Rocket Raccoon
Rocket
26-01-2025, 07:58 PM
No hay nada mejor en el mundo, como un buen contador de historias que no revela las inseguridades de sus propios jugadores. Eso quizás sea algo que algunos deban poner en práctica, aunque los hay quienes también disfrutan de joder un poquito a los suyos. Teniendo el poder en las manos, son pocos los que capaces de vencer esos impulsos de poderío.
-Que haría este mapache sin ti, joder eh. Con Lobo, bueno... fui yo quien hizo esta hermosura, ya ahí nos matamos los dos jejeje. Joder eh- Le daba las gracias, a mi manera, a John por haberme cortado el enorme tablón. Y pues ahí estaba yo, el centro de atención, pintando runas como si hubiera nacido para eso. Aunque en el fondo sabía que esto era nuevo para mí, no había forma de que lo admitiera. ¿Quién necesita humildad cuando tienes esta actitud? Aparté el tablón con un gesto que decía: ''Admírenlo, es perfecto". Aunque, bueno, sabía que no era exactamente perfecto, pero ¿quién lo notaría, verdad? 'Soy un puto genio con las manos joder'. Me admiraba a mí mismo dentro de mi mente, esperando que la sarcástica de Cortana no me respondiera. Espere un par de segundos, y parecía seguir en silencio. 'Bien'. Celebraba.
Pero al contrario de lo que piensa mi narrador. Claro que me esperaba que mis esfuerzos se viesen valorados. Solo estaba trazando unas líneas en unos tablones, ¿no?.
-Claro que lo hago bien, Skein. ¿Qué esperabas? Joder eh...- le dije con una sonrisa de lado, esa que uso para que nadie vea si me siento un poco fuera de mi elemento. -Soy un genio, querido amigo. Aunque eso de "un poco de práctica" suena como una forma elegante de decir "no está mal, pero puedes mejorar". Joder eh.- Mientras hablaba, señalé las runas con el pincel como si estuviera mostrando un invento revolucionario, como esos cientos que estaba acostumbrado a crear. Mi cola se movía de un lado a otro, no por nervios, claro que no, sino porque, bueno, ¿quién no disfruta el reconocimiento, aunque venga de un gigante con paciencia infinita?
Pero la tranquilidad no duró mucho. Dos tipos aparecieron al fondo, gesticulando como si estuvieran a punto de lanzarse martillos. Me detuve un segundo para observar la escena, mis orejas moviéndose al compás de mi curiosidad. Era difícil escuchar desde donde estaba, pero sus movimientos lo decían todo: una discusión acalorada. 'Vaya, ¿es así como se resuelven las cosas por aquí?', murmuré en mis adentros, más para mí que para nadie, mientras uno de ellos se separaba del grupo y venía directo hacia nosotros. El tipo robusto, con una barba que parecía diseñada para protegerlo del frío, 'quizás si estamos mucho tiempo acá, debería dejarme crecer estos pelos', pensaba. Podría ser un buen método de aguantar el frío por acá. Al llegar a nuestra posición, el gran sujeto perdió tiempo en lanzarme su propuesta. ¿Los planos del submarino? ¿De verdad?
Pero ahí estaba, esa mirada en sus ojos, llena de una mezcla de emoción y curiosidad que ni siquiera podía ocultar. Los trabajadores alrededor parecían compartir ese mismo entusiasmo, lanzando miradas rápidas hacia mí como si esperaran que dijera que sí.
Mientras nos dirigíamos hacia la zona del submarino, no podía evitar notar cómo el lugar cobraba vida a nuestro alrededor. Los martillos golpeando, el crujir de la madera, y ese olor a resina que parecía pegarse al aire. Cada barco que construían era una obra de arte, con esas runas grabadas que parecían más que simples adornos. Era evidente que para esta gente, cada construcción tenía alma. -Hey Skein, lo que tienen aquí es definitivamente increíble... y que lo hagan todo con sus manos, qué pasada de verdad. Joder eh- La admiración por lo que habían logrado en esta isla tan alejada del resto era sincera. Aunque al pensar en esto ultimo, una duda vino a mi mente. -¿Por cierto, qué relación tienen con las demás islas? ¿Todos estos barcos son para ustedes, están a la venta? Joder eh-
-Dos de ustedes, solo dos, pueden venir a echar un vistazo. Joder eh. Mi nombre es Rocket Raccon, el nombre de quien diseño esta belleza. Joder eh- dije, señalando a los más emocionados, porque, seamos honestos, no quería una multitud alrededor del submarino que había hecho con tanto amor y cariño. Por más que mis manos no estuviesen tan involucradas en la elaboración del mismo, sino unas máquinas enormes que hacían el trabajo por mí. Los bocetos sí fueron hechos con estas manos, y todo salía de mi mente. Así que sí, hay tanto amor en este submarino, como en sus barcos hechos a mano. Cuando llegamos al submarino, me detuve y giré hacia los dos que me seguían como si acabaran de ganar la lotería.
