Qazan
Qazan
20-08-2024, 04:26 PM
El sabor a sangre envolvía mi boca, aquella herida en el costado Dolía con mucha intensidad, aunque no era nada en comparación a los castigos físicos que había recibido durante su adolescencia. El pequeño gnomo también parecía muy resentido después del tremendo derechazo que se había llevado, se quejaba de dolor y aún demostraba una gran determinación al querer seguir enfrentándome de manera directa.
Luego de aquel encontronazo habíamos abierto distancia entre ambos, el pequeño trataba de recurrir a la misma estrategia de antes, mantener la distancia para luego en un ágil movimiento realizar su ataque. Nuevamente trató de moverse de manera aleatoria, aunque luego de haber visto por primera vez estos movimientos me había acostumbrado a ellos, por otro lado, confirmé que aquel cazamariposas era más bien algún tipo de arma filosa.
Con todo aquello en mente no podía permitirme otra estocada directa, de lo contrario, mi vida correría grave peligro. Aunque tampoco es que tuviese muchas más alternativas, ya que por la velocidad a la que se movía, me sería muy complicado evitar un ataque a los órganos.
El pequeño justo iba a realizar su ataque cuando de pronto una medusa gigante se interpuso entre ambos y entre tanta confusión, la muy descarada de un ágil y rápido movimiento me arrancó la bolsa con la canica para justo hacer lo propio con el cazabichos. Cuál fue mi sorpresa al ver que la muy bruja echaba a correr rio abajo, sino ver una segunda medusa idéntica a la primera.
La medusa con voz absurdamente masculina nos pidió ayuda tanto a mí como al gnomo. Y la verdad es que razón no le faltaba, nuestra disputa había comenzado por aquellas dichosas canicas, pero la medusa velocista había decidido terminar por su cuenta el enfrentamiento. Aquello era demasiada información que procesar, ahora, quería mi canica de vuelta. - ¡Corre medusa a travestí, sube a mi caparazón!-. Le dije a la medusa a la par echaba a correr detrás de la velocista.
Avanzado un par de metros, se me ocurrió un plan infalible para darle caza a la ladrona. - ¡Gnomo corre, salta a mi pinza!-. Luego de advertir al pequeño, eche mi puño hacia atrás para lanzar un nuevo derechazo en dirección a la medusa. Si justo en ese momento el pequeño ser realizaba un salto sin dudas, le recortaría muchísima distancia a aquella maldita ladrona y podría darle caza. Ahora todo dependía del gnomo.
Luego de lanzar el gnomo seguir corriendo como alma que lleva el diablo, tratando de darle caza por el río. A lo que de pronto comencé a notar aquella viscosidad encima de mi caparazón. - Oye tú, que las canicas son importantes y eso, pero espero que todo eso que me has puesto en la cabeza solo sean tentáculos, de lo contrario, yo mismo te arrancaré uno a uno todos los apéndices que te cuelgan-. Le dije recordando brevemente que perfectamente podría estar restregándome sus genitales por la cabeza.
Luego de aquel encontronazo habíamos abierto distancia entre ambos, el pequeño trataba de recurrir a la misma estrategia de antes, mantener la distancia para luego en un ágil movimiento realizar su ataque. Nuevamente trató de moverse de manera aleatoria, aunque luego de haber visto por primera vez estos movimientos me había acostumbrado a ellos, por otro lado, confirmé que aquel cazamariposas era más bien algún tipo de arma filosa.
Con todo aquello en mente no podía permitirme otra estocada directa, de lo contrario, mi vida correría grave peligro. Aunque tampoco es que tuviese muchas más alternativas, ya que por la velocidad a la que se movía, me sería muy complicado evitar un ataque a los órganos.
El pequeño justo iba a realizar su ataque cuando de pronto una medusa gigante se interpuso entre ambos y entre tanta confusión, la muy descarada de un ágil y rápido movimiento me arrancó la bolsa con la canica para justo hacer lo propio con el cazabichos. Cuál fue mi sorpresa al ver que la muy bruja echaba a correr rio abajo, sino ver una segunda medusa idéntica a la primera.
La medusa con voz absurdamente masculina nos pidió ayuda tanto a mí como al gnomo. Y la verdad es que razón no le faltaba, nuestra disputa había comenzado por aquellas dichosas canicas, pero la medusa velocista había decidido terminar por su cuenta el enfrentamiento. Aquello era demasiada información que procesar, ahora, quería mi canica de vuelta. - ¡Corre medusa a travestí, sube a mi caparazón!-. Le dije a la medusa a la par echaba a correr detrás de la velocista.
Avanzado un par de metros, se me ocurrió un plan infalible para darle caza a la ladrona. - ¡Gnomo corre, salta a mi pinza!-. Luego de advertir al pequeño, eche mi puño hacia atrás para lanzar un nuevo derechazo en dirección a la medusa. Si justo en ese momento el pequeño ser realizaba un salto sin dudas, le recortaría muchísima distancia a aquella maldita ladrona y podría darle caza. Ahora todo dependía del gnomo.
Luego de lanzar el gnomo seguir corriendo como alma que lleva el diablo, tratando de darle caza por el río. A lo que de pronto comencé a notar aquella viscosidad encima de mi caparazón. - Oye tú, que las canicas son importantes y eso, pero espero que todo eso que me has puesto en la cabeza solo sean tentáculos, de lo contrario, yo mismo te arrancaré uno a uno todos los apéndices que te cuelgan-. Le dije recordando brevemente que perfectamente podría estar restregándome sus genitales por la cabeza.
COM101
COMBATIENTE
Ofensiva Activa
Tier 1
No Aprendida
17
1
El usuario encarará de frente a su adversario propinándole un poderoso impacto directo con alguna de sus extremidades, aplicando un [Empuje] de 4 metros.
Golpe Basico + [FUEx2] de [Daño contundente]