Rengetsu D. Tenji
Príncipe Ciego
13-08-2024, 01:43 AM
La batalla contra la naturaleza habia comenzado, el grupo de guardaespaldas se estaba enfrentando a la organización e instinto de caza que los animales salvajes tenían. Por suerte no estaban pareciendo verse en muchos aprietos por el momento, lidiando de forma muy habilidosa con las hienas que intentaba darles caza a ellos o los caballos que los llevaron. Que aunque si que no eran imprescindibles para volver, si que no era lo más recomendable hacer todo el trecho de sabana que implicaba volver desde el centro de la isla, en este momento del ya mediodía en el que el sol estaba más alto.
Las pocas hienas restantes no serian un mayor problema para el grupo. El anciano pero hábil Lovecraft se las ingeniaría para ocupar las fauces de su adversario con el fin de propinarle un poderoso golpe en su hocico a modo de advertencia, siendo seguido por Terence que se puso al galope de uno de los corceles que los trajeron hasta aquí para usar la mayor corpulencia del animal para rechazar a la otra hiena que asediaba el anciano antes de que se abalanzara sobre el aprovechando que ataco a su compañera. Y finalmente Yoishiro que estaba viendo como la diplomacia fracaso, opto por otro tipo de diplomacia violenta en la que su puño con su escamosa y tosca piel impactaría contra el hocico de una de las hienas lanzándola contra su compañera; lo que esos animales no sabían es que de haber mordido al chico su terrible piel les habría dañado la lengua y paladar.
Quien parecía estar en más apuros era el cazador Hyun, quien saco una fuerza interior extraordinaria para volverse de un considerable tamaño y pasar a tomar la iniciativa frenando al Ñu que previamente lo estaba arrastrando, aun así el animal era un portento en cuanto a fuerza de arrastre y resistencia, una presa que sin duda incluso en solitario varias hienas o leonas atacarían, no es bueno subestimar a los herbívoros de la sabana. Pero seria entonces cuando una flecha fútil de Jimbo alcanzaría a una de las piernas del animal haciéndolo flaquear y perder parte de su equilibrio, dando la apertura al grandullón para que terminara de derribar a la noble criatura y tomando sus cuernos pudiera moverla a modo de una barricada natural que impediría que los otros animales de la estampida arrollaran al cazador, quedando el joven a salvo.
Esa flecha de Jimbo llegaría justo después de una previa que lanzo coordinado el animal con el conductor Teddy ahora armado, hacia el león que parecía ser el alfa que dirigía el ataque, el disparo del rifle fue evitado por el animal, pero gracias a eso la trayectoria predicha por el animal dio en el blanco clavándose entre el pecho y el cuello del animal con bastante profundidad. Obligando al herido animal a escalar lo que le restaba de acantilado por las rocas que formaban un pequeño sendero con apenas un par de torpes brincos hacia la parte superior y fuera de ángulo visual meseta.
Entonces el ultimo integrante desaparecido del grupo haría acto de presencia - ¡Juajuajua, buen trabajo alimaña, yo lo rematare! - Diría Carl, quien aprovechando la confusión quiso perseguir su más codiciado trofeo, el león subiendo como pudo entre la hierba y las rocas hasta poder transitar por el mismo sendero de rocas que las hienas y el león usaban para subir y bajar de la meseta, siguiendo el hombre el mismo camino que el león había seguido ignorando a todos los demás, se le notaba exhausto por el esfuerzo con su peso y su respiración era agitada, pero su adrenalina por poder rematar patéticamente una presa herida, aunque buscando llevarse toda la gloria le impulsaban.
Las hienas que habían sido aturdidas, más no asesinadas, al verse desprovistas de su líder y tras esos impactos certeros se dispersarían por la hierba alta de la sabana en múltiples direcciones huyendo. Todo parecía tranquilo por la parte baja, tras también alcanzar la manada de Ñus el rio cruzando al otro lado, aunque uno pareció que tenia un problema y no pudo nadar bien porque se hundió en el agua o quizá algo tiro de él... Pero por lo menos Hyun estaba bien, quien podría liberar al animal que le sirvió de escudo. Por otro lado - ¡Maldito seas hermano, quieres quedarte toda la gloria! - Gritaría frustrado el hermano largiducho al ver que el único animal muerto por su arma no fue una presa suya - ¡Trae para acá, debo asegurarme de cazar algo o mi hermano me lo restregara siempre! - El hombre busco con su mira tras recuperar su arma si había algo a los alrededores, al no ver nada pero cruzarse ante su mira el suricato que había bajado del carruaje la misma se detuvo y su mente dudaba mientras su dedo se deslizaba hacia el gatillo... Y finalmente desde las alturas de la meseta en las que se habían perdido el león y Carl, se escucharon no uno, sino dos disparos, para tras unos momentos de silencio romperse el mismo - ¡GYUAAAAAAAAAA! - Era la voz de Carl, sonaba asustada...
