Illyasbabel
cuervo de tiburón
22-08-2024, 02:17 AM
La situación se vio súbitamente interrumpida por el impacto de una gran ola a pocos metros de donde estaba el grupo, justo en el momento que Illya buscaba realizar una ofensiva, este fue arrastrado bruscamente por uno de los tantos ríos que se generaron tras la explosión de la cascada celestial. A estas alturas ya nada lo sorprendía, sino más bien al contrario, illya gozo ciertamente el refresco producido por el agua mientras esta lo arrastraba unos cuantos metros.
Fueron cosa de segundos durante los cuales el agua se dividía en cientos de ríos arrastrando gran parte del barco y modificando considerablemente el ambiente, al poco tiempo y con un ritmo natural sorprendente, los ríos, poco a poco, cederían en su cauce, dejando, a cambio, un hermoso lago que los acaparaba en su profundidad.
Su actitud cambio notablemente al recordarse así mismo que todo aquello era un sueño, por lo que decidió relajarse mientras se incorporaba lentamente. Recordó las palabras del profeta entusiasta por lo que decidió escucharlo una vez más, aparentemente poseía información valiosa. Alisto sus alas de un sacudón para terminar de quitarse el agua de encima y luego se elevó por los aires, apenas unos metros, los suficientes como para divisar al resto de la gente.
Con una mirada de sorpresa pudo notar como tres sujetos amarillentos descendían por la cascada, por lo que decidió advertirles al grupo anterior. Voló hasta alcanzar al sujeto que vaticinaba un apocalipsis.- ¡ HEY ! - gritó con todas sus fuerzas mientras sacudía los brazos, esperando que el resto del grupo lo escuchara, luego advirtió sobre la presencia de los tres sujetos. - ¡Tenemos compañía! - Rápidamente alcanzo al profeta buscando conversar con él, en el camino intentaría ayudar a cualquiera que este en aprietos, apoyándose con su vuelo para ello, semejante cascada abría arrastrado a más de uno, por lo que se decidió a colaborar con los desconocidos, inclusive con la rubia temeraria.
Una vez llegado con Siddharta y el resto del grupo intentaría hacer las paces si era necesario y tomaría una actitud relajada. Mientras descendía hasta el suelo aprovecho para guardar sus espadas como muestra de paz y a encender un cigarro. - Vaya vaya - dijo mientras suspiraba, - ¿Sabes a que viene todo esto? Pareciera que han dejado un mensaje para nosotros - dijo mientras observaba al grupo pero más especialmente a Siddharta, ya que parecía estar al margen de la situación, - Si esto es el fin, por lo menos hagámoslo en paz... ¿ No les parece? - volteó para observar a la mujer rubia y a su acompañante cuasi sirena buscando la confirmación de su parte, al fin y al cabo estuvo cerca de atacarla, por lo que su confirmación sería valiosa.
Fueron cosa de segundos durante los cuales el agua se dividía en cientos de ríos arrastrando gran parte del barco y modificando considerablemente el ambiente, al poco tiempo y con un ritmo natural sorprendente, los ríos, poco a poco, cederían en su cauce, dejando, a cambio, un hermoso lago que los acaparaba en su profundidad.
Su actitud cambio notablemente al recordarse así mismo que todo aquello era un sueño, por lo que decidió relajarse mientras se incorporaba lentamente. Recordó las palabras del profeta entusiasta por lo que decidió escucharlo una vez más, aparentemente poseía información valiosa. Alisto sus alas de un sacudón para terminar de quitarse el agua de encima y luego se elevó por los aires, apenas unos metros, los suficientes como para divisar al resto de la gente.
Con una mirada de sorpresa pudo notar como tres sujetos amarillentos descendían por la cascada, por lo que decidió advertirles al grupo anterior. Voló hasta alcanzar al sujeto que vaticinaba un apocalipsis.- ¡ HEY ! - gritó con todas sus fuerzas mientras sacudía los brazos, esperando que el resto del grupo lo escuchara, luego advirtió sobre la presencia de los tres sujetos. - ¡Tenemos compañía! - Rápidamente alcanzo al profeta buscando conversar con él, en el camino intentaría ayudar a cualquiera que este en aprietos, apoyándose con su vuelo para ello, semejante cascada abría arrastrado a más de uno, por lo que se decidió a colaborar con los desconocidos, inclusive con la rubia temeraria.
Una vez llegado con Siddharta y el resto del grupo intentaría hacer las paces si era necesario y tomaría una actitud relajada. Mientras descendía hasta el suelo aprovecho para guardar sus espadas como muestra de paz y a encender un cigarro. - Vaya vaya - dijo mientras suspiraba, - ¿Sabes a que viene todo esto? Pareciera que han dejado un mensaje para nosotros - dijo mientras observaba al grupo pero más especialmente a Siddharta, ya que parecía estar al margen de la situación, - Si esto es el fin, por lo menos hagámoslo en paz... ¿ No les parece? - volteó para observar a la mujer rubia y a su acompañante cuasi sirena buscando la confirmación de su parte, al fin y al cabo estuvo cerca de atacarla, por lo que su confirmación sería valiosa.