Rengetsu D. Tenji
Príncipe Ciego
13-08-2024, 12:23 AM
El cargamento estaba seguro, ya con la isla de Oykot en la distancia y apenas el contratista de los mercenarios aproximándose, todo parecía haberse completado. Al final no había sido un golpe limpio, ni uno agradable para muchos. Varias cicatrices quedarían en el corazón de la gente ese día, los compañeros perdidos, las escenas brutales y desquiciantes que quedaron grabadas en sus mentes, nada de eso sanaría fácilmente. El destino de Kael era un misterio, aunque solo a unos pocos sus palabras les resonaban en la mente aun.
El que más se preocuparía por esas palabras envenenadas por un odio antiguo seria Yoishiro. Quien bajaría para comprobar el cargamento que estaban a punto de entregar para asegurarse de no estar contribuyendo a una masacre mayor. El cazador abriría los cofres para inspeccionar la carga y su contenido seria desconcertante cuanto menos. Por un lado encontraría una gran cantidad de piezas muy bien almacenadas y aseguradas para que no sufrirán daños, que parecían tener el fin de construir algún artefacto. Pero Yoishiro al ser un [Artesano] algo versado ya, podía intuir que se trataban de componentes para construir algún tipo de motor de vapor, aunque era difícil determinar para que fin. Por otro lado en muchísimas cajas solo encontraría múltiples listones de algún tipo de aleación metálica muy ligera y flexible, que parecían preparados en sus extremos para anclarse unos con otros en sucesión. Todo un botín muy lejos de sus expectativas de comida, ropa o incluso armamento.
Por otro lado en cubierta gracias a los esfuerzos de todos el barco logro zarpar, pero había unas heridas emocionales que eran difíciles de cicatrizar. Por suerte Byron, Jackson y Panda mostraron su lado más comprensivo, dando apoyo y ayuda a los marineros para asegurar a sus compañeros, en especial la atención que ponía el antiguo Solarian al cansancio del equipo. Esto causo que cuando el contratista llego a buscar la mercancía las palabras de Panda y Jackson calmaran a todos los marineros e incluso los ayudarían a cargar el cargamento en el navío de los mafiosos.
- ¡Buen trabajo chicos, en efecto nos aseguraremos que todo esto llegue a Loguetown lo antes posible! - Diría el hombre de los Blackmore tras haber captado la mirada cómplice del lobo para evitar un altercado de ultima hora con los marineros, que bastante tenían ya encima los pobres. Pero habría sido suficiente como para que los marineros que ya estaban mentalmente exhaustos se lo creyeran. Y mientras el cargamento era trasladado, Byron haría un pequeño acercamiento al hombre trajeado dejando caer sus intenciones de querer colaborar en más negocios - Uh, veo por donde vas chico y aunque no puedo dar muchos detalles, estoy seguro de que pronto se necesitara de gente en Loguetown - Diría en un tono bajo, solo captable para la Byron y la gente con un oído muy fino el hombre, mientras le deslizaba sutilmente una tarjeta negra con una pluma dibujada.
Por ultimo con la mercancía cargada y los barcos a punto de separarse los mercenarios debían volver a desembarcar en algún lugar seguro de la isla para separarse como si nada hubiera pasado y de paso dejar a los marineros en tierra. Aunque estos tras lo ocurrido y las inspiradoras palabras de cierto lobo del pop comenzarían a dudar de su futuro y la mitad de ellos, seis, se plantaría frente a Lobo Jackson - Por favor jefe déjenos seguirle, sin su guía habríamos estado perdidos completamente - Algunos de los hombres eran agradecidos con quien les inspiro valor y de paso tras lo ocurrido era probable que buscaran cambiar de vida, por otro lado la otra mitad de los marineros no sabían que harían pero querían que los dejaran en el puerto aceptando la oferta de Hato.
Si todo iba bien el intermediario del que no sabían ninguno de los mercenarios ni su nombre, se iría con la barca y todo el cargamento, dejando el navio rojo una serie de maletas con las recompensas de los mercenarios.
El que más se preocuparía por esas palabras envenenadas por un odio antiguo seria Yoishiro. Quien bajaría para comprobar el cargamento que estaban a punto de entregar para asegurarse de no estar contribuyendo a una masacre mayor. El cazador abriría los cofres para inspeccionar la carga y su contenido seria desconcertante cuanto menos. Por un lado encontraría una gran cantidad de piezas muy bien almacenadas y aseguradas para que no sufrirán daños, que parecían tener el fin de construir algún artefacto. Pero Yoishiro al ser un [Artesano] algo versado ya, podía intuir que se trataban de componentes para construir algún tipo de motor de vapor, aunque era difícil determinar para que fin. Por otro lado en muchísimas cajas solo encontraría múltiples listones de algún tipo de aleación metálica muy ligera y flexible, que parecían preparados en sus extremos para anclarse unos con otros en sucesión. Todo un botín muy lejos de sus expectativas de comida, ropa o incluso armamento.
Por otro lado en cubierta gracias a los esfuerzos de todos el barco logro zarpar, pero había unas heridas emocionales que eran difíciles de cicatrizar. Por suerte Byron, Jackson y Panda mostraron su lado más comprensivo, dando apoyo y ayuda a los marineros para asegurar a sus compañeros, en especial la atención que ponía el antiguo Solarian al cansancio del equipo. Esto causo que cuando el contratista llego a buscar la mercancía las palabras de Panda y Jackson calmaran a todos los marineros e incluso los ayudarían a cargar el cargamento en el navío de los mafiosos.
- ¡Buen trabajo chicos, en efecto nos aseguraremos que todo esto llegue a Loguetown lo antes posible! - Diría el hombre de los Blackmore tras haber captado la mirada cómplice del lobo para evitar un altercado de ultima hora con los marineros, que bastante tenían ya encima los pobres. Pero habría sido suficiente como para que los marineros que ya estaban mentalmente exhaustos se lo creyeran. Y mientras el cargamento era trasladado, Byron haría un pequeño acercamiento al hombre trajeado dejando caer sus intenciones de querer colaborar en más negocios - Uh, veo por donde vas chico y aunque no puedo dar muchos detalles, estoy seguro de que pronto se necesitara de gente en Loguetown - Diría en un tono bajo, solo captable para la Byron y la gente con un oído muy fino el hombre, mientras le deslizaba sutilmente una tarjeta negra con una pluma dibujada.
Por ultimo con la mercancía cargada y los barcos a punto de separarse los mercenarios debían volver a desembarcar en algún lugar seguro de la isla para separarse como si nada hubiera pasado y de paso dejar a los marineros en tierra. Aunque estos tras lo ocurrido y las inspiradoras palabras de cierto lobo del pop comenzarían a dudar de su futuro y la mitad de ellos, seis, se plantaría frente a Lobo Jackson - Por favor jefe déjenos seguirle, sin su guía habríamos estado perdidos completamente - Algunos de los hombres eran agradecidos con quien les inspiro valor y de paso tras lo ocurrido era probable que buscaran cambiar de vida, por otro lado la otra mitad de los marineros no sabían que harían pero querían que los dejaran en el puerto aceptando la oferta de Hato.
Si todo iba bien el intermediario del que no sabían ninguno de los mercenarios ni su nombre, se iría con la barca y todo el cargamento, dejando el navio rojo una serie de maletas con las recompensas de los mercenarios.