
Illyasbabel
cuervo de tiburón
17-01-2025, 11:57 PM
Con ambas manos en los bolsillos de su pantalón y con su cigarro aún en boca, Illyasbabel apresuraba la delantera del grupo hasta alcanzar el modesto Bar. Una vez frente a la entrada tuvo que casi forzar la vieja puerta, que luego de un poco de reniego y un bruto golpe, lograría abrir, - ¡Bienvenidos! - exclamó, mientras daba paso a Shy y Donatella. Como era de esperarse, no había nadie en el bar, más que algunas mesas llenas de polvo y viejas cortinas que adornaban el sitio. La preocupación de Illyasbabel no fue menor al notar que la barra y los muebles que se encontraban detrás de esta estaban completamente vacías, - No puede ser...- se dijo así mismo algo deprimido. Desoyó completamente las palabras de su compañero y se dispuso a inspeccionar a fondo el bar, con avidez dio un salto para atravesar la barra principal para luego posicionarse donde suele estar el Barman, una vez allí, empezaría su escandalosa búsqueda. - Nada, nada, ¡Nada..! - decía mientras revoleaba trapos viejos y movía algunos trozos de madera. Ahora un poco más frustrado apoyó su cuerpo sobre la barra y se quitó su sombrero, - Mis días están contados...- se dijo así mismo, entregándose completamente a lo que podría llegar a ser una estadía abrumadora.
Aun en sus pensamientos, Illyasbabel oyó el crujir de la madera en lo que suponía fuera la cocina del bar, rápidamente se incorporó y se dispuso al acecho, - ¿¿Quien anda ahí?? - Exclamó con fuerzas mientras abría la puerta de una patada y desenfundaba una espada. No tuvo respuesta alguna por lo que no tuvo más remedio que acceder a la sala contigua. Al ingresar no encontró nada, probablemente aquel ruido había sido una ilusión o simplemente alguna alimaña, por lo que su esperanza sobre una posible encuentro se desvaneció en el aire y nuevamente cayó en la amargura. Pero justo antes de volver a donde se encontraba, su experto olfato noto algo raro, había una trampilla en el piso, y de allí provenía un extraño aroma a cereal en descomposición. Sus ojos brillaron con esperanza, - Quizás ¡¡Quizás!! -. Abrió la trampilla del suelo y al descender al subsuelo se encontró con una bodega con algunas botellas de vino aun cerradas. - ¡BINGO! - exclamó con fuerzas, por su entusiasmo cualquiera hubiera escuchado sus gritos. Tomó varias botellas y dejó algunas monedas en su lugar, luego se retiro al bar para dar las buenas nuevas a sus compañeros.
- ¡He! ¡He! ¡He! - rio mientras se sentaba junto a Shy y Donatella y servía tres copas de aquel añejado vino. - Al menos tenemos que beber... - dijo mientras brindaba en el aire y luego fondeaba la copa. - Supongo que podríamos investigar un poco más la isla... quizá resolvamos el misterio de tanto silencio... -
Aun en sus pensamientos, Illyasbabel oyó el crujir de la madera en lo que suponía fuera la cocina del bar, rápidamente se incorporó y se dispuso al acecho, - ¿¿Quien anda ahí?? - Exclamó con fuerzas mientras abría la puerta de una patada y desenfundaba una espada. No tuvo respuesta alguna por lo que no tuvo más remedio que acceder a la sala contigua. Al ingresar no encontró nada, probablemente aquel ruido había sido una ilusión o simplemente alguna alimaña, por lo que su esperanza sobre una posible encuentro se desvaneció en el aire y nuevamente cayó en la amargura. Pero justo antes de volver a donde se encontraba, su experto olfato noto algo raro, había una trampilla en el piso, y de allí provenía un extraño aroma a cereal en descomposición. Sus ojos brillaron con esperanza, - Quizás ¡¡Quizás!! -. Abrió la trampilla del suelo y al descender al subsuelo se encontró con una bodega con algunas botellas de vino aun cerradas. - ¡BINGO! - exclamó con fuerzas, por su entusiasmo cualquiera hubiera escuchado sus gritos. Tomó varias botellas y dejó algunas monedas en su lugar, luego se retiro al bar para dar las buenas nuevas a sus compañeros.
- ¡He! ¡He! ¡He! - rio mientras se sentaba junto a Shy y Donatella y servía tres copas de aquel añejado vino. - Al menos tenemos que beber... - dijo mientras brindaba en el aire y luego fondeaba la copa. - Supongo que podríamos investigar un poco más la isla... quizá resolvamos el misterio de tanto silencio... -