Alguien dijo una vez...
Donquixote Doflamingo
¿Los piratas son malos? ¿Los marines son los buenos? ¡Estos términos han cambiado siempre a lo largo de la historia! ¡Los niños que nunca han visto la paz y los niños que nunca han visto la guerra tienen valores diferentes! ¡Los que están en la cima determinan lo que está bien y lo que está mal! ¡Este lugar es un terreno neutral! ¿Dicen que la Justicia prevalecerá? ¡Por supuesto que lo hará! ¡Gane quién gane esta guerra se convertirá en la Justicia!
[Aventura] [Tier 2] Un Musico, un brócoli y un tesoro
Nagaki
Medusa
La brisa marina me acaricia el rostro mientras camino por las calles empedradas de Rostock, un lugar que, aunque ha visto tiempos más tranquilos, empieza a vibrar con la llegada de nuevos reclutas de la Marina como yo. Ayer fue un día especialmente raro ya que había cambiado a mi fase normal y, aunque me he esforzado por mantener la calma, mi mente sigue dispersa por el cambio. 

Como en mi fase pólipo tengo una apariencia de una niña de 12 años no me dejaban salir de la base si no es para hacer alguna misión. Ahora sin embargo que parezco una adolescente ahora no tienen problema de que salga. Que raros son estos terravivientes humanos, si sólo habían pasado 10 días desde que me uní a la Marina, no veía problema porqué ahora sí y antes no. Pero ahora que me habían dejado salir de la base, tenía que aprovechar y visitar el Pueblo de Rostock.

Así que, cuando veo la Taberna Tablaó al final de la calle, mi instinto me grita que es el lugar perfecto para despejar la mente. No hay mucho ruido en este momento, solo el murmullo lejano del océano y el sonido de mi propia respiración. Empujo las puertas de la taberna y me adentro, sintiendo cómo el aire fresco se transforma en olor a madera envejecida y bebidas alcohólicas. Una rápida mirada a mi alrededor me revela que el lugar está lejos de estar abarrotado. De hecho, parece que sólo hay un puñado de almas aquí, cada una atrapada en su propio mundo.

Me muevo hacia la barra y pido un vaso de agua, aunque el barman me tienta a pedir algo más fuerte con el gran repertorio de bebidas que tenía detrás de la barra. La idea de dejarme llevar por el ambiente me hace sentir un poco nerviosa, pero reflexiono pensando que he tenido situaciones peores. Mientras el barman me sirve, noto un hombre en el pequeño escenario que, en este momento, parece bastante solo. Un cantante, para ser exactos. Su guitarra cuelga de su cuello, mientras sus dedos la acarician con destreza y sus labios comienzan a moverse en un canto melódico. ¿Va a interpretar algo ahora? Había escuchado cantar a los marineros en el puerto pero siendo honesta, son marineros y no cantantes profesionales por motivos obvios.

El sonido de su voz penetra en mis oídos como una suave brisa. Es una balada que habla de piratas y de secretos del mar, de historias que han sido enterradas y de anhelos que resisten el tiempo. No puedo evitar atrapar una parte de la letra, y mientras escucho, una curiosidad inexplicable me invade. Me encuentro casi sonriendo ante la idea de que, a pesar de que el lugar está casi vacío, este hombre se presenta con una confianza digna de un verdadero artista.

Su apariencia no ayuda a frenar la curiosidad. A medida que lo observo, me doy cuenta de que es bastante guapo. Hay algo en su expresión que me intriga y, de repente, me encuentro preguntándome si realmente su música tiene el poder de llegar a más personas de las que parecen escucharlo en este momento. ¿Es este el poder de la música o es un usuario de alguna fruta demoniaca?

Hago un esfuerzo por concentrarme en la letra, pero aparece un ardor en mi pecho. Algo en su voz me recuerda la pasión que solía sentir, una chispa que había dejado de lado por la seriedad de mi trabajo en la Marina. "Oh, el pirata oculto, con su disfraz, fingió ser capturado, buscando paz." Aunque sus palabras están imbuidas de una melancolía que nunca había sentido tanto cerca, en este instante me transformo en una espectadora ajena a toda la realidad que me rodea.

Algunos de los clientes parecen empezar a notar la música, pero todavía hay un aire de desprecio hacia él. Siento un instante de indignación; -¿es que nadie puede ver el esfuerzo que pone para atrapar la atención de otros? - Dije pensando para mis adentros, sabiendo que lo que piensen no importa, pero el deseo de alentar su trabajo me asalta.

Finalmente, tras la última estrofa, ese ardor de mi pecho me invita a levantarme y aplaudir una vez veo que aleja su mano de la guitarra.

Personaje
#2


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RE: [Tier 2] Un Musico, un brócoli y un tesoro - por Nagaki - 10-08-2024, 07:58 PM

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