Alguien dijo una vez...
Iro
Luego os escribo que ahora no os puedo escribir.
[Común] [C - Pasado] El exorcismo de Drake Longspan
Gavyn Peregrino
Horus il Tessitore
20:30 hs, día 15 de Verano, año 724.

Escapar del bar no fue para nada una aventura, ni siquiera fue agradable, pensar que había llegado a Rostock solo para conseguir otro trabajo que me lleve a la siguiente isla, lo que no esperaba era encontrarme en esta situación, huyendo de la mafia, y si teníamos mucha mala suerte, de la marina. Maldito el momento en que pisé aquel lugar ¿Pero era el lugar el problema? ¿O las personas en él? Llevaba tiempo sin escapar de situaciones complejas, solía enfrentarme a ellas, la mayoría de las veces, claro, o quizás la mitad, la otra era huidas rápidas. Lo cierto es que no siempre sucedía que, en un bar en pleno centro de un pueblo, en una isla que estaba custodiada por la marina, se dieran reuniones de la mafia ¿A quién se le habría ocurrido? Uno esperaría que busquen un lugar más… ¿Seguro? Vaya, quizás la “neutralidad” del lugar es lo que les había llamado la atención a las bandas de minks, pero eso ahora daba igual, ya estaba huyendo y, para colmo, tendría que estar en compañía.


Estar rodeado no era el problema, pasaba días, semanas, a veces meses en mar abierto, conviviendo con marinos con diferentes personalidades, el problema era que ninguno había generado tanto caos en una sola hora como el grupo con el que me había topado, y ni siquiera había hablado con ellos, tan centrados en sus conversaciones que no se habían percatado de mi presencia hasta casi el final del circo que acabó siendo la visita al bar. Y ni siquiera pude acabar el pollo que había pedido, que desgracia. Al menos tenía la certeza de que viajaría con ellos solo para escapar y luego decidiría qué hacer cuando lleguemos a la siguiente isla.


Y sin duda no sería continuar en grupo, a menos que esto se convirtiera en un trabajo. Ah, me estaba adelantando a los hechos, pero la sola idea de tener que pasar tiempo con personas notablemente sociables… Me incliné ligeramente por el borde del techo en el que había descendido hace rato. Las desventajas de ser un tipo con alas enormes y blancas es que eres llamativo allá donde quiera que vayas, especialmente si son funcionales, por lo que mi escapada se vio refrenada por la necesidad de ocultarme en terrazas o techos de los edificios, siempre era llamativo ver a alguien volando, así que desplazarme de un edificio a otro rápidamente era la mejor opción. No era la que me hacía más feliz.


Otra cosa que no me hacía feliz era la idea de tener que buscar las cosas del idiota con el que indudablemente no estaba formando un vínculo de ningún tipo. Para nada. Sentía empatía por las personas, pero eso no significaba que quisiera tener vínculos de ningún tipo con ellas, por eso, encontrarme de nuevo con Ubben fue… Desafortunado. Usualmente no veía a las personas en más de una ocasión o dos, después de todo viajar me lo impedía. Así que cruzarlo y preocuparme por ir a buscar las cosas de ambos me provocaba deseos de sujetarlo y arrojarlo desde lo alto, porque el hombre estaba muy seguro de que haría lo que me pedía. Apreté los dientes y plegué ligeramente un poco más mis alas mientras veía pasar a algunos miembros de la marina de bajo rango, corrían en dirección al bar.


Me asomé por un lateral del edificio una vez que verifiqué que se trataba de un callejón sin salida, útil, y salté batiendo mis alas un par de veces para aterrizar en el techumbre más bajo de la construcción aledaña, desde allí podía ver el lugar en el que me hospedaba, estaba a cincuenta metros de donde me encontraba. Volví a buscar otro callejón desde allí y noté movimiento en la oscuridad, me aferré al borde de concreto, aún en cuclillas y noté… ¿Un par de brazos largos? Bueno, era lo más llamativo en la persona que estaba más abajo, cuando mis ojos se adaptaron correctamente a la oscuridad parcial, logré ver que quien estaba debajo era el supuesto “espíritu” de la isla. Puse los ojos en blanco internamente, fue divertido ver a los matones huir de miedo después de la actuación, incluso si era una táctica de intimidación. Pero lo negaría hasta el final, tendrían que sacarme la frase de mis labios azules y muertos.


Sigilosamente desplegué mis alas, pase las piernas por el borde del edificio y aletee suavemente para descender detrás de él, con deseos de darle un susto, porque después de todo el teatro que se montó, quería ver de que era capaz.


Cuando estaba cerca del suelo me detuve, quedando a dos metros de él y solo un metro y medio del suelo.


. – Espero que no estés intentando escapar ¿O si? Oh gran espíritu de la isla. –Dije con la voz más autoritaria que pude emular– Me sentiría muy decepcionado si descubriera que no eres un espíritu real, deseaba poder realizar un exorcismo por primera vez. 
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[C - Pasado] El exorcismo de Drake Longspan - por Gavyn Peregrino - 23-08-2024, 02:33 AM

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