
Arthur Soriz
Gramps
27-01-2025, 10:45 PM
El comerciante te observa por un momento, su mirada es más bien de curiosidad. Sus ojos son algo pequeños y su rostro marcado por las arrugas de quien ha pasado muchas horas bajo el sol pero aún conserva cierta agilidad mental. Después de un largo resoplido cuando terminas de hablar se acomoda el sombrero de paja que lleva sobre la cabeza y tras un par de pasos hacia atrás se acomoda en su silla de playa, respondiéndote con una ligera sonrisa que no llega a ser completamente amistosa, pero tampoco despectiva.
— Bueno, si te soy sincero... el único forastero con pinta de querer "chamuyar" por aquí... ese... serías tú. —responde mientras te observa de pies a cabeza riendo suavemente. — Aunque, ¿sabes? El acento no me suena de por aquí. No es común oír a alguien como tú por estas tierras. —hace una pausa y mira a los lados su puesto algo desordenado, cubierto nada más por un tejado de loneta que le da apenas un respiro del calor que hace. El sol no da tregua incluso en pleno invierno.
— Pero... —continúa, señalando algunos de los productos que vende— ¿te interesa llevar algo? Un collar de madera o esta piedra que brilla con el sol... podría ayudarte a resistir el calor, ¿no? —el hombre no parece genuinamente entusiasta al intentar venderte sus productos. Como si intentar hacer negocio fuera una forma de pasar el rato, no algo que realmente necesite para subsistir. Sin embargo tras un momento de pensamiento, el comerciante se rasca un poco el mentón como si algo importante le cruzara por la mente y su rostro cambia sutilmente. Mira hacia el horizonte donde la jungla parece apenas alcanzar la base del volcán Hinokami, y luego regresa la vista hacia ti.
— Ahora que lo pienso, sí vi a alguien que no era de por aquí... —su tono se vuelve algo más serio, o más bien meditativo intentando recordar rostros.— Era un tipo raro, poco después de que el tipo apareció es cuando empezaron a suceder los hurtos... todo eso se fue sin dejar rastro. Nadie lo ha vuelto a ver desde entonces. Quizás te recomendaría preguntarle a los más afectados por esos robos, a mi no me ha pasado nada y si me han robado no me importa mucho.
El hombre se queda pensativo por un momento, como si quisiera recordar más detalles pero parece que solo puede ofrecerte fragmentos. Aún así, levanta la mirada nuevamente a tus ojos y vuelve a hablar. — Lo último que supe... es que ese tipo se fue hacia el norte. No te lo puedo asegurar, pero podría ser él. No me sorprendería que fuera el que buscas.
— Bueno, si te soy sincero... el único forastero con pinta de querer "chamuyar" por aquí... ese... serías tú. —responde mientras te observa de pies a cabeza riendo suavemente. — Aunque, ¿sabes? El acento no me suena de por aquí. No es común oír a alguien como tú por estas tierras. —hace una pausa y mira a los lados su puesto algo desordenado, cubierto nada más por un tejado de loneta que le da apenas un respiro del calor que hace. El sol no da tregua incluso en pleno invierno.
— Pero... —continúa, señalando algunos de los productos que vende— ¿te interesa llevar algo? Un collar de madera o esta piedra que brilla con el sol... podría ayudarte a resistir el calor, ¿no? —el hombre no parece genuinamente entusiasta al intentar venderte sus productos. Como si intentar hacer negocio fuera una forma de pasar el rato, no algo que realmente necesite para subsistir. Sin embargo tras un momento de pensamiento, el comerciante se rasca un poco el mentón como si algo importante le cruzara por la mente y su rostro cambia sutilmente. Mira hacia el horizonte donde la jungla parece apenas alcanzar la base del volcán Hinokami, y luego regresa la vista hacia ti.
— Ahora que lo pienso, sí vi a alguien que no era de por aquí... —su tono se vuelve algo más serio, o más bien meditativo intentando recordar rostros.— Era un tipo raro, poco después de que el tipo apareció es cuando empezaron a suceder los hurtos... todo eso se fue sin dejar rastro. Nadie lo ha vuelto a ver desde entonces. Quizás te recomendaría preguntarle a los más afectados por esos robos, a mi no me ha pasado nada y si me han robado no me importa mucho.
El hombre se queda pensativo por un momento, como si quisiera recordar más detalles pero parece que solo puede ofrecerte fragmentos. Aún así, levanta la mirada nuevamente a tus ojos y vuelve a hablar. — Lo último que supe... es que ese tipo se fue hacia el norte. No te lo puedo asegurar, pero podría ser él. No me sorprendería que fuera el que buscas.