Yoshi
Yoshi
22-08-2024, 05:46 PM
Las personas ahí presentes eran de lo más variopintas, un gigante que se hacía pequeño, un viejo con alas, un tiburón de 4 metros que parecía estar perdiendo la locura, un "profeta" que ya estaba bien ido de la cabeza y ahora molestaba a uno de esos casos amarillos, una rubia que habla extraño y a pesar de ser una amenaza con metralletas parecía muy maternal con los niños amarillos. Un panda que habla que le recordaba a uno que ya conocía y una chica sirena que parecía un poco fuera de lugar ante todo los sucesos.
En fin, una cascada había no solo inundado el lugar, sino que también había desaparecido tras hacerlo, como cuando simplemente algo se derrama y queda estancado en el suelo. Aquel lago había traído a los niños amarillos con ropa de obreros que dejaron un cartel con advertencia. Sería aquella rubia de raro hablar quien leyera y si el cartel no se entendía por estar en versos ahora era menos entendible por el acento de la mujer.
Yoshiro simplemente se acercó al lago si entender muy bien que pasaría luego, pero posiblemente ese lugar tendría el mismo final que la zona nevada en algún momento y por eso el profeta seguía con su paranoia del apocalipsis. La rubia entró al lago junto a dos de los obreros amarillos y el tiburón gigante tras sucumbir a la locura ofreció su sangre antes de entrar al lago y confesar "sus pecados"
Yoshiro suspiró y corriendo realizó un placaje contra el profeta para tirarlo al agua junto al obrero amarillo-Veamos si tienes razón y todos nos vamos al chorizo-rió divertido, él sabia que morir no significaba nada en ese mundo de sueño y el rubio mismo lo había afirmado por lo que no importaba ya nada.
La sirena también entró al agua y volvió a tener su cola, Yoshiro nunca había estado cerca de los suyos así que decidió sumergirse para acercarse a ella a ver si conseguían algo interesante en el fondo.
Ojalá la siguiente zona que reviva sea de agua-murmuró pensativo...
En fin, una cascada había no solo inundado el lugar, sino que también había desaparecido tras hacerlo, como cuando simplemente algo se derrama y queda estancado en el suelo. Aquel lago había traído a los niños amarillos con ropa de obreros que dejaron un cartel con advertencia. Sería aquella rubia de raro hablar quien leyera y si el cartel no se entendía por estar en versos ahora era menos entendible por el acento de la mujer.
Yoshiro simplemente se acercó al lago si entender muy bien que pasaría luego, pero posiblemente ese lugar tendría el mismo final que la zona nevada en algún momento y por eso el profeta seguía con su paranoia del apocalipsis. La rubia entró al lago junto a dos de los obreros amarillos y el tiburón gigante tras sucumbir a la locura ofreció su sangre antes de entrar al lago y confesar "sus pecados"
Yoshiro suspiró y corriendo realizó un placaje contra el profeta para tirarlo al agua junto al obrero amarillo-Veamos si tienes razón y todos nos vamos al chorizo-rió divertido, él sabia que morir no significaba nada en ese mundo de sueño y el rubio mismo lo había afirmado por lo que no importaba ya nada.
La sirena también entró al agua y volvió a tener su cola, Yoshiro nunca había estado cerca de los suyos así que decidió sumergirse para acercarse a ella a ver si conseguían algo interesante en el fondo.
Ojalá la siguiente zona que reviva sea de agua-murmuró pensativo...