Ray
Kuroi Ya
22-08-2024, 10:07 AM
Takahiro pareció preferir quedarse algo más atrás de su posición, dada que la ventaja de percepción sensorial del zángano le hacía más apto en una situación de privación visual como aquella para ir de avanzadilla. Podía sentir sus movimientos, saltando en una seta mientras esperaba a que la otra presencia que se movía hacia ellos se acercara lo suficiente.
Y en ese momento algo cambió. Un temblor de gran magnitud sacudió todo a su alrededor, lo que hizo al joven de pelo blanco agradecer en su interior el hecho de no seguir encontrándose en las proximidades de aquel volcán. El riesgo de que pasara algo terrible tras un movimiento de tierra como aquel le parecía algo a tener en cuenta, por lo que sin duda alejarse de allí había sido una gran idea. Parecía el área menos segura en aquellos momentos. Sin embargo aquellas setas, elásticas como parecían desde un primer momento, no parecían haber sufrido lo más mínimo aquel temblor.
Lo que sí llamó la atención del marine fue que la niebla comenzó a disiparse en una dirección concreta, permitiendo ver donde antes solo había sombras. A lo lejos, en lo que parecía el centro de un bosque, una gigantesca planta brotó de la nada. Algo le decía que debía ir hacia allí. El hecho de que la niebla se hubiera disipado justo en línea recta hacia ese punto parecía ser un claro indicativo de ello.
Cuando quiso mirar hacia donde estaba su amigo de pelo verde ya no logró encontrarle. Asumiendo que habría deducido lo mismo que él y se había dirigido hacia allí el joven comenzó su camino. Prefería evitar sorpresas, por lo que siguió en su forma híbrida y se desplazó volando bajo, siempre sin hacer el más mínimo ruido de cara a minimizar la posibilidad de ser atacado antes de darse cuenta.
Y en ese momento algo cambió. Un temblor de gran magnitud sacudió todo a su alrededor, lo que hizo al joven de pelo blanco agradecer en su interior el hecho de no seguir encontrándose en las proximidades de aquel volcán. El riesgo de que pasara algo terrible tras un movimiento de tierra como aquel le parecía algo a tener en cuenta, por lo que sin duda alejarse de allí había sido una gran idea. Parecía el área menos segura en aquellos momentos. Sin embargo aquellas setas, elásticas como parecían desde un primer momento, no parecían haber sufrido lo más mínimo aquel temblor.
Lo que sí llamó la atención del marine fue que la niebla comenzó a disiparse en una dirección concreta, permitiendo ver donde antes solo había sombras. A lo lejos, en lo que parecía el centro de un bosque, una gigantesca planta brotó de la nada. Algo le decía que debía ir hacia allí. El hecho de que la niebla se hubiera disipado justo en línea recta hacia ese punto parecía ser un claro indicativo de ello.
Cuando quiso mirar hacia donde estaba su amigo de pelo verde ya no logró encontrarle. Asumiendo que habría deducido lo mismo que él y se había dirigido hacia allí el joven comenzó su camino. Prefería evitar sorpresas, por lo que siguió en su forma híbrida y se desplazó volando bajo, siempre sin hacer el más mínimo ruido de cara a minimizar la posibilidad de ser atacado antes de darse cuenta.