-Escuchen, este trasto no es un juguete. Si lo tocan, que sea con cuidado. Esto no es madera ni una de sus embarcaciones mágicas. Joder eh. Es pura ingeniería, de la buena. Así que, cualquier cosa que hagan, háganla bien. Joder eh- Quería mostrar algo de autoridad, que sepan que quien construyo esta increíble obra de ingeniería, se preocupaba por ella.
Les invité a pasar por cada una de las zonas interiores del submarino. Obviamente, las habitaciones personales de los miembros de la tripulación las dejaría de lado. Los dirigí hacia mi mini taller personal, aunque a veces entraban el mochuelo y también la rubia, ya que los tres compartíamos también un genio creativo. Les mostré los planos, desplegándolos con un gesto que dejaba claro que estaba al mando. -¿Ven esto? Esto es lo que llamamos perfección mecánica. Sí, ya sé que suena increíble, pero así trabajo yo. Joder eh. Ahora, díganme: ¿qué es lo que creen que pueden aportar a este milagro flotante? Joder eh- Y ahí estaba yo, rodeado de un par de carpinteros emocionados por un submarino, sintiéndome como un maestro que acaba de abrir las puertas a un nuevo mundo para sus alumnos. Aunque, claro, no iba a decirles eso en voz alta. -Supongo que si son tan buenos haciendo aquellos trazos con las runas, también sabrán copiar estos bocetos y estos planos. Aunque también podría hacerles una copia yo mismo. Joder eh.- También comencé apuntando las zonas que estaban más dañadas por los viajes recién ocurridos, y obvio también por esa maldita tormenta que nos agarró con los pantalones abajo. -Ven aquí y aquí, y aquí también... estas son las áreas que sufrieron más desgaste. Apenas terminen de ver los planos, las vamos a ver. Joder eh.-
-Que haría este mapache sin ti, joder eh. Con Lobo, bueno... fui yo quien hizo esta hermosura, ya ahí nos matamos los dos jejeje. Joder eh- Le daba las gracias, a mi manera, a John por haberme cortado el enorme tablón. Y pues ahí estaba yo, el centro de atención, pintando runas como si hubiera nacido para eso. Aunque en el fondo sabía que esto era nuevo para mí, no había forma de que lo admitiera. ¿Quién necesita humildad cuando tienes esta actitud? Aparté el tablón con un gesto que decía: ''Admírenlo, es perfecto". Aunque, bueno, sabía que no era exactamente perfecto, pero ¿quién lo notaría, verdad? 'Soy un puto genio con las manos joder'. Me admiraba a mí mismo dentro de mi mente, esperando que la sarcástica de Cortana no me respondiera. Espere un par de segundos, y parecía seguir en silencio. 'Bien'. Celebraba.
Pero al contrario de lo que piensa mi narrador. Claro que me esperaba que mis esfuerzos se viesen valorados. Solo estaba trazando unas líneas en unos tablones, ¿no?.
-Claro que lo hago bien, Skein. ¿Qué esperabas? Joder eh...- le dije con una sonrisa de lado, esa que uso para que nadie vea si me siento un poco fuera de mi elemento. -Soy un genio, querido amigo. Aunque eso de "un poco de práctica" suena como una forma elegante de decir "no está mal, pero puedes mejorar". Joder eh.- Mientras hablaba, señalé las runas con el pincel como si estuviera mostrando un invento revolucionario, como esos cientos que estaba acostumbrado a crear. Mi cola se movía de un lado a otro, no por nervios, claro que no, sino porque, bueno, ¿quién no disfruta el reconocimiento, aunque venga de un gigante con paciencia infinita?
