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Aku
Señor de las tinieblas
08-02-2025, 01:33 PM
(Última modificación: 08-02-2025, 01:46 PM por Aku.)
Viejo y Jonhy detuvieron su charla, interrumpidos por una joven de aspecto joven y salvaje, pero también aventurera, aunque fuera por esa linda capa de aspecto nuevo y recién comprado, en un barrio tan pobre y lúgubre, esos detalles no suelen pasar desapercibidos.
Vieho, examinó a la joven, como haría cualquier hombre que examina el pescado de la pescadería, lascivo, quedándose con los detalles, sacando como siempre suposiciones precipitadas y basadas en viejos creencias o supersticiones.
—¿Una mujer que hace el trabajo de un hombre? Jajaja … Agua coge con red, quien confía en palabras de mujer. - incluso cuando la lanza intimidaba, y se podía observar su armadura- No es por menospreciar, gran Guerrera, pero Whaler no es un tipo a quien cualquiera pueda enfrentarse ¿Verdad Jhonny?
Jonás el tuerto, miró a Diana de forma diferente a como la habría mirado cualquier hombre, mujer a niño, encaró a Diana, pero no quedaba claro si lo estaba mirando, con un ojo muerto y el otro blanquecino, ni siquiera quedaba claro si la estaba Observando siquiera, peros sus palabras fueron claras y concisas, la veía.
—Te equivocas Vieho, ni tres hombres como Whaler podrían con esta mujer.
—Pardiez, no te creo. ¿Me dirás que esta mujer es más fuerte que Silver?
—Más fuerte que el piojin que subió a nuestro barco, en aquel entonces.
Vieho volvió a mirar a Diana, pero esta vez lo hizo con más respeto, reconocimiento y precaución, casi incluso con cierto brillo de miedo en su mirar.
—Incluso así, ya lo dice el dicho "La mar y la mujer de lejos se han de ver". No me pienso arriesgar.
Jhonas miró a Vieho, como un decir, por qué los ojos del tuerto nunca miran a donde debería estar mirando, pero finalmente suspiro.
—Estamos en un punto muerto, tu y yo no podemos con Whaler, ella le puede de sobra, pero no llegar sin un hábil navegante. Y Si ella se va, no recuperamos el barco.
Vieho se revolvió en su asiento, antes de finalmente tomar su jarra de "meado" y bajarse la de un trago antes de decir.
—Vale, pardiez, pero… seguiremos la tradición marinera.
Vieho empezó a apuntar sacar papel, una pluma de gaviota y tinta, con los cuales empezaría a escribir una pequeña lista de peticiones. Mientras esto ocurría, Jhony se volvería a Diana.
—Lamento la escena, mi viejo compañero está chapado a las viejas costumbres- irónico viniendo del más viejo de los dos- incluiremos … algunas cosas como pago extra, para evitar … maldiciones marineras.
Vieho tendió el pequeño trozo de papel, que apenas cubriría la palma de la mano de la cazadora de piratas.
—Reúne estas cosas, y te llevaremos a tu recompensa, gratis, aún así, que sepas que me estoy arriesgando.
Diana Kari no tendría que aguantar todo esto, bien capaz sería de encontrar a cualquier otro marinero en otro lado, ciertamente no encontraría tan fácilmente a Whaler, pero ya sabía su localización ¿No? Esa "bahía de los sueños perdidos" solo necesitaba que alguien la llevara ahí y ya luego buscar, incluso si era una aguja en un pajar, a lo mejor pagaba algo de dinero, pero no tendría que ponerse a buscar cosas para contentar a un viejo cascarrabias supersticioso.
—Si encuentras lo que te pido, ve al puerto Esté, allí estaremos esperando.
Jonas y Vieho, recogieron sus cosas, para dirigirse a puerto dejando a Diana con la lectura de la extraña lista de cosas a reunir.
Lista:
Si Diana llegaba al puerto con la lista que le habían pedido, encontraría un puerto de mala muerte, con un astillero de baldosas de madera por la cual no deberías andar descalzo si no querías clavarte astillas, y peor aún, los balandros del lugar, meros barcos pesqueros, eran lugares de mala muerte, que apenas podían considerarse un navío. Pero al menos se asemejan a uno, el "barco" de Vieho y Jonny, era un bote salvavidas, en el que cabrían 2 personas a lo sumo, tal vez 4 algo pegados.
Aunque dado que sabía que les habían robado el barco a estos dos, tal vez debió verlo venir.
