¿Sabías que…?
... existe la leyenda de una antigua serpiente gigante que surcaba el East Blue.
El pirata de un solo ojo, un solo brazo y dos piernas.
Kael
El Fantasma del Mar
Mi mente divagaba. Los últimos recuerdos que tenía en la mente era ver a Karina, imponente y majestuosa acercándose hacia a mí y una vez estuvo demasiado cerca, paz. Todo se volvió negro, todo el dolor desapareció. ¿Es esto lo que significa estar muerto? ¿Esta paz que sentía era lo que me esperaría?.

De repente cambié de escenario, dejé de ver el fondo negro para encontrarme de repente en mi casa. No, no en mi casa, en mi casa hace 5 años. Todo estaba tal y como recordaba pero al mismo tiempo no parecía real. Los colores de la casa estaban apagados, difuminados, como una foto que ha perdido el color que una vez tuvo.
-Como un recuerdo que cada vez está más enterrado y olvidado- añadí para mis adentros. ¿Pero qué hacía ahí? ¿este es el cielo?,¿este es mi cielo?. Volver al lugar donde tenía gran parte de los mejores años de mi vida no parecía mal sitio para pasar el resto de la eternidad.

Pero algo no encajaba. Allí, sentado en una de las sillas de la mesa del comedor de nuestra pequeña casa, sentía que faltaba un vacío, algo que llenase ese hogar para sentirlo completo del todo, y como si lo estuviera deseando, la puerta se abrió. Una luz cegadora entró cuando la puerta se abrió, dejándome deslumbrado al mirar a la puerta y lo único que pude ver es una silueta negra en medio de tanta luz que con una voz suave y dulce que dijo: -Cariño, ya estoy en casa

Me desperté sobresaltado, como si un impulso hubiera recorrido todo mi cuerpo haciéndome temblar ligeramente. Aun mirando al suelo, abrí mi ojo poco a poco para recuperar la visión y saber donde estaba. Notaba cómo gotas de agua iban cayendo directamente contra mi nuca, que seguían su camino por mi espalda formando hilos de gotas de agua hasta caer deslizándose por mi cuerpo y algunos escociéndome en la herida que me había provocado el primer latigazo de Karina, mientras que otras gotas seguían por otros hilos hasta ser absorbidos por la tela de mis pantalones, prácticamente ya empapados por la zona de la cadera. 

¿Cuánto tiempo llevaría ahí? Porqué estaba ahí, para empezar. Debería estar muerto, no... donde quiera que esté. Hice un pequeño repaso mental de la situación de mi cuerpo en ese estado. La herida de mi espalda escocía bastante, mi cabeza todavía no se había recuperado del todo, mi lado izquierdo del torso seguía malherido del choque contra el suelo. Además de ser esposado de mi brazo y piernas sin contar la mordaza en la boca. Y al menos, no notaba hambre, por lo que tendrían que haber pasado algo menos que 3 días desde que luché con Karina.

Una voz habló cerca de mí (guardia) pero no entendí bien lo que dijo, aun aturdido de haberme levantado de la inconsciencia. Levanté la cabeza lentamente y sin sobresaltos para que el hombre que tenía delante y aproveché para mirar un poco detrás de él para situarme. Aproveché el levantar la cabeza tan lentamente para intentar estirar un poco la espalda y moverme lo suficiente en el asiento para apoyar la espalda contra el respaldo y que la gota del tejado ahora me caiga sobre mi frente, refrescándola.

Me encontraba en una sala un tanto peculiar, pero por el estado de las goteras y la disposición de la sala lo más probable es que esté retenido en alguna parte de los muelles. No estaba muerto después de todo. Suspiré como pude con la venda en la boca. Mirando al hombre delante de mí y esperando su reacción.
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RE: El pirata de un solo ojo, un solo brazo y dos piernas. - por Kael - 11-08-2024, 01:25 AM

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