Bizvan
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11-08-2024, 08:03 AM
* Cada vez se ve más pequeño. *pensó el joven mientras veía a un barco zarpando entre las olas.
Llegar a la zona céntrica debería ser sencillo si lograba recordar las indicaciones que le habían dado, sin embargo ¿que haría después? Era una pregunta que había rondado en su cabeza durante varias horas. Esa era la razón por la cual miraba hacia el mar en busca de un poco de inspiración.
- Ahhhhh, no tiene caso tratar de pensar tan a futuro. -finalmente exclamó con un tono de molestia en su voz.
Se dió media vuelta y comenzó a caminar hacia donde creía recordar que debería dirigirse.
Disfrutó de la tranquilidad ofrecida por la temprana hora, aunque no pudo evitar frotar sus brazos para hacerlos entrar en calor. El aroma de los árboles, acompañado de del ocasional sonido de algún ave de la zona, le hicieron pensar que aquel lugar no parecía ser un mal sitio para vivir, aunque claro, esto solo era su opinión, sería difícil imaginarse que pensarían los habitantes de aquí ante la idea de un nuevo lugareño.
* ¿Sería mejor solo conseguir dinero y marcharme a otro lugar? *ahí estaba de nuevo, no tenía idea de que hacer a continuación. Era difícil imaginar un nuevo inicio, cuando no tenía muy claro que es lo que quería hacer en primer lugar.
* ¿Qué es lo que más quiero en este momento? *pensó mientras se detenía unos minutos para cerrar su ojo y ayudar a su cabeza a imaginar algo.- Un arma. -abrió el ojo con asombro al percatarse que aquello no fue algo que pensó, sino que salió de su boca sin haberse percatado.
Con algo de molestia miró a su alrededor por si alguien lo había escuchado, pues aquello no debería ser algo común de escuchar. Para su fortuna, parecía que nadie se encontraba cerca suyo en aquel momento.
Suspiró aliviado, lo que menos quería en este momento era levantar sospechas innecesarias, no obstante, no pudo evitar admitir que se sentía bastante incómodo al no llevar consigo un arma.
* Me pregunto si habrá alguna forma de conseguir una por aquí. *pensó mientras llevaba inconsciente la mano a la cintura donde solía llevar guardar la pistola. Una sonrisa amarga se formó en el rostro del tuerto al percatarse de cómo su forma de pensar había cambiado totalmente. Apretó los puños con molestia al saber que no podía hacer nada al respecto por el momento, y simplemente reanudó con su andar.
* Comida. *si bien aún no sentía la necesidad de alimentarse, tarde o temprano se vería en la necesidad de comer algo. Con eso en mente se propuso tratar de mejorar su estado de ánimo viendo que opciones había por ahí para comer.
Poco a poco comenzó a ver personas caminar por los alrededores, ninguno parecía reparar demasiado en la presencia del joven, y simplemente continuaban con normalidad sus actividades cotidianas, aquello tranquilizó de cierta forma al chico.
Repentinamente lo notó, ¿había girado en la esquina correcta? Estaba seguro de recordar las indicaciones, pero ahora se sentía un poco perdido. Miró a su alrededor en búsqueda de algún edificio de referencia que pudiera recordar, pero definitivamente había llegado a otra parte completamente diferente.
Suspiró con pesar, contempló sus opciones y tras unos minutos en los que esperó en vano ver nuevamente a algún lugareño para pedir indicaciones, decidió simplemente seguir avanzando mientras exploraba el lugar en búsqueda de cualquier local abierto a esta hora.
No pudo evitar reírse de sí mismo por su mala memoria, tristemente esta no sería la última vez que le jugaría una mala broma, y en más de una ocasión esto fue la causa de situaciones bastantes molestas y desagradables.
Llegar a la zona céntrica debería ser sencillo si lograba recordar las indicaciones que le habían dado, sin embargo ¿que haría después? Era una pregunta que había rondado en su cabeza durante varias horas. Esa era la razón por la cual miraba hacia el mar en busca de un poco de inspiración.
- Ahhhhh, no tiene caso tratar de pensar tan a futuro. -finalmente exclamó con un tono de molestia en su voz.
Se dió media vuelta y comenzó a caminar hacia donde creía recordar que debería dirigirse.
Disfrutó de la tranquilidad ofrecida por la temprana hora, aunque no pudo evitar frotar sus brazos para hacerlos entrar en calor. El aroma de los árboles, acompañado de del ocasional sonido de algún ave de la zona, le hicieron pensar que aquel lugar no parecía ser un mal sitio para vivir, aunque claro, esto solo era su opinión, sería difícil imaginarse que pensarían los habitantes de aquí ante la idea de un nuevo lugareño.
* ¿Sería mejor solo conseguir dinero y marcharme a otro lugar? *ahí estaba de nuevo, no tenía idea de que hacer a continuación. Era difícil imaginar un nuevo inicio, cuando no tenía muy claro que es lo que quería hacer en primer lugar.
* ¿Qué es lo que más quiero en este momento? *pensó mientras se detenía unos minutos para cerrar su ojo y ayudar a su cabeza a imaginar algo.- Un arma. -abrió el ojo con asombro al percatarse que aquello no fue algo que pensó, sino que salió de su boca sin haberse percatado.
Con algo de molestia miró a su alrededor por si alguien lo había escuchado, pues aquello no debería ser algo común de escuchar. Para su fortuna, parecía que nadie se encontraba cerca suyo en aquel momento.
Suspiró aliviado, lo que menos quería en este momento era levantar sospechas innecesarias, no obstante, no pudo evitar admitir que se sentía bastante incómodo al no llevar consigo un arma.
* Me pregunto si habrá alguna forma de conseguir una por aquí. *pensó mientras llevaba inconsciente la mano a la cintura donde solía llevar guardar la pistola. Una sonrisa amarga se formó en el rostro del tuerto al percatarse de cómo su forma de pensar había cambiado totalmente. Apretó los puños con molestia al saber que no podía hacer nada al respecto por el momento, y simplemente reanudó con su andar.
* Comida. *si bien aún no sentía la necesidad de alimentarse, tarde o temprano se vería en la necesidad de comer algo. Con eso en mente se propuso tratar de mejorar su estado de ánimo viendo que opciones había por ahí para comer.
Poco a poco comenzó a ver personas caminar por los alrededores, ninguno parecía reparar demasiado en la presencia del joven, y simplemente continuaban con normalidad sus actividades cotidianas, aquello tranquilizó de cierta forma al chico.
Repentinamente lo notó, ¿había girado en la esquina correcta? Estaba seguro de recordar las indicaciones, pero ahora se sentía un poco perdido. Miró a su alrededor en búsqueda de algún edificio de referencia que pudiera recordar, pero definitivamente había llegado a otra parte completamente diferente.
Suspiró con pesar, contempló sus opciones y tras unos minutos en los que esperó en vano ver nuevamente a algún lugareño para pedir indicaciones, decidió simplemente seguir avanzando mientras exploraba el lugar en búsqueda de cualquier local abierto a esta hora.
No pudo evitar reírse de sí mismo por su mala memoria, tristemente esta no sería la última vez que le jugaría una mala broma, y en más de una ocasión esto fue la causa de situaciones bastantes molestas y desagradables.