Hato of peace
Angel Beta
17-08-2024, 09:38 PM
Aún quedaba bastante tiempo para vagar en la isla Kilombo antes de volver al barco para ir a Oykot, Hato entro a un bazar en busca de objetos de su tierra natal Skypiea pero era como buscar una tachuela en una mina, el bullicio de la ciudad costera las regateadas de los comerciantes y compradores ensordecen a los pocos entrenados para ese tipo de lugares.
Hato persiguió al hombre de cabellera castaño rojizo no sabría decirlo si fue mera casualidad o ese momento estaba destinado a suceder pero el Marino se detuvo a escuchar a la joven y venderle algo de su inventario. El Vendedor ajustó su perilla con un gesto de cortesía pero eso no acabó allí el hombre confirmó que tenía algo que podría servirle algo que era de su tierra natal.
-En serio, gracias buen hombre- la joven junto sus manos y dió unos pequeños saltitos de alegría.
Dentro de una caja de madera detrás de su mostrador tenía guardado un dial de calor bien conservado era perfecto para los coleccionistas de los artefactos de Skypiea y sería de mucha utilidad para Hato para mantener caliente varios objetos, el interés sobre el Dial de calor era evidente por parte de Hato pero su precio debía ser bastante elevado por su rareza.
Cómo era de esperarse el dueño del Dial sabía lo importante y valiosa que es la concha del Skysea pero por ser una compatriotas del Skypiea lo bajó el precio a algo más accesible para la joven de cabellera rubia -¿De verdad? Gracias- la Skypiean no dudó en abrazar al vendedor dejando su perfume impregnado en el -Claro que aceptó el trato, es el primer Dial que encuentro, muchas gracias-.
Después de soltar al vendedor ella se sonrojo un poco -Disculpe suelo ser muy alegre y no controlo muy bien mis emociones, pero aquí están los 700,000 berries- ella metió su mano dentro de su bolso y saco la cantidad de dinero acordada -No dude que este dial me será de mucha ayuda ya tengo un par de ideas que podría utilizarlo, muchas gracias- la transacción fue completada Hato estaba muy emocionada por el Dial eran objetos que ella tanto buscaba y se sentía muy feliz de encontrar uno, ella estiró su brazo para estrechar la mano de Galhard y así cerrar el trato.
-Espero volvernos a ver gracias por todo- Hato se despidió del vendedor con una gran sonrisa dejando atrás ese pequeño momento para caminar hacia el muelle a esperar su siguiente transporte al reino de Oykot.
Hato persiguió al hombre de cabellera castaño rojizo no sabría decirlo si fue mera casualidad o ese momento estaba destinado a suceder pero el Marino se detuvo a escuchar a la joven y venderle algo de su inventario. El Vendedor ajustó su perilla con un gesto de cortesía pero eso no acabó allí el hombre confirmó que tenía algo que podría servirle algo que era de su tierra natal.
-En serio, gracias buen hombre- la joven junto sus manos y dió unos pequeños saltitos de alegría.
Dentro de una caja de madera detrás de su mostrador tenía guardado un dial de calor bien conservado era perfecto para los coleccionistas de los artefactos de Skypiea y sería de mucha utilidad para Hato para mantener caliente varios objetos, el interés sobre el Dial de calor era evidente por parte de Hato pero su precio debía ser bastante elevado por su rareza.
Cómo era de esperarse el dueño del Dial sabía lo importante y valiosa que es la concha del Skysea pero por ser una compatriotas del Skypiea lo bajó el precio a algo más accesible para la joven de cabellera rubia -¿De verdad? Gracias- la Skypiean no dudó en abrazar al vendedor dejando su perfume impregnado en el -Claro que aceptó el trato, es el primer Dial que encuentro, muchas gracias-.
Después de soltar al vendedor ella se sonrojo un poco -Disculpe suelo ser muy alegre y no controlo muy bien mis emociones, pero aquí están los 700,000 berries- ella metió su mano dentro de su bolso y saco la cantidad de dinero acordada -No dude que este dial me será de mucha ayuda ya tengo un par de ideas que podría utilizarlo, muchas gracias- la transacción fue completada Hato estaba muy emocionada por el Dial eran objetos que ella tanto buscaba y se sentía muy feliz de encontrar uno, ella estiró su brazo para estrechar la mano de Galhard y así cerrar el trato.
-Espero volvernos a ver gracias por todo- Hato se despidió del vendedor con una gran sonrisa dejando atrás ese pequeño momento para caminar hacia el muelle a esperar su siguiente transporte al reino de Oykot.