Arthur Soriz
Gramps
25-01-2025, 09:27 PM
(Última modificación: 27-01-2025, 07:25 PM por Arthur Soriz.)
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10 de Invierno
Año 724
Año 724
Llegaste a Ivansk con el peso de un rumor que sin lugar a dudas llamativo. La isla, famosa por su riqueza y sus nobles que mantenían un delicado equilibrio entre la prosperidad y estabilidad se veía envuelta en una tensa atmósfera que apenas podía disimularse bajo lo esplendoroso de sus edificios y gente. El sol de la mañana se reflejaba en las construcciones blancas de la ciudad, pero detrás de esa fachada reluciente era más que obvio que la calma era tan solo superficial. Podías ver al acercarte al muelle principal cómo la guardia local del Condado de Siniysk patrullaba con más intensidad que nunca. Los soldados, vestidos con sus uniformes característicos, miraban a su alrededor con desconfianza, tomando nota de cada extraño que se cruzaban.
Lo que habías escuchado antes de llegar a la isla hablaba de un cargamento sumamente valioso robado en pleno caos ante la llegada de los pulpos voladores de la señorita Zepelli. Tendrías que excavar más entre la gente si querías obtener más información íntima acerca de lo sucedido. El puerto ahora mismo un crisol de actividad, era una zona de vigilancia constante y más aún ahora con lo sucedido. Los comerciantes se mostraban nerviosos por lo que consideraban una presencia excesiva de la guardia en el lugar los cuales pasaban haciendo preguntas que rara vez recibían una respuesta satisfactoria; parecían inquisidores cazando a su próxima presa.
Al ser una isla de gobierno independiente, la mirada que te dedicaban si acaso te presentabas como un miembro de la Marina sería de desconfianza total. En especial por ser considerados nada más que perros del Gobierno. La relación con estos era distancia y fría, siendo observado con recelo como si tu presencia incómoda solo alteraba el orden ya actualmente frágil de la isla.
Y ahí te encontrabas tú... en un lugar extraño que obviamente no te daba la bienvenida como lo habría hecho una isla afiliada al Gobierno. Pero tú habías venido aquí no para ser vitoreado o halagado como Marine, viniste por un rumor pendiente de confirmación, una tarea por resolver. ¿Quién se había robado el cargamento? ¿Qué secretos se escondían tras ese refuerzo militar? Y más importante aún, ¿Cómo podrías tú, un marine, abrirte paso en medio de una isla que desconfiaba profundamente de tu presencia?
Pronto, un grupo de seis guardias se aproximó hasta donde estabas tú. A fin de cuentas, al ser un extranjero, lo primero que querrían averiguar era qué demonios estabas haciendo en Ivansk.
— Caballero, no le molestará responder unas preguntas para nosotros, ¿verdad? Lo noto... nuevo en la isla. — fue lo primero que dijo aquella figura. Todos los soldados estaban armados, se veían fuertes... preparados para cualquier eventualidad. El que se veía como el líder de ese grupo, un poco más alto y viejo que los demás, era el que encabezaba el "interrogatorio". De momento no tomaban una actitud hostil contigo, pero esperaban que cooperaras.
Lo que habías escuchado antes de llegar a la isla hablaba de un cargamento sumamente valioso robado en pleno caos ante la llegada de los pulpos voladores de la señorita Zepelli. Tendrías que excavar más entre la gente si querías obtener más información íntima acerca de lo sucedido. El puerto ahora mismo un crisol de actividad, era una zona de vigilancia constante y más aún ahora con lo sucedido. Los comerciantes se mostraban nerviosos por lo que consideraban una presencia excesiva de la guardia en el lugar los cuales pasaban haciendo preguntas que rara vez recibían una respuesta satisfactoria; parecían inquisidores cazando a su próxima presa.
Al ser una isla de gobierno independiente, la mirada que te dedicaban si acaso te presentabas como un miembro de la Marina sería de desconfianza total. En especial por ser considerados nada más que perros del Gobierno. La relación con estos era distancia y fría, siendo observado con recelo como si tu presencia incómoda solo alteraba el orden ya actualmente frágil de la isla.
Y ahí te encontrabas tú... en un lugar extraño que obviamente no te daba la bienvenida como lo habría hecho una isla afiliada al Gobierno. Pero tú habías venido aquí no para ser vitoreado o halagado como Marine, viniste por un rumor pendiente de confirmación, una tarea por resolver. ¿Quién se había robado el cargamento? ¿Qué secretos se escondían tras ese refuerzo militar? Y más importante aún, ¿Cómo podrías tú, un marine, abrirte paso en medio de una isla que desconfiaba profundamente de tu presencia?
Pronto, un grupo de seis guardias se aproximó hasta donde estabas tú. A fin de cuentas, al ser un extranjero, lo primero que querrían averiguar era qué demonios estabas haciendo en Ivansk.
— Caballero, no le molestará responder unas preguntas para nosotros, ¿verdad? Lo noto... nuevo en la isla. — fue lo primero que dijo aquella figura. Todos los soldados estaban armados, se veían fuertes... preparados para cualquier eventualidad. El que se veía como el líder de ese grupo, un poco más alto y viejo que los demás, era el que encabezaba el "interrogatorio". De momento no tomaban una actitud hostil contigo, pero esperaban que cooperaras.