Alguien dijo una vez...
Rizzo, el Bardo
No es que cante mal, es que no saben escuchar.
[Común] [C - Pasado] Tres marines atípicos
Nagaki
Medusa
-Oh, muchas gracias por preocuparte Meitetsu-kun, pero como soy super alucinante y fantástica -dijo con la confianza que los niños tienen- me curo bastante rápido, de hecho a los médicos de la Marina les desconcierta mi caso. Dicen que como crezco muy rápido mis células se regeneran enseguida, pero yo no noto nada... ¿todo el mundo crece muy rápido no? Por eso dicen que el tiempo se va volando... ¿no?


Cita:La verdad es que a mí sólo me recuerda a una planta acuática... Tiene que ver con ello, ¿no? -Dijo Meitetsu.

El comentario hizo que mi mente se deslizará hacia imágenes de un estanque sereno y tranquilo, donde los lirios flotan sobre una superficie de agua reflectante. Una planta acuática... Mi mente, seducida por esa idea, comenzó a trazar dibujos mal elaborados en su mente, imágenes de un loto convertido en coral o un alga que florece en la inmensidad de lo desconocido. No eran obras maestras; más bien, eran garabatos infantiles que capturaban la esencia de su pensamiento: una conexión con aquel bello ser que se adentra en la luz mientras sus raíces permanecen firmes en el fondo del agua.

Volví a centrarme en la meditación. Consciente de la atmósfera tranquila que me rodeaba, tomé la postura adecuada, como había aprendido de mi Senpai. Mis manos se unieron en una posición que simulaba un loto, los dedos entrelazados de una forma casi delicada, como si quisieran ser parte de la naturaleza misma. Inhalé profundamente, llenando mis pulmones de aire fresco y puro, sólo para liberarlo lentamente, como si soltara todos mis pensamientos y preocupaciones al viento. Repetí esta acción varias veces, lo suficiente como para que la tranquilidad comenzara a apoderarse de mí.

Al llegar a la décima repetición, abrí los ojos, aunque sin realmente ver nada tangible. Más bien, estaba en un estado de introspección, una suerte de conexión profunda entre mi ser y el universo. En ese instante, mi mente comenzó a recordar cosas del pasado: fragmentos de mi familia, esas risas compartidas con mis amigos, el calor de la base en las noches frías. También llegaron a mí recuerdos de La Corriente, ese viaje que había hecho hasta aquí. Un viaje lleno de incertidumbres y aprendizajes, que ahora se desnudaban ante mí como las páginas de un viejo diario.

Pero, al igual que un río tranquilo que se torna turbulento, los recuerdos felices comenzaron a ser eclipsados por los miedos y traumas que había estado guardando. Venían a mí como sombras danzantes, susurros de momentos difíciles, las decepciones y los enfrentamientos con los que había tenido que lidiar a lo largo de mi vida. Tenía que recordar que esta información era clasificada solo para la Nagaki en fase adulta; era ella quien podía rebuscar entre aquellos recuerdos y hallar la manera de aprender sin caer en la desesperación.

Y allí estaba yo, en el proceso de transformación, una Nagaki en la fase pólipo alcanzando niveles de comprensión que normalmente solo la mente en calma podía lograr. Sentí que el miedo se desvanecía un poco en este espacio que había creado para mí. Era un refugio, una burbuja de paz que me permitía observar mis propias sombras con compasión y curiosidad, sin juzgarme. ¿No era eso lo que un niño haría? Aceptar todo lo que vendría con los ojos abiertos y el corazón dispuesto.

Las imágenes se fueron deslizando y comenzando a tomar forma. Cada dolor, cada miedo, cada sueño no cumplido era parte de mí, como una alga que crece en lo más profundo del mar. Reconocí que esas experiencias difíciles eran solo eso: experiencias. Y con cada respiración, podía sentir un ligero destello de esperanza abriéndose paso entre la niebla de mis pensamientos.

Respiré una vez más. Exhalé el miedo y dejé espacio para el alivio, permitiéndome simplemente ser. Meitetsu seguía a mi lado, sumergido en sus pensamientos. Era un recordatorio de que aún en medio de las complejidades de la vida, hay una simple belleza en la conexión entre los seres.

El tiempo se sentía más ligero, y con cada latido, me daba cuenta de que quizás no siempre se trataba de crecer rápido, sino de aprender a fluir con el proceso de la vida, como un loto que florece en un estanque, encontrando su propio ritmo en la danza del universo.
#17


Mensajes en este tema
RE: [C - Pasado] Tres marines atípicos - por Nagaki - 27-07-2024, 05:33 PM
RE: [C - Pasado] Tres marines atípicos - por Nagaki - 29-07-2024, 01:27 AM
RE: [C - Pasado] Tres marines atípicos - por Nagaki - 29-07-2024, 07:19 PM
RE: [C - Pasado] Tres marines atípicos - por Nagaki - 08-08-2024, 08:17 PM
RE: [C - Pasado] Tres marines atípicos - por Nagaki - 10-08-2024, 02:42 PM
RE: [C - Pasado] Tres marines atípicos - por Nagaki - 14-08-2024, 11:07 PM

Salto de foro:


Usuarios navegando en este tema: 21 invitado(s)