Atlas
Nowhere | Fénix
11-08-2024, 03:17 PM
(Última modificación: 11-08-2024, 03:24 PM por Atlas.
Razón: Quitar el justify, que se me había quedado en el post y quedaba horrible.
)
«Ya tendría que estar pensando en meterme en la cama», me dije a mí mismo ras forzarme a cerrar la boca después del octavo bostezo en lo que iba de noche, que no era mucho. Al repartirnos las áreas a vigilar me había tocado la más próxima a la puerta. A mis espaldas, un gran orificio en la lona servía de como único punto de acceso y salida visibles a los astilleros. Mis ojos habían sido testigos de cómo los últimos trabajadores abandonaban la zona hacía ya algún rato, charlando algunos animadamente mientras que otros se limitaban a arrastrar su cuerpo de vuelta a casa.
Mentiría si dijese que no se me había escapado alguna mirada furtiva hacia mis espaldas. No en vano aquella zona era una total incógnita y la fuente de buena parte de los rumores que circulaban por la base del G-31. No obstante, habían sido vistazos de soslayo que no me habían permitido distinguir absolutamente nada. Siendo sincero, sólo habían sido un par de ellos. No sabía por qué, pero el miedo de que Shawn apareciese en algún momento de entre las sombras para recriminarme mi actitud estaba muy presente.
—¡Su misión es patrullar, no investigar! —diría con toda probabilidad, o—: ¡No se le paga para que curiosee, sino para que vigile que nadie entre aquí!
En definitiva, me había plantado cerca de la puerta y hasta el momento me había dedicado a caminar de un lado a otro, procurando abarcar todo el área posible sin perder de vista el acceso. Me alejaba lo justo y necesario, intentando abarcar las zonas muertas que pudiesen quedar en los extremos de las áreas que Taka, Ray y yo teníamos asignadas. Al mismo tiempo, procuraba mantenerme lo suficientemente cerca para poder plantarme de nuevo en la puerta en escasos segundos... Y un ojo siempre puesto en el punto de acceso a través de la lona.
Llevaba ya varios paseos —aunque menos que bostezos— cuando el Den Den Mushi que llevaba encima comenzó a sonar. Era Ray:
—Voy a investigar la zona —dijo después de explicarnos sus sospechas acerca de una barca peligrosamente cercana a los astilleros y una puerta abierta.
—Vale, mantennos informados —respondí, maldiciendo mi suerte y rezando en silencio para que aquello no se convirtiese en la primera guardia en la que había algún tipo de problema. Mientras maldecía en voz baja al sargento Shawn una vez más por colgarnos aquel muerto, me giré sobre mis talones y regresé al punto más cercano a la puerta principal. Si realmente algo iba mal y algún sospechoso intentaba salir por allí, podría interceptarle. Del mismo modo, si Ray necesitaba algún tipo de refuerzo podría intentar entrar y, además, si alguien intentaba valerse de la puerta principal para acceder al recinto, se toparía conmigo.
De manera casi instintiva así mi naginata y la descolgué de mi espalda. Hasta el momento, a pesar de esa tendencia mía a quejarme por el trabajo y buscar librarme del mismo, había procurado mantener la vista atenta a cualquier callejón, sombra o elemento extraño que pudiese suscitar algún tipo de duda —no sabía si por la amenaza imaginaria de un Shawn iracundo—. Allí, junto a la puerta, mantuve la misma actitud y el Den Den Mushi bien a mano.
Mentiría si dijese que no se me había escapado alguna mirada furtiva hacia mis espaldas. No en vano aquella zona era una total incógnita y la fuente de buena parte de los rumores que circulaban por la base del G-31. No obstante, habían sido vistazos de soslayo que no me habían permitido distinguir absolutamente nada. Siendo sincero, sólo habían sido un par de ellos. No sabía por qué, pero el miedo de que Shawn apareciese en algún momento de entre las sombras para recriminarme mi actitud estaba muy presente.
—¡Su misión es patrullar, no investigar! —diría con toda probabilidad, o—: ¡No se le paga para que curiosee, sino para que vigile que nadie entre aquí!
En definitiva, me había plantado cerca de la puerta y hasta el momento me había dedicado a caminar de un lado a otro, procurando abarcar todo el área posible sin perder de vista el acceso. Me alejaba lo justo y necesario, intentando abarcar las zonas muertas que pudiesen quedar en los extremos de las áreas que Taka, Ray y yo teníamos asignadas. Al mismo tiempo, procuraba mantenerme lo suficientemente cerca para poder plantarme de nuevo en la puerta en escasos segundos... Y un ojo siempre puesto en el punto de acceso a través de la lona.
Llevaba ya varios paseos —aunque menos que bostezos— cuando el Den Den Mushi que llevaba encima comenzó a sonar. Era Ray:
—Voy a investigar la zona —dijo después de explicarnos sus sospechas acerca de una barca peligrosamente cercana a los astilleros y una puerta abierta.
—Vale, mantennos informados —respondí, maldiciendo mi suerte y rezando en silencio para que aquello no se convirtiese en la primera guardia en la que había algún tipo de problema. Mientras maldecía en voz baja al sargento Shawn una vez más por colgarnos aquel muerto, me giré sobre mis talones y regresé al punto más cercano a la puerta principal. Si realmente algo iba mal y algún sospechoso intentaba salir por allí, podría interceptarle. Del mismo modo, si Ray necesitaba algún tipo de refuerzo podría intentar entrar y, además, si alguien intentaba valerse de la puerta principal para acceder al recinto, se toparía conmigo.
De manera casi instintiva así mi naginata y la descolgué de mi espalda. Hasta el momento, a pesar de esa tendencia mía a quejarme por el trabajo y buscar librarme del mismo, había procurado mantener la vista atenta a cualquier callejón, sombra o elemento extraño que pudiese suscitar algún tipo de duda —no sabía si por la amenaza imaginaria de un Shawn iracundo—. Allí, junto a la puerta, mantuve la misma actitud y el Den Den Mushi bien a mano.