Lance Turner
Shirogami
21-08-2024, 10:17 PM
Tengo que admitir que me sentía observado, e incluso analizado, por Terence. No es que me disgustase, era un detalle muy valioso en estos mares, pero normalmente no sentía que lo estuviesen haciendo tan bien. Su mirada e incluso sus gestos me dejaban entrever un poco qué pensamientos tendría. Me hizo peculiar gracia cuando declaró que no parecía ser un desesperado, acudiendo a la batalla con una excusa tan simple.
- Inteligente jugada, Terence. Si cedo a la provocación, estaré admitiendo ser un desesperado. Por el contrario, si no lo hago, estoy confirmando tu teoría, ¿No?. - Pensé con una pequeña sonrisa viendo que este chico medía hasta la más pequeña de sus frases.
Su mano me transmitía confianza en sí mismo, pero sin querer hacer un alarde de fuerza o rivalizar en la toma de mano. Un punto más para la frialdad de este chico, o mejor dicho, para su capacidad de pensar en frío todas sus acciones. Continuando en su línea de comunicación, procedió a darme una respuesta algo ambigua sobre su razón de tener una espada, me había dado jugo con el que mantener la respuesta, pero sin responder realmente mi pregunta directa. No obstante, sí que había dejado claro cuáles no son sus razones, si es que estas eran ciertas.
- En mi caso, llamarme guerrero de la espada es mucho decir. Amo combatir con ellas, pero no estoy tan volcado como algunos guerreros que viven por y para ellas... - Tras decir eso le sonreí algo pícaro, para ver su reacción. - Aunque me gusta mucho pelear contra gente así, siempre se aprende de ellos mucho más de lo que lo harías con un cualquiera que maneja una espada como quien maneja un tenedor.
Todo continuaba su curso sin sobresaltos, aunque me sorprendió que Terence no quisiera tomar la palabra ante la pregunta que nos hizo Hammond. Supongo que estaba aún al acecho, esperando a ver cómo evolucionaba. Sinceramente, esa era una actitud que me gustaba. Yo también soy así en ocasiones, pero me gusta lanzarme al fuego de la batalla o la conversación e ir viendo cómo se desarrolla todo mientras reflejo una actitud relajada. Aunque pensándolo bien, es posible que Terence no estuviese haciendo esto al ser yo, precisamente, el que actuaba de motor para que todas las conversaciones fluyesen.
Le miré con interés, queriendo leer en su rostro más, y sin ocultar de ninguna manera lo que pretendía tras una sonrisa divertida. Quería que supiera que me parecía un sujeto interesante, y al mismo tiempo, quizá de manera inconsciente, quería que me reconociese como un igual en ese aspecto.
- Inteligente jugada, Terence. Si cedo a la provocación, estaré admitiendo ser un desesperado. Por el contrario, si no lo hago, estoy confirmando tu teoría, ¿No?. - Pensé con una pequeña sonrisa viendo que este chico medía hasta la más pequeña de sus frases.
Su mano me transmitía confianza en sí mismo, pero sin querer hacer un alarde de fuerza o rivalizar en la toma de mano. Un punto más para la frialdad de este chico, o mejor dicho, para su capacidad de pensar en frío todas sus acciones. Continuando en su línea de comunicación, procedió a darme una respuesta algo ambigua sobre su razón de tener una espada, me había dado jugo con el que mantener la respuesta, pero sin responder realmente mi pregunta directa. No obstante, sí que había dejado claro cuáles no son sus razones, si es que estas eran ciertas.
- En mi caso, llamarme guerrero de la espada es mucho decir. Amo combatir con ellas, pero no estoy tan volcado como algunos guerreros que viven por y para ellas... - Tras decir eso le sonreí algo pícaro, para ver su reacción. - Aunque me gusta mucho pelear contra gente así, siempre se aprende de ellos mucho más de lo que lo harías con un cualquiera que maneja una espada como quien maneja un tenedor.
Todo continuaba su curso sin sobresaltos, aunque me sorprendió que Terence no quisiera tomar la palabra ante la pregunta que nos hizo Hammond. Supongo que estaba aún al acecho, esperando a ver cómo evolucionaba. Sinceramente, esa era una actitud que me gustaba. Yo también soy así en ocasiones, pero me gusta lanzarme al fuego de la batalla o la conversación e ir viendo cómo se desarrolla todo mientras reflejo una actitud relajada. Aunque pensándolo bien, es posible que Terence no estuviese haciendo esto al ser yo, precisamente, el que actuaba de motor para que todas las conversaciones fluyesen.
Le miré con interés, queriendo leer en su rostro más, y sin ocultar de ninguna manera lo que pretendía tras una sonrisa divertida. Quería que supiera que me parecía un sujeto interesante, y al mismo tiempo, quizá de manera inconsciente, quería que me reconociese como un igual en ese aspecto.