¿Sabías que…?
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[Común] [C-Presente] Guía para guiris de Loguetown... o algo de eso
Atlas
Nowhere
Tal vez no fuese mala idea comenzar a pensar las cosas un par de veces antes de decirlas. Al menos ése era el consejo que se desprendía de la correcta respuesta de Camille a una pregunta que en ningún momento había pretendido incomodar a nadie. La réplica de la corpulenta recluta había sido de lo más correcta, pero cualquiera con más empatía que una piedra del monte habría reparado en que algo no le había sentado bien. Por otro lado, el hecho de definirse a sí misma como recadera dejaba claro que, pese a ser alguien que cumplía diligentemente con las tareas que se le asignaban, no estaba del todo cómoda con su situación en esos momentos. Distinguir si ese malestar era algo más bien generalizado o si se debía esencialmente a nosotros, que no le habíamos caído bien, escapaba a mi entendimiento por el momento. De cualquier modo, ni se me pasó por la cabeza preguntarle al respecto. Si en algún momento hacíamos mejores migas ya me encargaría de resolver aquellas dudas.

Y cuando parecía que ya estábamos todos, parió la abuela. Al menos así lo confirmó un uniformado que no dudó en dirigirse a nuestra guía por su nombre de pila y transmitirle las órdenes que había dado la capitana. Llegaba un tipo nuevo procedente del South Blue e íbamos, ni más ni menos, que a recogerlo en grupo al puerto. Visto el historial que llevábamos, todo hacía pensar que sería otro bicho raro que añadir al circo que estábamos montando. Sólo faltaba la mujer barbuda, aunque... No, definitivamente no era el momento de preguntarle a Camille si se afeitaba a escondidas por las mañanas.

Mentiría si dijese que la idea de salir de la base no me agradó. En mayor o menor medida ya conocía todo lo que la recluta nos estaba mostrando y salir al exterior a despejarnos me parecía una idea excelente. Además, tal vez en el trayecto nos ilustrase con algún escondite perfecto que ni el mismísimo Shawn conociese, donde pudiese refugiarme cuando esa bestia parda carente de pelo me quisiese hacer trabajar.

Apenas llevábamos unos minutos caminando cuando Ray frenó un poco el paso para situarse junto a Taka y a mí, que casualmente caminábamos a la misma altura.

—La panadera de mi pueblo, Emily, es una mujer bastante alta, pero creo que no tanto como ella. Las malas lenguas decían que Frey, el carbonero, le había puesto los cuernos cuando eran más jóvenes. Yo nunca se los vi y siempre pensé que era una forma de decir que la había engañado con otra, pero ahora tengo mis dudas. ¿Se podrán quitar y poner? A lo mejor Emily los guardaba en casa para no darse con las puertas... —respondí en un susurro, imaginando a la mujer de mediana edad intentando amasar pan con semejantes astas en la cabeza—. De todos modos, algo me dice que Taka tiene que saber bastante más de cuernos que tú o yo... Al menos que yo —añadí en un tono igual de bajo al tiempo que lanzaba un codazo al costado del peliverde.

La comitiva continuó con su viaje. Al salir al exterior del cuartel, y tras habernos identificado en el control, pusimos rumbo al puerto. Aquella zona me sonaba bastante. De hecho, juraría que era el barrio por el que me perdí accidentalmente aquel día de permiso. Mis sospechas se vieron confirmadas en cuanto pasamos por aquella plaza centrada por una fuente de dos niveles. La mujer de piedra y los dos carneros situados en la parte superior seguían escupiendo agua al nivel inferior. Del mismo modo, frente a la misma seguía estando el local cuya fachada exhibía un trébol rojo de tres hojas. Aquel día, por supuesto, no había ni la mitad de gente que la última vez que estuve por allí.

—No os recomiendo ese sitio —les dije a mis compañeros—. La bebida está buena, pero el ambiente no es el mejor —sentencié al tiempo que, inconscientemente, me llevaba una mano al pómulo derecho. Hasta hacía dos o tres días no había dejado de dolerme.

La ruta seguida por Camille nos llevó finalmente al puerto, donde una actividad frenética revelaba que estábamos, si no en hora punta, muy cercanos. Embarcaciones de todos los tipos y tamaños zarpaban y atracaban. De algunas de ellas descendían mercaderes, mientras que otras eran ocupadas por marines que regresaban de sus destinos o partían hacia los mismos. No eran pocos los buques mercantes cuyas bodegas eran vaciadas por operarios y marineros con pinta de desear haber dejado de beber antes la pasada noche.

—Encontrar a alguien de uniforme aquí va a ser más difícil que encontrar una aguja en un pajar. ¿Nos han dado algún dato acerca del barco o algún punto de encuentro? —pregunté, alzando algo el tono de voz para imponerme al bullicio de la zona.
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RE: [C-Presente] Guía para guiris de Loguetown... o algo de eso - por Atlas - 12-08-2024, 03:25 PM

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