Galhard
Gal
22-08-2024, 09:16 PM
Galhard dejó que las palabras de Asradi se asentaran en su mente mientras observaba el entorno que los rodeaba. El bullicio del puerto, el aroma a sal marina mezclado con el de la comida, y el sonido distante de las olas rompiendo contra el muelle creaban una atmósfera que parecía hecha a medida para una conversación como aquella. La brisa fresca movía suavemente los mechones de su cabello castaño, y la luz del sol hacía que sus ojos reflejaran un matiz dorado.
Mientras Asradi hablaba de la vastedad del mar y de su deseo de explorar lo desconocido, Galhard sintió una conexión profunda con esas palabras. Él también compartía esa ansia de descubrir, aunque su búsqueda estaba marcada por su deseo de hacer del mundo un lugar más justo. Le fascinaba la pasión con la que ella hablaba del mar, de su curiosidad insaciable y de su deseo de ver más allá de lo conocido. Era una conversación que, en ese momento, parecía tan infinita como el propio océano.
— Tienes toda la razón— respondió Galhard con una sonrisa tranquila, dejando que sus palabras fluyeran con la misma calma que sentía en ese instante—El mundo, tanto en la tierra como en el mar, está lleno de misterios que esperan ser descubiertos. Y creo que parte de nuestra misión, ya sea como exploradores o como protectores, es no dejar nunca de buscar, de aprender, de descubrir—
Levantó su copa de limonada y tomó un sorbo, disfrutando de la frescura de la bebida en contraste con el cálido ambiente a su alrededor. Observó a Asradi mientras ella continuaba compartiendo sus pensamientos, y no pudo evitar sentir admiración por su espíritu libre, por esa necesidad de explorar y conocer más allá de lo que la vida le había enseñado hasta ese momento.
— No suena raro en absoluto, Asradi— respondió Galhard con suavidad, inclinándose ligeramente hacia ella para que sus palabras fueran solo para sus oídos—De hecho, creo que es una forma admirable de vivir. Tomarse el tiempo para apreciar cada lugar, cada momento, es algo que muchos olvidan hacer. A veces, en la carrera por cumplir nuestras metas, nos perdemos de lo que realmente importa—
Cuando Asradi le preguntó si había algún lugar especial que quisiera visitar o si alguien lo esperaba en algún sitio, Galhard se tomó un momento para reflexionar. No era una pregunta fácil de responder, no porque no tuviera metas o personas importantes en su vida, sino porque su misión en la Marina había consumido gran parte de su tiempo y energía.
— No tengo un lugar específico al que quiera ir en este momento aunque siempre la Grand Line ha despertado mi interés—admitió, su voz cargada de sinceridad—Mi vida ha estado dedicada a la Marina y a intentar hacer del mundo un lugar mejor. He viajado mucho, siempre con un propósito en mente, pero también me doy cuenta de que necesito aprender a disfrutar del camino, no solo del destino.—Hizo una pausa, permitiendo que sus palabras resonaran en el aire antes de continuar.
—Pero hay lugares donde siento que mi presencia podría marcar una diferencia, lugares donde la injusticia se ha arraigado profundamente. Sin embargo, también estoy aprendiendo a apreciar momentos como este, donde puedo simplemente disfrutar de la compañía y del entorno sin estar siempre pensando en lo que viene después.—
Galhard dejó que esas palabras fluyeran, observando a Asradi mientras hablaba, notando cómo la luz del sol jugaba con los reflejos de su cabello y cómo sus ojos brillaban con una mezcla de curiosidad y serenidad.
— Así que, por ahora, no tengo prisa por irme a ningún lado. Estoy aquí, disfrutando de este día, de esta comida y de esta conversación. Y eso es algo que realmente aprecio— Respondió alegre, dando después un gran sorbo de la limonada.
Mientras Asradi hablaba de la vastedad del mar y de su deseo de explorar lo desconocido, Galhard sintió una conexión profunda con esas palabras. Él también compartía esa ansia de descubrir, aunque su búsqueda estaba marcada por su deseo de hacer del mundo un lugar más justo. Le fascinaba la pasión con la que ella hablaba del mar, de su curiosidad insaciable y de su deseo de ver más allá de lo conocido. Era una conversación que, en ese momento, parecía tan infinita como el propio océano.
— Tienes toda la razón— respondió Galhard con una sonrisa tranquila, dejando que sus palabras fluyeran con la misma calma que sentía en ese instante—El mundo, tanto en la tierra como en el mar, está lleno de misterios que esperan ser descubiertos. Y creo que parte de nuestra misión, ya sea como exploradores o como protectores, es no dejar nunca de buscar, de aprender, de descubrir—
Levantó su copa de limonada y tomó un sorbo, disfrutando de la frescura de la bebida en contraste con el cálido ambiente a su alrededor. Observó a Asradi mientras ella continuaba compartiendo sus pensamientos, y no pudo evitar sentir admiración por su espíritu libre, por esa necesidad de explorar y conocer más allá de lo que la vida le había enseñado hasta ese momento.
— No suena raro en absoluto, Asradi— respondió Galhard con suavidad, inclinándose ligeramente hacia ella para que sus palabras fueran solo para sus oídos—De hecho, creo que es una forma admirable de vivir. Tomarse el tiempo para apreciar cada lugar, cada momento, es algo que muchos olvidan hacer. A veces, en la carrera por cumplir nuestras metas, nos perdemos de lo que realmente importa—
Cuando Asradi le preguntó si había algún lugar especial que quisiera visitar o si alguien lo esperaba en algún sitio, Galhard se tomó un momento para reflexionar. No era una pregunta fácil de responder, no porque no tuviera metas o personas importantes en su vida, sino porque su misión en la Marina había consumido gran parte de su tiempo y energía.
— No tengo un lugar específico al que quiera ir en este momento aunque siempre la Grand Line ha despertado mi interés—admitió, su voz cargada de sinceridad—Mi vida ha estado dedicada a la Marina y a intentar hacer del mundo un lugar mejor. He viajado mucho, siempre con un propósito en mente, pero también me doy cuenta de que necesito aprender a disfrutar del camino, no solo del destino.—Hizo una pausa, permitiendo que sus palabras resonaran en el aire antes de continuar.
—Pero hay lugares donde siento que mi presencia podría marcar una diferencia, lugares donde la injusticia se ha arraigado profundamente. Sin embargo, también estoy aprendiendo a apreciar momentos como este, donde puedo simplemente disfrutar de la compañía y del entorno sin estar siempre pensando en lo que viene después.—
Galhard dejó que esas palabras fluyeran, observando a Asradi mientras hablaba, notando cómo la luz del sol jugaba con los reflejos de su cabello y cómo sus ojos brillaban con una mezcla de curiosidad y serenidad.
— Así que, por ahora, no tengo prisa por irme a ningún lado. Estoy aquí, disfrutando de este día, de esta comida y de esta conversación. Y eso es algo que realmente aprecio— Respondió alegre, dando después un gran sorbo de la limonada.