Timsy
Timsy
14-08-2024, 10:38 PM
(Última modificación: 15-08-2024, 02:09 AM por Timsy.
Razón: Resolución de "conflictos"
)
Impacté de lleno contra aquel tipo, llenándolo de baba en el proceso y tirándolo contra el suelo un par de metros delante de mí. Ninguno de los dos había recibido daño. O al menos eso parecía. Era un humano, de tez morena y cabellos a medio camino del albinismo con el blanco grisáceo ceniza. En su cintura llevaba la misma bolsita que yo a la mía. La pude ver cuando se giró estando todavía en el suelo. ¡Esa bolsa tenía que ser mía! Muchos años en la vida me habían enseñado que todo lo que uno pudiera tomar por su cuenta y en propio beneficio, eran mejor no dejarlo pasar. Para cuando no se tenga la oportunidad - ¿Pero qué escamas dices? - No había entendido nada.
El tipo echó a correr hacia la niebla – O no. No te vas a escapar – pensé - ¡Eh, quieto! ¡Dame esa bolsa! - añadí persiguiéndole. Me apresuré a lanzarle un escupitajo de baba a la cabeza con la intención de tirarlo de nuevo contra el suelo o como poco molestarlo. Seguí corriendo para atraparlo. Bueno, más que a él a la bolsa que colgaba de su cintura. Trataría de acercarme por el lateral en el que tenía la bolsa. Mi corto brazo hacía que tuviera que acercarme mucho para ello, ese factor jugaba en mi contra, sin embargo mi corta estatura me permitía acceder a la bolsa de una manera más cómoda y sencilla que si fuera más alto, por lo que podría robársela en carrera. Del mismo modo, mi bolsa quedaría protegida por quedar más abajo y presumiblemente, lejos del alcance de sus brazos. No bien hubiera conseguido arrebatarle la bolsa, daría un salto lateral para cambiar drásticamente la dirección de avance y tratar de perderme en la “invisibilidad” de la niebla. Irónica era la vida que yo quisiera buscar la invisibilidad contra quién el rey de la misma, pero naturalmente yo no sabía nada des esto.
El tipo echó a correr hacia la niebla – O no. No te vas a escapar – pensé - ¡Eh, quieto! ¡Dame esa bolsa! - añadí persiguiéndole. Me apresuré a lanzarle un escupitajo de baba a la cabeza con la intención de tirarlo de nuevo contra el suelo o como poco molestarlo. Seguí corriendo para atraparlo. Bueno, más que a él a la bolsa que colgaba de su cintura. Trataría de acercarme por el lateral en el que tenía la bolsa. Mi corto brazo hacía que tuviera que acercarme mucho para ello, ese factor jugaba en mi contra, sin embargo mi corta estatura me permitía acceder a la bolsa de una manera más cómoda y sencilla que si fuera más alto, por lo que podría robársela en carrera. Del mismo modo, mi bolsa quedaría protegida por quedar más abajo y presumiblemente, lejos del alcance de sus brazos. No bien hubiera conseguido arrebatarle la bolsa, daría un salto lateral para cambiar drásticamente la dirección de avance y tratar de perderme en la “invisibilidad” de la niebla. Irónica era la vida que yo quisiera buscar la invisibilidad contra quién el rey de la misma, pero naturalmente yo no sabía nada des esto.