
Arthur Soriz
Gramps
05-02-2025, 08:26 PM
Si bien habías un poco de mala suerte intentando escuchar la contraseña que aquella gente utilizó para entrar, la adaptabilidad era algo que todo Marine que se respeta debía tener en su repertorio. Al buscar alguna ventana o acceso alterno al edificio, había algunas pero la mayoría estaban taponeadas, lo que sí hallaste fue una pequeña ventana a ras del suelo que actuaba probablemente como minúsculo tragaluz o tal vez como ventilación de un subsuelo. Más aún te diste cuenta de que se trataba de esto al percibir al menos unas veinticinco personas en lo que se veía como un sótano enorme debajo del edificio al que se habían metido antes los cinco buenos para nada.
El aroma que ya escapaba ligeramente de aquí estaba cargado de la misma fragancia que escapaba de la gente que seguiste antes, solo que su concentración era tal que incluso te obligaba a arrugar el morro y hasta te ardían las fosas nasales al ser tan fuerte. La cantidad de pólvora que había aquí no es que fuera mucha... era demasiada. No podrías deducir cuánto exactamente pero tan solo por lo intenso que olía te imaginarías que algo enorme podría volar por los aires si era necesario. Lo que fuera que esta gente estuviera planeando necesitaba hacer una explosión bastante grande.
Todas las presencias no eran destacables en cuanto a poder tanto físico como espiritual, pero lo que carecían de fuerza lo ganaban en número si es que estabas pensando actuar a partir de lo que descubrieras allí. Lo que te llevó a imaginarte que podrían ser incluso más pronto fue lo que comenzaste a escuchar gracias a tu Haki y también tus sentidos agudizados; de momento, por suerte, nadie se había percatado de tu presencia allí.
Desde tu posición privilegiada también escuchabas una conversación entre algunos de ellos.
— ¿Crees que el jefe esté contento?
— No sé, nos costó lo suficiente agarrar este cargamento así que espero que sí —contestó—. Pero míralos en el puerto, no tienen ni la más puta idea quién fue.
A juzgar por sus palabras, y conectando los puntos eras capaz de darte cuenta de que esta gente, casi que sin lugar a dudas, podría ser la responsable de que la guardia y gente de Ivansk estuviera tan esquiva y estuvieran buscando con desesperación ese cargamento valioso que les robaron por debajo de sus narices. ¿Cuál es el problema? ¿Para qué mierda necesitaban tanta pólvora esta gente? Ya de por sí lo que escuchabas era prácticamente una admisión de culpa, ¿pero y la razón de haber robado dicho cargamento?
Con tu sentido agudizado y gracias a la gran área de percepción que te daba tu Haki, te das cuenta que se aproxima otro pequeño grupo de al menos unas seis o siete personas, ¿serán más de esta gente, o solamente lugareños? Gracias a tu sigilo tampoco es que debieras preocuparte, eran más de lo que podría considerarse peleles en cuanto a su poder de pelea y voluntad, pero claro... si querías hacer algo al respecto aquí tendrías que apresurarte o tomar una decisión definitiva porque cuantos más fueran, más difícil se volvería la cosa.
— ¿Esto será suficiente para liberarlo? —escuchaste que preguntó uno en el sótano.
— Sí, esto volará al menos un cuarto de mazmorra así que tenemos que ir con cuidado o volaremos nosotros en mil pedazos. —contestó otro.
— ¡NO FUMEN AQUÍ DENTRO, MIERDA! —vociferó uno de voz grave, percibías que era un poco más fuerte que el resto, pero honestamente tampoco es que pensaras pudiera oponerte mucha resistencia.
Más información había sido revelada, se sentían tan seguros de que nadie los estaba siguiendo ni espiando, que cacareaban como loros al hombreo de un pirata. Pero eso a ti solo te beneficiaba aún más...
El aroma que ya escapaba ligeramente de aquí estaba cargado de la misma fragancia que escapaba de la gente que seguiste antes, solo que su concentración era tal que incluso te obligaba a arrugar el morro y hasta te ardían las fosas nasales al ser tan fuerte. La cantidad de pólvora que había aquí no es que fuera mucha... era demasiada. No podrías deducir cuánto exactamente pero tan solo por lo intenso que olía te imaginarías que algo enorme podría volar por los aires si era necesario. Lo que fuera que esta gente estuviera planeando necesitaba hacer una explosión bastante grande.
Todas las presencias no eran destacables en cuanto a poder tanto físico como espiritual, pero lo que carecían de fuerza lo ganaban en número si es que estabas pensando actuar a partir de lo que descubrieras allí. Lo que te llevó a imaginarte que podrían ser incluso más pronto fue lo que comenzaste a escuchar gracias a tu Haki y también tus sentidos agudizados; de momento, por suerte, nadie se había percatado de tu presencia allí.
Desde tu posición privilegiada también escuchabas una conversación entre algunos de ellos.
— ¿Crees que el jefe esté contento?
— No sé, nos costó lo suficiente agarrar este cargamento así que espero que sí —contestó—. Pero míralos en el puerto, no tienen ni la más puta idea quién fue.
A juzgar por sus palabras, y conectando los puntos eras capaz de darte cuenta de que esta gente, casi que sin lugar a dudas, podría ser la responsable de que la guardia y gente de Ivansk estuviera tan esquiva y estuvieran buscando con desesperación ese cargamento valioso que les robaron por debajo de sus narices. ¿Cuál es el problema? ¿Para qué mierda necesitaban tanta pólvora esta gente? Ya de por sí lo que escuchabas era prácticamente una admisión de culpa, ¿pero y la razón de haber robado dicho cargamento?
Con tu sentido agudizado y gracias a la gran área de percepción que te daba tu Haki, te das cuenta que se aproxima otro pequeño grupo de al menos unas seis o siete personas, ¿serán más de esta gente, o solamente lugareños? Gracias a tu sigilo tampoco es que debieras preocuparte, eran más de lo que podría considerarse peleles en cuanto a su poder de pelea y voluntad, pero claro... si querías hacer algo al respecto aquí tendrías que apresurarte o tomar una decisión definitiva porque cuantos más fueran, más difícil se volvería la cosa.
— ¿Esto será suficiente para liberarlo? —escuchaste que preguntó uno en el sótano.
— Sí, esto volará al menos un cuarto de mazmorra así que tenemos que ir con cuidado o volaremos nosotros en mil pedazos. —contestó otro.
— ¡NO FUMEN AQUÍ DENTRO, MIERDA! —vociferó uno de voz grave, percibías que era un poco más fuerte que el resto, pero honestamente tampoco es que pensaras pudiera oponerte mucha resistencia.
Más información había sido revelada, se sentían tan seguros de que nadie los estaba siguiendo ni espiando, que cacareaban como loros al hombreo de un pirata. Pero eso a ti solo te beneficiaba aún más...