Dan Kinro
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16-01-2025, 07:38 PM
Dan Kinro, con las luces enredadas en una mano y una galleta de vainilla que le había dado uno de los niños en la otra, soltó una risa contagiosa ante el comentario de Ares sobre colgarla del árbol.
— ¡Aye, colgadme si quieren, pero recordad que brillo más que cualquier maldita estrella! — respondió, sacudiendo las luces como si fuera un cetro de reina antes de dejar que Ares se las quitara de las manos con una mirada de paciencia forzada, o al menos ella se las ofreció.
— Pero no te quejes cuando me lleve todo el mérito por lo bonito que está quedando, ¿eh?
Mientras Ares se alejaba con las luces para ayudar al grupo de adolescentes, Dan se inclinó para recoger otra caja de decoraciones. Su energía no mostraba señales de disminuir, ni siquiera con el frío que ya se estaba haciendo más intenso. Cuando Ares volvió y mencionó lo del trago, Dan casi dejó caer la caja de la risa que le provocó.
— ¡Un trago, dice el lagarto! ¿Tú? ¿El mismo que se quejaba hace un rato de perder el tiempo con "tonterías navideñas"? — Dan se llevó la mano a la cintura y le lanzó una mirada burlona, aunque estaba claro que lo decía en tono de broma — Pues mira, no te voy a decir que no. Pero antes de que nos pongamos a celebrar como si ya hubiésemos terminado, hay que acabar con esto.
La joven marine se giró hacia Alaric, que estaba terminando de colocar la estrella con la ayuda de la niña.
— ¡Ey, mastodonte! — gritó, usando el apodo que Ares le había lanzado antes.
— Tú también te apuntas al trago, ¿no? Pero solo después de que este árbol quede tan bonito que hasta el mismo Almirante quiera venir a sacarse una foto con él.
Volvió a su tarea con una sonrisa en el rostro, colocando cuidadosamente una guirnalda dorada alrededor de una farola.
— Vamos, chicos, ya casi hemos terminado. Esto tiene que ser un jodido espectáculo. Niños felices, luces brillando y nosotros con un buen trago al final. ¿Qué más se puede pedir?
Dan levantó la galleta que aún tenía en la mano como si fuera un brindis improvisado.
— ¡Por la Navidad, por Loguetown y porque alguien me compre galletas de mantequilla y chocolate!
— ¡Aye, colgadme si quieren, pero recordad que brillo más que cualquier maldita estrella! — respondió, sacudiendo las luces como si fuera un cetro de reina antes de dejar que Ares se las quitara de las manos con una mirada de paciencia forzada, o al menos ella se las ofreció.
— Pero no te quejes cuando me lleve todo el mérito por lo bonito que está quedando, ¿eh?
Mientras Ares se alejaba con las luces para ayudar al grupo de adolescentes, Dan se inclinó para recoger otra caja de decoraciones. Su energía no mostraba señales de disminuir, ni siquiera con el frío que ya se estaba haciendo más intenso. Cuando Ares volvió y mencionó lo del trago, Dan casi dejó caer la caja de la risa que le provocó.
— ¡Un trago, dice el lagarto! ¿Tú? ¿El mismo que se quejaba hace un rato de perder el tiempo con "tonterías navideñas"? — Dan se llevó la mano a la cintura y le lanzó una mirada burlona, aunque estaba claro que lo decía en tono de broma — Pues mira, no te voy a decir que no. Pero antes de que nos pongamos a celebrar como si ya hubiésemos terminado, hay que acabar con esto.
La joven marine se giró hacia Alaric, que estaba terminando de colocar la estrella con la ayuda de la niña.
— ¡Ey, mastodonte! — gritó, usando el apodo que Ares le había lanzado antes.
— Tú también te apuntas al trago, ¿no? Pero solo después de que este árbol quede tan bonito que hasta el mismo Almirante quiera venir a sacarse una foto con él.
Volvió a su tarea con una sonrisa en el rostro, colocando cuidadosamente una guirnalda dorada alrededor de una farola.
— Vamos, chicos, ya casi hemos terminado. Esto tiene que ser un jodido espectáculo. Niños felices, luces brillando y nosotros con un buen trago al final. ¿Qué más se puede pedir?
Dan levantó la galleta que aún tenía en la mano como si fuera un brindis improvisado.
— ¡Por la Navidad, por Loguetown y porque alguien me compre galletas de mantequilla y chocolate!