Kael
El Fantasma del Mar
21-08-2024, 12:52 PM
Con cada palabra que pronuncio, el suelo vibrante a mis pies parece responder, y un sudor helado comienza a deslizarse por mi frente. El aire espeso me envuelve como una densa cortina de incertidumbre, y desde algún rincón oscuro de mi mente surge una idea inquietante. Este lodo que me rodea, frío y pegajoso, pero muy familiar al mismo tiempo. Mi voz resuena como un eco, pero la tierra responde de un modo aún más extraño, como si estuviera viva, consciente de la tensión que me rodea.
Concentrándome, siento la pulsación del barro bajo mí, como si tuviera vida propia, pero a mis órdenes. Sin querer, una sensación de poder comienza a brotar en mí, inundando mis venas con una nueva energía. El peso del momento se intensifica, mis palabras parecen tejer un hilo invisible que une mi voluntad a la tierra, como un antiguo pacto. La niebla se espesa aún más, cargada de una antigua y misteriosa energía. Y de repente, lo que debería ser un leve movimiento, un simple ajuste en mi postura para prepararme para lo que puede venir, se convierte en un ímpetu descontrolado que inicia una batalla interna.
-¡Qué interesante! - exclamo, asombrado, mientras veo cómo Atlas se va impulsando seta tras seta como un guerrero desafiante, hasta que lo observo cómo se impulsa con más fuerza de lo normal y acaba despedido hacia los cielos. La niebla se dispersa momentáneamente, tragando su figura y, enseguida, vuelve a tapar el hueco que había dejado, como un misterio que se regenera.
-¿Tú crees que esto es todo lo que tengo, Atlas? - grito para que me escuche, mi voz cargada de determinación y desafío - ¿Crees que por no verte te da alguna ventaja en esta lucha interminable?
Siento que el mundo gira alrededor de mí mientras me preparaba para cualquier ataque, de cualquier dirección, con mi mano aferrada al mango de mi espada, como si fuera una extensión de mi propia voluntad.
-¡No soy un simple espectador en este sueño! - continúo, con el odio componiendo mi voz, incapaz de dejar que la ansiedad me paralice frente a lo desconocido. - Tú y yo sabemos que esto es solo una fracción de una lucha mucho más grande que ninguno de nosotros puede comprender completamente.
En la calma antes de la tormenta, me preparé ante lo que pudiera pasar, un presentimiento de que esta confrontación podría llegar antes de lo esperado.
Concentrándome, siento la pulsación del barro bajo mí, como si tuviera vida propia, pero a mis órdenes. Sin querer, una sensación de poder comienza a brotar en mí, inundando mis venas con una nueva energía. El peso del momento se intensifica, mis palabras parecen tejer un hilo invisible que une mi voluntad a la tierra, como un antiguo pacto. La niebla se espesa aún más, cargada de una antigua y misteriosa energía. Y de repente, lo que debería ser un leve movimiento, un simple ajuste en mi postura para prepararme para lo que puede venir, se convierte en un ímpetu descontrolado que inicia una batalla interna.
-¡Qué interesante! - exclamo, asombrado, mientras veo cómo Atlas se va impulsando seta tras seta como un guerrero desafiante, hasta que lo observo cómo se impulsa con más fuerza de lo normal y acaba despedido hacia los cielos. La niebla se dispersa momentáneamente, tragando su figura y, enseguida, vuelve a tapar el hueco que había dejado, como un misterio que se regenera.
-¿Tú crees que esto es todo lo que tengo, Atlas? - grito para que me escuche, mi voz cargada de determinación y desafío - ¿Crees que por no verte te da alguna ventaja en esta lucha interminable?
Siento que el mundo gira alrededor de mí mientras me preparaba para cualquier ataque, de cualquier dirección, con mi mano aferrada al mango de mi espada, como si fuera una extensión de mi propia voluntad.
-¡No soy un simple espectador en este sueño! - continúo, con el odio componiendo mi voz, incapaz de dejar que la ansiedad me paralice frente a lo desconocido. - Tú y yo sabemos que esto es solo una fracción de una lucha mucho más grande que ninguno de nosotros puede comprender completamente.
En la calma antes de la tormenta, me preparé ante lo que pudiera pasar, un presentimiento de que esta confrontación podría llegar antes de lo esperado.