Los hombres que se encontraban con aquel animal parecían no estar muy alegres por la proposición de Bonez, lo cual también parecia ser el caso con la gente que le miraba con mala cara tanto por su físico como por haber interrumpido aquel espectáculo que tenia aquel pato montado en aquel lugar. El solo miro de reojo a los espectadores, ya que se notaba que fuera alguien bienvenido en aquel lugar. En eso uno de los hombres se gira para observarle de una manera seca y distante, casi como si se tratara de un hombre que no debería estar en aquel lugar en ese preciso momento. Parecia que aquellos hombres estaban dispuestos a negarse a la proposición que Baltazar tenia para ellos; eso hasta que el pato pareció graznar con fuerza, casi como si fuera una orden por parte del animal. Por su parte Bonez se quedo asombrado, preguntándose ahora si realmente no era una simple estafa como había anticipado, comenzando a tener dudas si es que era verdad que aquel pato fuera el jefe de todos esos hombres.
No solo le había impresionado que aquel hombre le hiciera caso a aquel animal, sino que hasta había cambiado el tono con el que le estaba hablando, recibiéndolo como si fuera un comensal que estaban esperando con anticipación. En eso el chico de piel ceniza solo hizo un ademan con su sombrero en un gesto de agradecimiento a aquel hombre presentándose esa breve reverencia. Soy Baltazar Bonez. pero normalmente mis amigos y colegas me dicen Dr.Bonez, Ewa.
Dice con ese tono carismático y vibrantemente animado que tenia Bonez, sonriéndole amablemente a aquel hombre que le ofrecía un asiento y a su contrincante animal que parecia ahora mirarle fijamente, haciendo que también le hiciera una breve reverencia a este antes de sentarse y ver como ahora aquellos hombres que parecían ser los ayudantes de ese pato que recibía un vaso de borde ancho para que pudiera beber agua mientras sacudía la cabeza.
Por su parte no sabia si todo eso era una broma, una actuación o era cierto que aquellos hombres estaban al servicio de aquel pato, pero aun así no se podía quejar mucho, después de todo ahora hasta le estaban invitando de comer y beber, cabe decir que si fuera aquel animal el que estaba a cargo de verdad era un buen anfitrión. Un whisky en las rocas si no es mucha molestia, dijo Bonez aprovechando la situación para hacerse con algo de buen licor.
De pronto, uno de aquellos hombres dejo el mazo de cartas en la mesa después de ser barajadas, preguntándole a el chico de piel negruzca si quería cortar el mazo, haciendo que pudiera ver la mirada curiosa del pato al momento en el que tomaba la baraja.
Casi como si sis mentes hicieran sinapsis, Bonez pudo notar que el pato parecia estar curioso cuando tomo las cartas, casi como su esa mirada, que en un principio estaba distraída, se fijara nuevamente en las manos del chico de apariencia Vudú, el cual sonriendo abriendo un poco los brazos y con una destreza admirable hizo que las cartas saltaran de una mano a otra formando un arco por encima de su cabeza, haciendo que sonara un "¡woooh!" entre la multitud. Comenzando a mover habilidosamente las cartas entre sus dedos. Las cartas se giraban, sorteaban y pasaban de una mano con trucos espectaculares, haciendo desaparecer y aparecer la baraja mientras que la gente comenzaba a aplaudir ante aquel talento.
Es usted un fanático de la magia señor...¿pato?. Miro a sus ayudantes para que le corrigieran si es que estaba mal en decirle de aquella manera o si ya aquel animal tenia un nombre. De la nada, el chico vudú estiro las cartas por sobre la mesa frente al pato, deseando hacer un truco de magia para el contrario. ¿Seria tan amable de sacar cinco cartas?, asegurese de que yo no las vea y que esta satisfecho con ellas.
No solo le había impresionado que aquel hombre le hiciera caso a aquel animal, sino que hasta había cambiado el tono con el que le estaba hablando, recibiéndolo como si fuera un comensal que estaban esperando con anticipación. En eso el chico de piel ceniza solo hizo un ademan con su sombrero en un gesto de agradecimiento a aquel hombre presentándose esa breve reverencia. Soy Baltazar Bonez. pero normalmente mis amigos y colegas me dicen Dr.Bonez, Ewa.
Dice con ese tono carismático y vibrantemente animado que tenia Bonez, sonriéndole amablemente a aquel hombre que le ofrecía un asiento y a su contrincante animal que parecia ahora mirarle fijamente, haciendo que también le hiciera una breve reverencia a este antes de sentarse y ver como ahora aquellos hombres que parecían ser los ayudantes de ese pato que recibía un vaso de borde ancho para que pudiera beber agua mientras sacudía la cabeza.
Por su parte no sabia si todo eso era una broma, una actuación o era cierto que aquellos hombres estaban al servicio de aquel pato, pero aun así no se podía quejar mucho, después de todo ahora hasta le estaban invitando de comer y beber, cabe decir que si fuera aquel animal el que estaba a cargo de verdad era un buen anfitrión. Un whisky en las rocas si no es mucha molestia, dijo Bonez aprovechando la situación para hacerse con algo de buen licor.
De pronto, uno de aquellos hombres dejo el mazo de cartas en la mesa después de ser barajadas, preguntándole a el chico de piel negruzca si quería cortar el mazo, haciendo que pudiera ver la mirada curiosa del pato al momento en el que tomaba la baraja.
Casi como si sis mentes hicieran sinapsis, Bonez pudo notar que el pato parecia estar curioso cuando tomo las cartas, casi como su esa mirada, que en un principio estaba distraída, se fijara nuevamente en las manos del chico de apariencia Vudú, el cual sonriendo abriendo un poco los brazos y con una destreza admirable hizo que las cartas saltaran de una mano a otra formando un arco por encima de su cabeza, haciendo que sonara un "¡woooh!" entre la multitud. Comenzando a mover habilidosamente las cartas entre sus dedos. Las cartas se giraban, sorteaban y pasaban de una mano con trucos espectaculares, haciendo desaparecer y aparecer la baraja mientras que la gente comenzaba a aplaudir ante aquel talento.
Es usted un fanático de la magia señor...¿pato?. Miro a sus ayudantes para que le corrigieran si es que estaba mal en decirle de aquella manera o si ya aquel animal tenia un nombre. De la nada, el chico vudú estiro las cartas por sobre la mesa frente al pato, deseando hacer un truco de magia para el contrario. ¿Seria tan amable de sacar cinco cartas?, asegurese de que yo no las vea y que esta satisfecho con ellas.