[Aventura] [T1] Loguetown [Alaric Thone]

La anciana no estaba contenta con la respuesta, pero no podía hacer nada por lo que estaba atada de brazos y piernas a merced de la efectividad del dúo Marine. Claramente la alternativa al diálogo era la acción y las palabras de Alaric fueron más que suficientes como para convencer a la dueña del local de que aquella era una mala idea. Además... ¿por qué la señora estaba tan apurada? Ya había esperado dos días para que ese sujeto le pagara y si bien se entendía que tuviese rencor acumulado y una cuenta que pagar, tampoco le afectaba tanto esperar unos minutos más si con eso aseguraba efectividad.

-¿Ayudarme de verdad?...- Martin no terminaba de creerlo, pero una parte de él quería hacerlo y es que siempre había tenido una cierta debilidad hacia las personas que le ofrecían ayuda, solo que con el tiempo se había dado cuenta de que todos utilizaban esa herramienta justamente para quitarle algo, utilizarlo y luego abandonarlo. ¿Sería este Marine diferente?

En cuanto vio la comida, su panza volvió a rugir y su cuerpo tendió a abalanzarse sobre ella, pero algo en su mente lo frenó a sabiendas que podía ser una trampa del Marine para que se acercara a la ventana y solamente para poder tomar acción directa sobre él. Su mente lo debatió unos segundos y gracias a una gran fuerza de voluntad y la sucesión de pasos acertados por parte del gigante, Martin finalmente se puso de pie y se acercó lentamente hacia la comida que había sido conseguida por Tony.

Tímidamente tomó primero el agua y la empinó para literalmente beberse casi toda la botella, denotando que era cierto que tenía una sed tremenda. Cuando su sed fue saciada, tomó un trozo de pan y uno de salchicha y se los mandó a la boca, para luego repetir el proceso en repetidas ocasiones sin esperar a terminar de masticar para comer el siguiente trozo. 

-SHTAMURICO- *Está muy rico* era lo que quería decir, pero tenía la boca tan llena que apenas le salían las palabras. Aquel tipo no parecía una mala persona, pero claro, en ese momento también estaba fuera del efecto de las drogas, por lo que todo era posible. Además, Alaric estaba siendo bueno con él, quien sabe que hubiera pasado si hubiese llegado como esos Marines autoritarios que solo buscan cumplir con la ley a rajatabla...

-Está bien...- Martin estaba convencido a confesar, como si fuese una especie de crimen que venía guardando en secreto, eso que le daba tanto terror y la razón por la que había decidido atrincherarse allí. -Los tipos a los que les compraba también eran mis prestamistas, verás...- no estaba para nada orgulloso de lo que estaba por decir, pero en ese momento Alaric parecía su única esperanza. -No tengo trabajo... y me ha costado mucho conseguir dinero para pagarles- aún comía, pero su ritmo había disminuido y claramente estaba entre avergonzado y triste por lo que contaba.

-Me dijeron que si no les pagaba para ayer, hoy estaría muerto- ¿Una puerta de una posada de mala muerte hubiese parado tal asesinato de quererlo? Pues no, pero claramente Martin necesitaba sentirse seguro y por tanto tomó la decisión de atrincherarse allí y abusar de la buena voluntad de la anciana. ¿Por qué no había acudido a las autoridades? Pues bueno, quien sabe cuantos delitos había cometido el pobre Martin, comenzando por el consumo abusivo de sustancias, pero seguramente muchas otras cosas que en ese momento no quería ni necesitaba admitir.

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Martin

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Taberna Hierva Seca

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Anciana

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Antonio (Tony)