MC duck
Pato
21-08-2024, 03:05 PM
El Pato aún le daba vueltas a la cabeza al dilema, quería ayudar a esa familia, y creia tener la solución a la punta del pico, pero los narcos no eran gente con la que se pudiera negociar demasiado, pese a ser aceptado como operativo del inframundo, muchos lo consideraban más una “mascota del inframundo” como un lavado de cara o una mascota exótica que cuando llegara el momento podrían vender o comer.De momento les era útil, pero depende enteramente de Mc. Duck escalar esa pirámide del poder criminal o ser un mero Operativo de Inframundo, un tipo cualquiera, el resto de su vida. Y no ganaría puntos si se dejaba engatusar por cualquiera, se tragaba cuentos lastimeros y excusas baratas.
Su objetivo era buscar soluciones prácticas, y esforzarse por conseguirlas era su credo, pero a veces, se sentía algo superado, a veces el trabajo duro es en balde. Y por eso necesitaba tomar aire, el paseo le ayudaba a sentir el viento en sus alas, en su pico, haciéndole soñar con aventuras fantásticas lejos de ahí, a veces deseaba salir volando a buscarlas, pero ¿Adonde? no tenía adonde ir, no podía vivir como pato, y en el mundo de los hombres era un hazmereir de pies palmeados, un mal chiste que repugna a algunos y desternilla al resto.
Pero algún día se ganaría su respeto, y también su lugar en este mundo, ese fue su juramento, cuando decidió que le daría un sentido a su vida.
El paseo por el puerto siempre era agradable, algunos lo miraban con respeto, otros confusos o asombrados, mucha gente venía solo de visita y Mc Duck no era tan conocido aun. Pero de entre todos, se quedó con una cara, una que nunca olvidaría, o eso quería pensar ¿era él realmente? Habían pasado 4 años, y su mente había cambiado mucho en ese tiempo.
-Cuack…
dijo de repente, haciendo que el sirviente acercara su oreja a su pico, para que así le pudiera susurrar unas palabras. El sirviente asintió, y Mc.Duck con su compañía se aproximaron al puesto callejero, mientras la furibunda mirada del pato miraba al encargado.
-Al señor MC Duck no le agradan los timadores que timan a niños… por favor, ¿podría ser tan amable de recoger sus cosas y marcharse? -dijo el sirviente en un tono cordial, mientras se llevaba gestualmente la mano a un bolcillo como simulando que tuviera un arma ahí.-El señor Mc Duck será generoso en esta ocasión y hará la vista gorda... Pero les recuerda que este territorio tiene propietario ¿Tienen acaso su permiso?
Su objetivo era buscar soluciones prácticas, y esforzarse por conseguirlas era su credo, pero a veces, se sentía algo superado, a veces el trabajo duro es en balde. Y por eso necesitaba tomar aire, el paseo le ayudaba a sentir el viento en sus alas, en su pico, haciéndole soñar con aventuras fantásticas lejos de ahí, a veces deseaba salir volando a buscarlas, pero ¿Adonde? no tenía adonde ir, no podía vivir como pato, y en el mundo de los hombres era un hazmereir de pies palmeados, un mal chiste que repugna a algunos y desternilla al resto.
Pero algún día se ganaría su respeto, y también su lugar en este mundo, ese fue su juramento, cuando decidió que le daría un sentido a su vida.
El paseo por el puerto siempre era agradable, algunos lo miraban con respeto, otros confusos o asombrados, mucha gente venía solo de visita y Mc Duck no era tan conocido aun. Pero de entre todos, se quedó con una cara, una que nunca olvidaría, o eso quería pensar ¿era él realmente? Habían pasado 4 años, y su mente había cambiado mucho en ese tiempo.
-Cuack…
dijo de repente, haciendo que el sirviente acercara su oreja a su pico, para que así le pudiera susurrar unas palabras. El sirviente asintió, y Mc.Duck con su compañía se aproximaron al puesto callejero, mientras la furibunda mirada del pato miraba al encargado.
-Al señor MC Duck no le agradan los timadores que timan a niños… por favor, ¿podría ser tan amable de recoger sus cosas y marcharse? -dijo el sirviente en un tono cordial, mientras se llevaba gestualmente la mano a un bolcillo como simulando que tuviera un arma ahí.-El señor Mc Duck será generoso en esta ocasión y hará la vista gorda... Pero les recuerda que este territorio tiene propietario ¿Tienen acaso su permiso?