la cabeza, no, así no debía sentirse, porque lo que se gestaba en mi era muy distinto a la emoción por la caza que conocía, aunque “caza” es una palabra un tanto fuerte, “persecución” es un poco más aceptable, si, eso era, porque recuerdo la adrenalina recorriéndome las venas en cada ocasión en la que debía capturar a alguien, generalmente era por fines egoístas; no me era complejo recordar que uno de mis compañeros de tripulación se había presentado convenientemente como un ladrón, es decir, había procedido a robarme tan pronto como me vio, aunque “robo” es generoso, ya que solo logró hurtar una bolsa de papel madera con objetos triviales.
No, lo que sentía en la persecución por recuperar mis cosas no se parecía en nada a la ira que burbujeaba ominosamente en mi vientre, no había diversión, empatía ni simpatía, no estaba interesado en resolver acertijos o recorrer los entresijos de la ciudad en una carrera juguetona que me permitiría darle una lección a alguien y reírme de esa misma persona. Para nada. Ahora mismo solo quería obtener lo que había vine a buscar, la información que se me debía y pensar que es lo que quería hacer con este despojo no tan humano que se arrastraba por las calles quince años después de haberse convertido en la pesadilla de muchas personas, incluyéndome. Apreté con fuerza el brazo del guardia, empujándolo contra la pared mientras presionaba el cuchillo sobre su garganta, no estaba muy interesado en la posición humillante en la que había acabado.
. – Creo que no fui lo suficientemente claro ¿No? Probemos de nuevo. –Moví el puñal lentamente hacia el lateral izquierdo de su mandíbula– Cortar en el centro del cuello no sirve de nada, pero desde aquí hasta el otro lado es bastante efectivo para matar a alguien. –Comenté como al pasar, conocedor de la anatomía– Así que sino quieres que este lugar se transforme en una versión apestosa de “El Resplandor” te sugeriría que dejes de gritar, de todas formas morirías y yo escaparía antes de que te rescaten.
Desinteresado en sus súplicas aguardé pacientemente para que dijera lo que quisiera, pero nada de aquello que me indicó servía para algo, la respiración del tipo era algo ruidosa, pero él en sí lo era, el sudor se deslizaba a cuentagotas por su nuca, mojando el vello que yacía allí mientras él balbuceaba nimiedades en las que no estaba interesado ¿Qué importaba si estaba en el pasado? La venganza es algo que se sirve en un plato muy frío, de hecho, una década y un lustro para ser más exactos ¿No suena mucho mejor así? Sin duda. Puse los ojos en blanco por un momento, todavía conservaba algo de mí debajo de la sombra de la “profesionalidad” no solía hacer trabajos de asesinato muy seguido, era difícil separar las cosas posteriormente, el rencor y todo eso. Como el rencor que se estaba acumulando en los iris del guardia, resentimiento que brillaba como un faro en las oscuras y húmedas noches de neblina.
. – En realidad te pedí que te calles, pero lo haces más sencillo. –Resoplé, apretando su brazo firmemente para que no escape, no quería romperlo, no por piedad, sino porque haría demasiado ruido– No, no me conoces y no te conozco, simplemente me enviaron a interrogante, así que, si me dices lo que quiero, con gusto te liberaré.
La cedencia de mi voz y mis palabras se volvió lenta, suave y mucho más tranquila que antes, raspé el filo del puñal en la piel de su cuello antes de preguntar.
. – La organización de “Los Sin Rostro”, sé que sigue en la isla ¿Dónde se reúnen? ¿Dónde reúnen sus “productos”? ¿Cuántas personas participan? Y será mejor que refresques esa memoria que dejó las cosas en el “pasado” porque tengo una paciencia muy limitada. –Advertí con el mismo tono de voz que estaba utilizando– Además, sería bueno que me dieras información acerca de los turnos de los guardias, porque, asumo, tienen algunos patrullando alrededor de donde está su sede ¿No?
No, lo que sentía en la persecución por recuperar mis cosas no se parecía en nada a la ira que burbujeaba ominosamente en mi vientre, no había diversión, empatía ni simpatía, no estaba interesado en resolver acertijos o recorrer los entresijos de la ciudad en una carrera juguetona que me permitiría darle una lección a alguien y reírme de esa misma persona. Para nada. Ahora mismo solo quería obtener lo que había vine a buscar, la información que se me debía y pensar que es lo que quería hacer con este despojo no tan humano que se arrastraba por las calles quince años después de haberse convertido en la pesadilla de muchas personas, incluyéndome. Apreté con fuerza el brazo del guardia, empujándolo contra la pared mientras presionaba el cuchillo sobre su garganta, no estaba muy interesado en la posición humillante en la que había acabado.
. – Creo que no fui lo suficientemente claro ¿No? Probemos de nuevo. –Moví el puñal lentamente hacia el lateral izquierdo de su mandíbula– Cortar en el centro del cuello no sirve de nada, pero desde aquí hasta el otro lado es bastante efectivo para matar a alguien. –Comenté como al pasar, conocedor de la anatomía– Así que sino quieres que este lugar se transforme en una versión apestosa de “El Resplandor” te sugeriría que dejes de gritar, de todas formas morirías y yo escaparía antes de que te rescaten.
Desinteresado en sus súplicas aguardé pacientemente para que dijera lo que quisiera, pero nada de aquello que me indicó servía para algo, la respiración del tipo era algo ruidosa, pero él en sí lo era, el sudor se deslizaba a cuentagotas por su nuca, mojando el vello que yacía allí mientras él balbuceaba nimiedades en las que no estaba interesado ¿Qué importaba si estaba en el pasado? La venganza es algo que se sirve en un plato muy frío, de hecho, una década y un lustro para ser más exactos ¿No suena mucho mejor así? Sin duda. Puse los ojos en blanco por un momento, todavía conservaba algo de mí debajo de la sombra de la “profesionalidad” no solía hacer trabajos de asesinato muy seguido, era difícil separar las cosas posteriormente, el rencor y todo eso. Como el rencor que se estaba acumulando en los iris del guardia, resentimiento que brillaba como un faro en las oscuras y húmedas noches de neblina.
. – En realidad te pedí que te calles, pero lo haces más sencillo. –Resoplé, apretando su brazo firmemente para que no escape, no quería romperlo, no por piedad, sino porque haría demasiado ruido– No, no me conoces y no te conozco, simplemente me enviaron a interrogante, así que, si me dices lo que quiero, con gusto te liberaré.
La cedencia de mi voz y mis palabras se volvió lenta, suave y mucho más tranquila que antes, raspé el filo del puñal en la piel de su cuello antes de preguntar.
. – La organización de “Los Sin Rostro”, sé que sigue en la isla ¿Dónde se reúnen? ¿Dónde reúnen sus “productos”? ¿Cuántas personas participan? Y será mejor que refresques esa memoria que dejó las cosas en el “pasado” porque tengo una paciencia muy limitada. –Advertí con el mismo tono de voz que estaba utilizando– Además, sería bueno que me dieras información acerca de los turnos de los guardias, porque, asumo, tienen algunos patrullando alrededor de donde está su sede ¿No?