Kael
El Fantasma del Mar
11-08-2024, 07:26 PM
Unos pasos poderosos llegaron pocos segundos después de haber recuperado la conciencia y, sin darme tiempo a abrir el ojo para ver quién había llegado, un potente chorro de agua me chocó tan fuerte que la silla se levantó unos centímetros sobre sus patas delanteras del empujón hacia atrás. Junto a la silla, mi cuerpo se movió hacia adelante por la inercia, dejándome mirando hacia abajo con el pelo cubriendo mi cara y chorreando agua. Al menos tenía algo positivo, la fuerza del agua y el movimiento brusco hacia adelante había hecho que la mordaza de mi boca perdiera fuerza.
Levantando la cabeza y abriendo el ojo volví a sorprenderme. Karina estaba aquí. ¿Porqué estaba aquí? Me habían capturado y capturado, sin posibilidad de escapatoria, y cualquier matón del tres al cuarto sería capaz de interrogarme y hacerme daño si quisiera información. ¿Porqué ha venido ella en persona?.
Tenía que jugar bien mis cartas. Moví con la lengua y la mandíbula la mordaza dejándome hueco suficiente para poder hablar en lo que el hombre soltaba una retahíla de preguntas. Ese hombre había metido el rabo entre las piernas por el simple gesto de Karina, así que o estaba a sus órdenes o era lo suficientemente sensato para no enfadarla...- No más de la cuenta al menos -pensé para mis adentros. Sin dejar de mirar a Karina respondí:
- De... Debería estar muerto. Y sin embargo sigo aquí. Te debo la vida Karina, responderé a todo lo que quieras y haré lo que me mandes hasta saldar esa deuda.
Esperé unos segundos por si querían añadir algo en lo que me recostaba de nuevo contra el asiento de la silla. Continué con su pregunta primero.
- Sí, nací en esta isla y llevo toda la vida en ella. Tengo una... casa, si se puede llamar a eso casa, en el extremo del Bajo Oykot, la parte más pobre de la zona.
Sin mirar al hombre, al ver que ambos estaban ahí uno al lado del otro, entendía que tenían que ser aliados o tener alguna relación comercial. Decidí responder a esas preguntas también por si acaso.
- Nadie me envió. No trabajo para nadie. Sólo soy un imbécil que escuchó un rumor sobre el robo de un barco la noche anterior. Cuando llegué al barco vi que ya había sido abordado pese a ser casi las primeras horas del alba. Ataqué a los asaltantes para evitar el robo, y vi que en el puerto habían muchos más. Bajé del barco, pero cuando intenté pedir explicaciones varios de los "lideres" me atacaron al mismo tiempo. Y creo que lo demás ya estabais presente -Dije mirando a Karina- Hay un dicho cerca de donde vivo que es "nadie roba la bolsa de un vagabundo". Si alguien quiere robar ese barco significa que algo de valor tiene. Y si alguien pierde un barco con valor habrán consecuencias. Consecuencias que no irían a los responsables, sino a los trabajadores del puerto y sus familias. Quería evitar esas consecuencias.
Dejé el tema en el aire esperando a más preguntas.
Levantando la cabeza y abriendo el ojo volví a sorprenderme. Karina estaba aquí. ¿Porqué estaba aquí? Me habían capturado y capturado, sin posibilidad de escapatoria, y cualquier matón del tres al cuarto sería capaz de interrogarme y hacerme daño si quisiera información. ¿Porqué ha venido ella en persona?.
Tenía que jugar bien mis cartas. Moví con la lengua y la mandíbula la mordaza dejándome hueco suficiente para poder hablar en lo que el hombre soltaba una retahíla de preguntas. Ese hombre había metido el rabo entre las piernas por el simple gesto de Karina, así que o estaba a sus órdenes o era lo suficientemente sensato para no enfadarla...- No más de la cuenta al menos -pensé para mis adentros. Sin dejar de mirar a Karina respondí:
- De... Debería estar muerto. Y sin embargo sigo aquí. Te debo la vida Karina, responderé a todo lo que quieras y haré lo que me mandes hasta saldar esa deuda.
Esperé unos segundos por si querían añadir algo en lo que me recostaba de nuevo contra el asiento de la silla. Continué con su pregunta primero.
- Sí, nací en esta isla y llevo toda la vida en ella. Tengo una... casa, si se puede llamar a eso casa, en el extremo del Bajo Oykot, la parte más pobre de la zona.
Sin mirar al hombre, al ver que ambos estaban ahí uno al lado del otro, entendía que tenían que ser aliados o tener alguna relación comercial. Decidí responder a esas preguntas también por si acaso.
- Nadie me envió. No trabajo para nadie. Sólo soy un imbécil que escuchó un rumor sobre el robo de un barco la noche anterior. Cuando llegué al barco vi que ya había sido abordado pese a ser casi las primeras horas del alba. Ataqué a los asaltantes para evitar el robo, y vi que en el puerto habían muchos más. Bajé del barco, pero cuando intenté pedir explicaciones varios de los "lideres" me atacaron al mismo tiempo. Y creo que lo demás ya estabais presente -Dije mirando a Karina- Hay un dicho cerca de donde vivo que es "nadie roba la bolsa de un vagabundo". Si alguien quiere robar ese barco significa que algo de valor tiene. Y si alguien pierde un barco con valor habrán consecuencias. Consecuencias que no irían a los responsables, sino a los trabajadores del puerto y sus familias. Quería evitar esas consecuencias.
Dejé el tema en el aire esperando a más preguntas.