Las pocas hienas restantes no serian un mayor problema para el grupo. El anciano pero hábil Lovecraft se las ingeniaría para ocupar las fauces de su adversario con el fin de propinarle un poderoso golpe en su hocico a modo de advertencia, siendo seguido por Terence que se puso al galope de uno de los corceles que los trajeron hasta aquí para usar la mayor corpulencia del animal para rechazar a la otra hiena que asediaba el anciano antes de que se abalanzara sobre el aprovechando que ataco a su compañera. Y finalmente Yoishiro que estaba viendo como la diplomacia fracaso, opto por otro tipo de diplomacia violenta en la que su puño con su escamosa y tosca piel impactaría contra el hocico de una de las hienas lanzándola contra su compañera; lo que esos animales no sabían es que de haber mordido al chico su terrible piel les habría dañado la lengua y paladar.
Quien parecía estar en más apuros era el cazador Hyun, quien saco una fuerza interior extraordinaria para volverse de un considerable tamaño y pasar a tomar la iniciativa frenando al Ñu que previamente lo estaba arrastrando, aun así el animal era un portento en cuanto a fuerza de arrastre y resistencia, una presa que sin duda incluso en solitario varias hienas o leonas atacarían, no es bueno subestimar a los herbívoros de la sabana. Pero seria entonces cuando una flecha fútil de Jimbo alcanzaría a una de las piernas del animal haciéndolo flaquear y perder parte de su equilibrio, dando la apertura al grandullón para que terminara de derribar a la noble criatura y tomando sus cuernos pudiera moverla a modo de una barricada natural que impediría que los otros animales de la estampida arrollaran al cazador, quedando el joven a salvo.
Esa flecha de Jimbo llegaría justo después de una previa que lanzo coordinado el animal con el conductor Teddy ahora armado, hacia el león que parecía ser el alfa que dirigía el ataque, el disparo del rifle fue evitado por el animal, pero gracias a eso la trayectoria predicha por el animal dio en el blanco clavándose entre el pecho y el cuello del animal con bastante profundidad. Obligando al herido animal a escalar lo que le restaba de acantilado por las rocas que formaban un pequeño sendero con apenas un par de torpes brincos hacia la parte superior y fuera de ángulo visual meseta.
Entonces el ultimo integrante desaparecido del grupo haría acto de presencia - ¡Juajuajua, buen trabajo alimaña, yo lo rematare! - Diría Carl, quien aprovechando la confusión quiso perseguir su más codiciado trofeo, el león subiendo como pudo entre la hierba y las rocas hasta poder transitar por el mismo sendero de rocas que las hienas y el león usaban para subir y bajar de la meseta, siguiendo el hombre el mismo camino que el león había seguido ignorando a todos los demás, se le notaba exhausto por el esfuerzo con su peso y su respiración era agitada, pero su adrenalina por poder rematar patéticamente una presa herida, aunque buscando llevarse toda la gloria le impulsaban.
Las hienas que habían sido aturdidas, más no asesinadas, al verse desprovistas de su líder y tras esos impactos certeros se dispersarían por la hierba alta de la sabana en múltiples direcciones huyendo. Todo parecía tranquilo por la parte baja, tras también alcanzar la manada de Ñus el rio cruzando al otro lado, aunque uno pareció que tenia un problema y no pudo nadar bien porque se hundió en el agua o quizá algo tiro de él... Pero por lo menos Hyun estaba bien, quien podría liberar al animal que le sirvió de escudo. Por otro lado - ¡Maldito seas hermano, quieres quedarte toda la gloria! - Gritaría frustrado el hermano largiducho al ver que el único animal muerto por su arma no fue una presa suya - ¡Trae para acá, debo asegurarme de cazar algo o mi hermano me lo restregara siempre! - El hombre busco con su mira tras recuperar su arma si había algo a los alrededores, al no ver nada pero cruzarse ante su mira el suricato que había bajado del carruaje la misma se detuvo y su mente dudaba mientras su dedo se deslizaba hacia el gatillo... Y finalmente desde las alturas de la meseta en las que se habían perdido el león y Carl, se escucharon no uno, sino dos disparos, para tras unos momentos de silencio romperse el mismo - ¡GYUAAAAAAAAAA! - Era la voz de Carl, sonaba asustada...