
Key
Key
08-03-2025, 12:37 PM
La chica que aparentaba tener aproximadamente su edad. Ante las primeras palabras del joven se relajó, y apoyando sus brazos en la roca mientras seguía sentada, observaba el paisaje de forma despreocupada.
- A veces no se trata tan solo de que algo sea hermoso, hay que encontrarlo en el momento adecuado y creo que puede que este sea su apogeo. Esta luz dorada le da un toque tan especial... pero tal vez espere a que sea de noche. Ver como el agua le devuelve a las estrellas su luz como un guiño debe ser espectacular.
Que aquel lugar no le pertenecía... ¿Puede a caso alguien apropiarse las cosas y reclamarlas como suyas si no es algo que han labrado con su propio esfuerzo? Por desgracia de forma totalmente injusta lo hacían, lo habían hecho con ella. Pero no era algo que arrastrase, ya se había liberado de esas cadenas.
- Ts... Tsch.. ja ja ja. - Soltó una pequeña risa dulce ante el comentario. - Me alegro. - Contestó simplemente con una expresión un poco divertida. - Sí, es la primera vez que estoy aquí y he llegado por casualidad, no se si por azar o por cosa del destino, aunque no creo mucho en lo segundo. Nunca había visto unas bañeras de estas, así al aire libre, ¿por qué son bañeras no?
En cuanto aquel desconocido movió sus alas, no pudo evitar quedarse mirándolas. Le cautivaron totalmente. Eran majestuosas, de un negro azabache penetrante.
- Espero que no te moleste que pregunte por lo obvio, ya que no las escondes. Pero... ¿Puedes volar? - Sus ojos se encendieron con una chispa de curiosidad. Cuán magnífica debía de ser la sensación de surcar los cielos como una ave, sintiendo el viento en el rostro y sin ninguna barrera que pudiese detenerte. "Si yo tuviera alas para volar..." Su mente comenzó inmediatamente a imaginar mientras esperaba impaciente una respuesta.
- A veces no se trata tan solo de que algo sea hermoso, hay que encontrarlo en el momento adecuado y creo que puede que este sea su apogeo. Esta luz dorada le da un toque tan especial... pero tal vez espere a que sea de noche. Ver como el agua le devuelve a las estrellas su luz como un guiño debe ser espectacular.
Que aquel lugar no le pertenecía... ¿Puede a caso alguien apropiarse las cosas y reclamarlas como suyas si no es algo que han labrado con su propio esfuerzo? Por desgracia de forma totalmente injusta lo hacían, lo habían hecho con ella. Pero no era algo que arrastrase, ya se había liberado de esas cadenas.
- Ts... Tsch.. ja ja ja. - Soltó una pequeña risa dulce ante el comentario. - Me alegro. - Contestó simplemente con una expresión un poco divertida. - Sí, es la primera vez que estoy aquí y he llegado por casualidad, no se si por azar o por cosa del destino, aunque no creo mucho en lo segundo. Nunca había visto unas bañeras de estas, así al aire libre, ¿por qué son bañeras no?
En cuanto aquel desconocido movió sus alas, no pudo evitar quedarse mirándolas. Le cautivaron totalmente. Eran majestuosas, de un negro azabache penetrante.
- Espero que no te moleste que pregunte por lo obvio, ya que no las escondes. Pero... ¿Puedes volar? - Sus ojos se encendieron con una chispa de curiosidad. Cuán magnífica debía de ser la sensación de surcar los cielos como una ave, sintiendo el viento en el rostro y sin ninguna barrera que pudiese detenerte. "Si yo tuviera alas para volar..." Su mente comenzó inmediatamente a imaginar mientras esperaba impaciente una respuesta.