Pero la tranquilidad no duró mucho. Dos tipos aparecieron al fondo, gesticulando como si estuvieran a punto de lanzarse martillos. Me detuve un segundo para observar la escena, mis orejas moviéndose al compás de mi curiosidad. Era difícil escuchar desde donde estaba, pero sus movimientos lo decían todo: una discusión acalorada. 'Vaya, ¿es así como se resuelven las cosas por aquí?', murmuré en mis adentros, más para mí que para nadie, mientras uno de ellos se separaba del grupo y venía directo hacia nosotros. El tipo robusto, con una barba que parecía diseñada para protegerlo del frío, 'quizás si estamos mucho tiempo acá, debería dejarme crecer estos pelos', pensaba. Podría ser un buen método de aguantar el frío por acá. Al llegar a nuestra posición, el gran sujeto perdió tiempo en lanzarme su propuesta. ¿Los planos del submarino? ¿De verdad?
Pero ahí estaba, esa mirada en sus ojos, llena de una mezcla de emoción y curiosidad que ni siquiera podía ocultar. Los trabajadores alrededor parecían compartir ese mismo entusiasmo, lanzando miradas rápidas hacia mí como si esperaran que dijera que sí.
Mientras nos dirigíamos hacia la zona del submarino, no podía evitar notar cómo el lugar cobraba vida a nuestro alrededor. Los martillos golpeando, el crujir de la madera, y ese olor a resina que parecía pegarse al aire. Cada barco que construían era una obra de arte, con esas runas grabadas que parecían más que simples adornos. Era evidente que para esta gente, cada construcción tenía alma. -Hey Skein, lo que tienen aquí es definitivamente increíble... y que lo hagan todo con sus manos, qué pasada de verdad. Joder eh- La admiración por lo que habían logrado en esta isla tan alejada del resto era sincera. Aunque al pensar en esto ultimo, una duda vino a mi mente. -¿Por cierto, qué relación tienen con las demás islas? ¿Todos estos barcos son para ustedes, están a la venta? Joder eh-
-Dos de ustedes, solo dos, pueden venir a echar un vistazo. Joder eh. Mi nombre es Rocket Raccon, el nombre de quien diseño esta belleza. Joder eh- dije, señalando a los más emocionados, porque, seamos honestos, no quería una multitud alrededor del submarino que había hecho con tanto amor y cariño. Por más que mis manos no estuviesen tan involucradas en la elaboración del mismo, sino unas máquinas enormes que hacían el trabajo por mí. Los bocetos sí fueron hechos con estas manos, y todo salía de mi mente. Así que sí, hay tanto amor en este submarino, como en sus barcos hechos a mano. Cuando llegamos al submarino, me detuve y giré hacia los dos que me seguían como si acabaran de ganar la lotería.
-Escuchen, este trasto no es un juguete. Si lo tocan, que sea con cuidado. Esto no es madera ni una de sus embarcaciones mágicas. Joder eh. Es pura ingeniería, de la buena. Así que, cualquier cosa que hagan, háganla bien. Joder eh- Quería mostrar algo de autoridad, que sepan que quien construyo esta increíble obra de ingeniería, se preocupaba por ella.
Les invité a pasar por cada una de las zonas interiores del submarino. Obviamente, las habitaciones personales de los miembros de la tripulación las dejaría de lado. Los dirigí hacia mi mini taller personal, aunque a veces entraban el mochuelo y también la rubia, ya que los tres compartíamos también un genio creativo. Les mostré los planos, desplegándolos con un gesto que dejaba claro que estaba al mando. -¿Ven esto? Esto es lo que llamamos perfección mecánica. Sí, ya sé que suena increíble, pero así trabajo yo. Joder eh. Ahora, díganme: ¿qué es lo que creen que pueden aportar a este milagro flotante? Joder eh- Y ahí estaba yo, rodeado de un par de carpinteros emocionados por un submarino, sintiéndome como un maestro que acaba de abrir las puertas a un nuevo mundo para sus alumnos. Aunque, claro, no iba a decirles eso en voz alta. -Supongo que si son tan buenos haciendo aquellos trazos con las runas, también sabrán copiar estos bocetos y estos planos. Aunque también podría hacerles una copia yo mismo. Joder eh.- También comencé apuntando las zonas que estaban más dañadas por los viajes recién ocurridos, y obvio también por esa maldita tormenta que nos agarró con los pantalones abajo. -Ven aquí y aquí, y aquí también... estas son las áreas que sufrieron más desgaste. Apenas terminen de ver los planos, las vamos a ver. Joder eh.-