Vieho, examinó a la joven, como haría cualquier hombre que examina el pescado de la pescadería, lascivo, quedándose con los detalles, sacando como siempre suposiciones precipitadas y basadas en viejos creencias o supersticiones.
—¿Una mujer que hace el trabajo de un hombre? Jajaja … Agua coge con red, quien confía en palabras de mujer. - incluso cuando la lanza intimidaba, y se podía observar su armadura- No es por menospreciar, gran Guerrera, pero Whaler no es un tipo a quien cualquiera pueda enfrentarse ¿Verdad Jhonny?
Jonás el tuerto, miró a Diana de forma diferente a como la habría mirado cualquier hombre, mujer a niño, encaró a Diana, pero no quedaba claro si lo estaba mirando, con un ojo muerto y el otro blanquecino, ni siquiera quedaba claro si la estaba Observando siquiera, peros sus palabras fueron claras y concisas, la veía.
—Te equivocas Vieho, ni tres hombres como Whaler podrían con esta mujer.
—Pardiez, no te creo. ¿Me dirás que esta mujer es más fuerte que Silver?
—Más fuerte que el piojin que subió a nuestro barco, en aquel entonces.
Vieho volvió a mirar a Diana, pero esta vez lo hizo con más respeto, reconocimiento y precaución, casi incluso con cierto brillo de miedo en su mirar.
—Incluso así, ya lo dice el dicho "La mar y la mujer de lejos se han de ver". No me pienso arriesgar.
Jhonas miró a Vieho, como un decir, por qué los ojos del tuerto nunca miran a donde debería estar mirando, pero finalmente suspiro.
—Estamos en un punto muerto, tu y yo no podemos con Whaler, ella le puede de sobra, pero no llegar sin un hábil navegante. Y Si ella se va, no recuperamos el barco.
Vieho se revolvió en su asiento, antes de finalmente tomar su jarra de "meado" y bajarse la de un trago antes de decir.
—Vale, pardiez, pero… seguiremos la tradición marinera.
Vieho empezó a apuntar sacar papel, una pluma de gaviota y tinta, con los cuales empezaría a escribir una pequeña lista de peticiones. Mientras esto ocurría, Jhony se volvería a Diana.
—Lamento la escena, mi viejo compañero está chapado a las viejas costumbres- irónico viniendo del más viejo de los dos- incluiremos … algunas cosas como pago extra, para evitar … maldiciones marineras.
Vieho tendió el pequeño trozo de papel, que apenas cubriría la palma de la mano de la cazadora de piratas.
—Reúne estas cosas, y te llevaremos a tu recompensa, gratis, aún así, que sepas que me estoy arriesgando.
Diana Kari no tendría que aguantar todo esto, bien capaz sería de encontrar a cualquier otro marinero en otro lado, ciertamente no encontraría tan fácilmente a Whaler, pero ya sabía su localización ¿No? Esa "bahía de los sueños perdidos" solo necesitaba que alguien la llevara ahí y ya luego buscar, incluso si era una aguja en un pajar, a lo mejor pagaba algo de dinero, pero no tendría que ponerse a buscar cosas para contentar a un viejo cascarrabias supersticioso.
—Si encuentras lo que te pido, ve al puerto Esté, allí estaremos esperando.
Jonas y Vieho, recogieron sus cosas, para dirigirse a puerto dejando a Diana con la lectura de la extraña lista de cosas a reunir.
Lista:
- Cuerda (cáñamo o seda)
- Dos berries, en moneda vieja
- cubo viejo (madera o metal)
- un animal vivo (gaviota, gato, cabra, tortuga, gallina, cuervo, cangrejo o pato)
- Un fetiche marinero a elección (un ancla, un timón, hilo rojo, una cruz de madera, herradura, concha ornamental, diente de tiburón, estrella de mar, brújula (funcionalidad opcional), aro de metal (hierro, oro, plata o bronce), un mechón de pelo de una virgen o una copa de vino rebosante.)
- Lechuga.
Si Diana llegaba al puerto con la lista que le habían pedido, encontraría un puerto de mala muerte, con un astillero de baldosas de madera por la cual no deberías andar descalzo si no querías clavarte astillas, y peor aún, los balandros del lugar, meros barcos pesqueros, eran lugares de mala muerte, que apenas podían considerarse un navío. Pero al menos se asemejan a uno, el "barco" de Vieho y Jonny, era un bote salvavidas, en el que cabrían 2 personas a lo sumo, tal vez 4 algo pegados.
Aunque dado que sabía que les habían robado el barco a estos dos, tal vez debió verlo venir.